Ha pasado un año desde aquel 28 de julio de 2019, cuando un jovencito de tan solo 22 años le regaló a Colombia la hazaña más grande para el deporte de este país. Hace exactamente un año, Egan Bernal se coronó campeón del Tour de Francia, pintando de amarillo, azul y rojo los míticos Campos Elíseos, ondeando la bandera tricolor en los cielos franceses y retumbando el himno nacional en la siempre bella París.

Francia, su capital París y el mundo entero fueron testigos ese día de la increíble gesta del cundinamarqués, quien en ese momento escribía su nombre en la historia de la carrera ciclística más importante del mundo y en la historia del ciclismo colombiano, al ser el primer Escarabajo en conseguir el anhelado Sueño Amarillo.

Un título soñado y muy buscado 

Muchos años llevaba Colombia soñando con ver a uno de sus ciclistas en lo más alto del podio de la segunda de las llamadas Tres Grandes; una ilusión que comenzó en 1975 con el antioqueño Martín Emilio Cochise Rodríguez, cuando abrió las puertas de Europa a los corredores colombianos, y que siguió en los años 80’s con los inolvidables Lucho Herrera y Fabio Parra.

Esa ilusión se hizo más grande cuando en 2003, el santandereano Víctor Hugo Peña se vistió con el amarillo de líder, emocionando al país por unos días, como también lo hizo el antioqueño Santiago Botero, ganando etapas y coronándose campeón de la clasificación de la Montaña. Así como el boyacense Mauricio Soler, quien también se destacó y se quedó con la camiseta de mejor escalador en 2007.

Luego llegó la era que marcaría un hito en la historia del ciclismo en el país. Apareció una camada de talentosos corredores, encabezados por el boyacense Nairo Quintana y el antioqueño Rigoberto Urán, quienes reafirmaron el sueño y lo acercaron más con sus destacadas participaciones, subiendo al podio en varias ocasiones y aunque el primer escalón era esquivo, demostraron que Colombia tenía con qué llevarse el título de esta carrera.

Nairo se marcó la Ronda Gala como su principal objetivo y fue subcampeón en 2013 y 2015, además ocupó la tercera casilla en 2016; mientras que Rigo fue segundo en 2017, siendo los corredores que estuvieron más cerca de regalarle a Colombia el tan esperado título.

Egan, el elegido 

El 2019 sería un año para no olvidar. El destino tenía preparado algo muy grande para un jovencito que, sin favoritismos y una gran humildad, daría una sorpresa al mundo entero.

Con el talento y las habilidades que había demostrado en 2018, cuando corrió su primer Tour, siendo un sensacional gregario en la obtención del título de Geraint Thomas, Egan Bernal recibió la confianza del entonces llamado Team Sky para liderar la escuadra en el Giro de Italia, pero un desafortunado accidente lo privó de hacerlo. Impotencia en el momento, pero una bendición de Dios unos meses después, el destino tenía para el colombiano algo más grande.

A un mes de iniciar la competencia, el líder del Team Ineos, Chris Froome, también sufrió un accidente que lo alejó de buscar un título más en la carrera francesa. Ante esto, la escuadra británica echó mano del cundinamarqués, quien no tenía su mejor nivel, pero sí la disposición para ayudar a Thomas, quien llegaba como jefe de filas al Tour 2019, en busca de mantener el título en su poder.

La carrera empezó con pie derecho para Colombia, con el antioqueño Fernando Gaviria vestido de líder y con un Bernal sólido, trabajando y dominando la carrera con su equipo, que se adueñaba del maillot amarillo y se acercaba a su objetivo; sin embargo, la carretera siempre es la que pone a cada uno en su lugar y a solo tres días del final el liderato cambiaría de dueño.

Un solo ataque le bastó al llamado Joven Maravilla para darle un giro a la carrera, ayudado por las condiciones climáticas, que obligaron a detener la carrera y dejar los tiempos como estaban en el momento de la suspensión, lo que dejó como líder al colombiano, quien minutos antes se había lanzado en un imparable ataque, con el que ratificó la potencia de sus piernas y que no estaba para ser un simple gregario.

En la penúltima etapa, Egan recibió el respaldo de sus compañeros y lograron controlar la jornada, que terminó con el colombiano vestido de amarillo y esperando solo el paseo del triunfo para entregarle a su país el más anhelado y esperado triunfo.

¡Oh gloria inmarcesible! 

Sin pensarlo, ese domingo 28 de julio de 2019 quedó marcado para siempre en la historia del deporte colombiano. A sus 22 años, Egan Bernal logró lo que muchos habían intentado sin éxito, ratificó las grandes condiciones que había demostrado con categoría, las mismas que lo ponían al nivel de las grandes estrellas del pelotón, a pesar de su corta edad.

El amarillo, azul y rojo pintó a todo París, los aficionados colombianos adornaron con orgullo y euforia los Campos Elíseos, y el monumento del Arco del Triunfo fue testigo de cómo la bandera de Colombia se ondeó en lo más alto del cielo francés, mientras sonaban las notas del himno nacional como homenaje a la gloria conseguida por este jovencito, una gloria inmarcesible y un júbilo que será inmortal.

Un día para nunca olvidar; por eso, un año después, se sigue recordando y celebrando con la misma alegría y el mismo orgullo, pues es, sin duda, la gesta más grande en la historia del ciclismo colombiano.

“Hoy hace un año el Team Ineos hizo realidad mi sueño y el de muchos colombianos. Hace un año ganamos el Tour de Francia y todo Latinoamérica celebraba un triunfo que le había sido tan esquivo pero que se merecía desde hace años. Hace un año demostramos ser el equipo más fuerte”, escribió Egan Bernal en sus redes sociales recordando aquel histórico día.

“Lo que nunca imaginamos ese día fue que un año después pudiéramos estar en esta nueva situación y con una pandemia encima. Hay una buena noticia y es que dentro de poco inician las carreras y falta menos tiempo para el inicio de otro Tour de Francia donde iremos con un equipo muy fuerte para de nuevo hacer lo que mejor sabemos hacer y eso es dar pedales, sufrir encima de nuestras bicis e inspirar a millones de personas (especialmente por estos días) que tanto necesitamos algo de esperanza, la misma que todos los ciclistas vemos cada vez que le damos start a cada entrenamiento”.

“Gracias de nuevo Team Ineos y gracias Colombia. Los quiero mucho”, expresó el elegido para regalarle a Colombia el anhelado Sueño Amarillo.