Este túnel entrará en servicio en marzo del 2019 y permitirá llegar al aeropuerto en 18 minutos.
Parodiando en favor de la ingeniería el muy famoso aforismo “hay luz al final del túnel”, se puede decir que en el próximo mes de noviembre el Túnel de Oriente comenzará a ver la luz por sus dos ingresos o portales principales.
En esta monumental galería de la ingeniería antioqueña, realizada con recursos propios del Gobierno Departamental, aunque se construye bajo un contrato de concesión, en muy pocos días se unirán los dos frentes de trabajo de excavación en el túnel principal y que se adelantan en las entrañas del ramal de la Cordillera Central que separa a los Valles de Aburrá y de San Nicolás (Oriente), donde los trabajos ya alcanzan un porcentaje del 97% de ejecución.
Esa es una de las principales novedades que registra esta obra de infraestructura vial, porque según el secretario de este ramo en Antioquia, Gilberto Quintero Zapata, la otra positiva novedad, es que se confirma, cada vez más, que la entrada en operación de la conexión por túnel entre esos dos valles será en marzo del 2019, cuando el mandatario seccional, el ingeniero Luis Pérez Gutiérrez, aspira cortar la cinta inaugural de una de las mayores obras de este tipo durante su gestión.
Aunque se trata de un proyecto y un contrato de concesión que ya ajusta varios años con altibajos, problemas, debates y parálisis, se reconoce y se acepta que la construcción del túnel y sus vías complementarias avanzaron definitivamente desde enero de 2016 coincidiendo con el inicio de la administración de Pérez Gutiérrez, quien la metió toda en sus casi tres años que lleva de gestión, para que el Túnel del Oriente sea muy pronto una realidad.
Lo irónico es que en un principio el desarrollo y mejoramiento vial entre esos dos valles no contemplaba un túnel, el cual ahora tiene la finalidad de conectar rápidamente no solo a ambas subregiones, sino a Medellín con el aeropuerto José María Córdova, que al año moviliza 7.5 millones de pasajeros.
Mientras hoy el recorrido se hace en 45 minutos, a través del túnel sólo se invertirán 18 minutos para arribar al terminal aéreo que sirve a la capital de Antioquia.
El Túnel de Oriente propiamente dicho comprende dos sectores básicos.
El Sector Uno se denomina Túnel Seminario, del lado de Medellín, que tiene una distancia de 786 metros de profundidad. Ya está terminado y actualmente se trabaja en la colocación del pavimento y en los acabados finales en el subterráneo.
Para llegar a su portal tiene 4.5 kilómetros de vías a cielo abierto, entre las cuales figura el viaducto que lo conectará con la vía a Las Palmas, a la altura del sitio Baltimore, antiguo nombre de un famoso estadero que por muchos años funcionó en esa variante hacia el Oriente antioqueño.
Este Túnel Seminario se une al Sector Dos, que es en realidad el túnel principal de 8.2 kilómetros, que se construye a la altura del barrio Buenos Aires, se denomina para los ejecutores Túnel Santa Elena y es el que sale al otro lado de la montaña, ya en el Oriente del departamento, en el tradicional sector de Sajonia, que se conectará a la carretera hacia el aeropuerto mediante un viaducto de 1.2 kilómetro, entre el portal y el intercambio vial que se llamará Sajonia y que ya se puede observar en su construcción antes de llegar al José María Córdova.
Un detalle de construcción importante es que paralelo al túnel principal habrá otro de evacuación, también de 8.2 kilómetros, que en el futuro, cuando existan los recursos, también servirá para el tráfico vehicular.
La concesión de esta obra se extenderá hasta el 2039 cuando el túnel pasará al departamento, que analiza la tarifa del peaje que podría ser similar a la que se cobra hoy en el Túnel de Occidente.