De este autor colombiano, nacido en El Banco (Magdalena) con una lista extensa de temas dijo Agustín Lara: “Es el mejor compositor musical de Colombia”
Voy a hablar un poco de José Benito Barros Palomino a quien le deben los colombianos gran reconocimiento por su fecunda creación, aunque él dijo alguna vez “La verdad es que yo me hice compositor mamando gallo”, y entre esto, ser acólito y leer a escondidas en el salón de clases a Amado Nervo, dejó atrás la escuela para entender a su manera la forma de los versos.
Viendo la apatía por el estudio, su hermano le financió una pequeña empresa augurando para él un futuro de negociante, pero las ganancias iniciales se esfumaron con la primera novia.
En realidad que su deseo inmediato era viajar a la Argentina, pero no tenía libreta militar, entonces se enroló en el ejército y allí aprendió a tocar guitarra, especialmente boleros.
Quienes conocen esta letra “Qué será lo que busca el minero/ en la oscuridad de la mina (…)”, ni siquiera piensan que el bendito Benito se fue para Segovia a sacar oro, después viajó a Medellín y hasta asistió al sepelio de Gardel; había escuchado su música y le gustaban mucho los tangos.
En una crónica con motivo del posible cumpleaños número 100 de José Barros, -pues le quedaron faltando 8 para el centenario- el periodista Juan Gossaín lo recordó en una crónica titulada José Barros, el compositor que Gabo ponía como ejemplo. “La vida es así: Barros, que no bebía licor, y que detestaba a los borrachos, compuso en Buenos Aires uno de los tangos más celebrados de su época, en el que le pide al cantinero que sirva una nueva tanda. Huía despavorido de esa tendencia parrandera de los músicos. ‘Yo no soy músico’, solía repetir, ‘sino compositor’”, decía Gossaín en el texto. A decir verdad, el nombre registrado del tango es Cantinero sirva tanda.
Pues bien, este hombre de fecunda producción fue un estudioso del solfeo, armonía y ritmo, investigador consagrado del estilo caribeño, qué tal El gallo tuerto, El pescador, Navidad negra, Momposina y La piragua, su más excelsa obra. ¡Ah! Pero no sé si recuerdan que también es el autor del bolero Busco tu recuerdo.
José Barros, de espíritu aventurero, y como se decía en ese tiempo: “se fue de la casa y a nadie le contó", entonces lo daban por muerto y para referirse a él le decían “el difunto”. La madre no permitía que lo nombraran, sin embargo, ella de vez en cuando sacaba una ropa sin habitante, la de su hijo ausente, la lavaba y la planchaba de nuevo para volverla a guardar, y Benito regresó estando la madre viva, sobra decir que en esta ocasión la aurora vio el final de fiesta.
A propósito de “la mamadera de gallo” y explicando el origen de los nombres que aparecen en su composición La piragua, haciendo gala de su humor, anotaba José Benito que “La Academia de la Historia ha buscado el apellido Albundia en diccionarios y tratados históricos. Entonces les contesté lo que pasa es que en la Costa todo el mundo tiene un sobrenombre, un apodo, y Albundia seguramente no es el apellido, sino un apodo. Le decían el Negro Pedro Albundia. Fue un apodo que le pusieron a ese negro en Chimichagua.(…)”
El maestro Francisco Zumaqué, con toda la gracia costeña, recuerda cómo surgió el famoso Pedro Albundia. “Quedaba la Nueva Mundo y justo al lado había una cafetería que le decían Orines Hilton por su peculiar olor. Era un lugar con mesitas y allí contrataban a los músicos. Un día presencié que estaban varios personajes, ellos compartían las composiciones. El maestro pidió un apellido que rimara con cumbia quiero que se llame Pedro… y comenzaron a inventar y se reían hasta que de algún lado apareció el apellido Albundia porque alguien lo relacionó con albóndiga. Era una cosa loca. Allí nacían las canciones. Era un hervidero de creatividad. Increíble”. (1)
De su pasión por los tangos y de su fama de enamorado está Falsaria pieza de su autoría de la que voy a hacer referencia.
Pues bien, “La Bailonga” tango, un cuarteto de mujeres medellinenses nacido en 2011 y dirigido por la pianista Sandra Arboleda, en octubre de 2019 estrenó un disco con grabaciones y arreglos propios e impecables, entre ellos está Falsaria a pedido de Veruschka Barros hija del maestro, quien quería un arreglo para éste. El día de la inauguración, en el teatro de Bellas Artes, un público emocionado lo escuchó interpretado magistralmente por La Bailonga y por la voz de Carlos Sánchez, ganador del Festival de tango 2020.
Hay regocijo por esta agrupación femenina que se aplica al estudio del tango en su forma musical, y es de justicia darle un aplauso por exaltar la memoria de los colombianos que han incursionado en este género.
“Falsaria, ingrata mujer
que has dejado en mi alma
una pena que me mata
y que me hace padecer.(…)”
De este autor colombiano, nacido en El Banco (Magdalena) con una lista extensa de temas dijo Agustín Lara: “Es el mejor compositor musical de Colombia” y lo despidieron para siempre en Santa Marta en 2007.