Esta compañía estará en la ciudad en octubre y aunque traerá derrama económica podría quitarles espacio presupuestal y de apoyo a programas culturales locales con carencias de recursos, según estiman líderes del sector.
Mientras la Alcaldía de Medellín señala que solo aporta el escenario, algunos gestores culturales consideran que la inversión que realiza el municipio es demasiado alta.
Una puesta en escena que desplegará la capacidad de 50 artistas de 14 nacionalidades, especializados en diversos actos acrobáticos, será la obra OVO, del Circo del Sol, que se presentará entre el 9 y el 20 de octubre en Medellín.
El espectáculo, que tendrá como escenario el Coliseo Iván de Bedout, espera un total de 11.200 visitantes internacionales y que cada día asistan cerca de 5.000 personas hasta llegar a un total de 70.000.
“Habrá transferencia de conocimiento por parte del Circo del Sol con los artistas locales circenses. Dejará una derrama económica de $30.000 millones y el recurso generado en boletería por ley de espectáculos será de $2.000 millones que se invertirán en escenarios artísticos y culturales. Lo que hacemos como Alcaldía es facilitar este proceso, poner el escenario, que es el Coliseo Iván de Bedout”, afirmó Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, durante el anuncio de la llegada del espectáculo por primera vez a la ciudad.
El mandatario resaltó que a un total de 5.000 niños que hacen parte de programas como la Red de Escuelas de Música, de arte y cultura, Formación de Públicos y bajo planes de protección de la Secretaría de Inclusión Social se les garantizará su acceso.
“Presentaciones como el Circo del Sol tienen una derrama económica relevante. Sin embargo, hay que tener presente cuánto le cuesta a la ciudad esto. La información que tengo es que costó $5.000 millones. Esto es demasiado dinero para un espectáculo. No creo que sea probable que la derrama de la ciudad libre esto, porque gran parte del recaudo proviene de espectadores locales”, señaló Luis Miguel Úsuga Samudio, consultor cultural y exsecretario de Cultura de Medellín.
El consultor cuestionó otro aspecto y es que cuando se hace una inversión de $5.000 millones hay que tener presente el estado del ecosistema de la ciudad. Pero lo que se escucha de las organizaciones culturales es que ha habido una restricción importante en los recursos que se están asignando a las instituciones.
Según el Informe de Seguimiento al Plan de Desarrollo “Medellín Cuenta con Vos” y Presupuesto 2018 realizado por el Observatorio de Políticas Públicas del Concejo de Medellín para este cuatrienio, en cultura se lograron inversiones por 87.000 millones de pesos en 2016 y se presupuestaron 71.000 millones de pesos para el 2017, presupuesto que a la postre se recortó y solo alcanzó un valor de $36.000 millones y una ejecución efectiva de $31.000 millones.
“Cinco mil millones es lo que cuesta la mitad de la Red de Escuelas de Música, esto es lo que cuesta el 30% del Sistema Municipal de Lectura. No es poco dinero. Podría significar unos alcances superiores en la inversión en organizaciones culturales con presencia en el territorio”, especificó el exsecretario de Cultura.
En este sentido, Jaiver Jurado, director de la Oficina Central de los Sueños y presidente de la Asociación Medellín en Escena, afirmó que aún falta mucho en el tema de estímulos, todavía los grupos, bailarines, músicos y personas del teatro circulan muy poco porque hay escasos recursos. Igualmente, para la creación hay una o dos becas para los grupos de teatro y falta presupuesto para financiar los museos y los temas de patrimonio.
Jorge Hernán Arango, director de la Corporación Ensamble Vocal de Medellín, manifestó que este es un espectáculo que no responde a una política pública cultural. “Está bien que se realicen este tipo de iniciativas, pero que no se hagan como resultado de un capricho del alcalde. Se vienen haciendo eventos de ciudad que se realizan una vez y no programas que se perpetúan en el tiempo. La Alcaldía gastó mucho dinero en algo que se pudo haber invertido en instituciones culturales, entre ellas los circos que tiene la ciudad. En Medellín existen muchos artistas de esta índole que no cuentan con ningún tipo de apoyo”.
Por otro lado, tanto el consultor Luis Miguel Úsuga como el director de la Corporación Ensamble Vocal coinciden en que por este tiempo electoral habría que tener un poco de pudor con inversiones tan extraordinarias, porque esto puede ser utilizado como una plataforma política para los candidatos que están respaldados por la Alcaldía.
“Si bien hay un impacto en el sector cultural, la cuestión es si nos gastamos el dinero en una lavadora de lujo o en una nevera. Es la elección entre si compramos más verdura o más carne. En este caso si hay muchas organizaciones culturales que se quejan de que les han bajado los aportes, en ese contexto no tiene presentación esta inversión y menos en tiempos electorales”, expresó Úsuga Samudio.
No obstante, la secretaria de Cultura, Lina Botero Villa, enfatizó en que la Alcaldía no es patrocinadora del evento, sino que este viene por parte de la empresa privada y que el apoyo de la Alcaldía ha sido facilitar el Coliseo como escenario para el espectáculo.
Cualquier evento de ciudad tiene unas connotaciones importantes en temas de movilidad. Por eso se viene trabajando en estrategias para garantizar que las personas que van a llegar atraídas por el Circo del Sol tengan los suficientes mecanismos para estar transitando por la ciudad.
“Tenemos conversación directa con el Inder, para que en el lugar donde se va a realizar el espectáculo se propicien los espacios adecuados para que los asistentes puedan disfrutar del evento. Para estas fechas ya estará en funcionamiento Parques del Río y gran parte de las obras de ciudad estarán finalizando. Estaremos en una movilidad mucho mejor”, indicó Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín.
Sin embargo, la recomendación es que el transporte público sea la primera opción para las personas que van a llegar al evento. Existen dos estaciones del Metro cercanas al Coliseo: Estadio y Floresta.
“La ciudad está preparada, porque cuenta con cerca de 15.000 habitaciones hoteleras de buen formato y 15.000 establecimientos que prestan otros servicios no hoteleros. Tenemos capacidad para alojar turistas nacionales e internacionales”, dijo Gonzalo Castaño, director ejecutivo de Cotelco Antioquia.
Carolina Ramírez Rubio, subsecretaria de turismo de la Alcaldía de Medellín, destacó que se espera una ocupación hotelera del 63% y 700 empleos directos para la ciudad en el periodo que se presentará el Circo.
“Celebramos que Medellín sea sede de uno de los espectáculos de mayor renombre internacional y que es un ejemplo fantástico de la materialización de la economía naranja, porque es una exposición del talento y la capacidad ilimitada del ser humano. En el turismo hay grandes oportunidades económicas por los visitantes que vendrán. Esta es la capacidad de vincular actividades que generan economía, empleo y nos ayudan a construir el turismo que queremos. Hoy la ciudad es sede de temas valiosos para el turismo”, recalcó Juan Pablo Franky, viceministro de Turismo.
Luz Ángela Castro, directora de Ocesa en Colombia, empresa mexicana de eventos encargada de la logística del espectáculo, explicó que la obra OVO (que significa “huevo” en portugués) muestra cómo en un ecosistema, donde los protagonistas son los insectos, llega un extranjero con un huevo y rompe la armonía, para luego desarrollarse una serie de historias que tendrán escenas acrobáticas, actos de altura y contorsionismo. Niños desde los dos años pueden ingresar.
El equipo creativo detrás del mundo de OVO son: los guías artísticos Guy Laliberté y Gilles Ste-Croix; Escritora, directora y coreógrafa Deborah Colker (primera directora femenina en el Cirque du Soleil); Director de Creación Chantal Tremblay; Set y accesorios de la diseñadora Gringo Cardia; La diseñadora de vestuario Liz Vandal; La compositora y directora musical Berna Ceppas; El diseñador de iluminación Éric Champoux; El diseñador de sonido Jonathan Deans y por primera vez estará el diseñador de equipos de acrobacia y aparejos Fred Gérard; Philippe Aubertin, diseñador de rendimiento acrobático; y la diseñadora de maquillaje Julie Bégin.
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