Limbo es tal vez la palabra que define mejor el momento actual. Seguimos confinados y en cuarentena, pero no sabemos cómo continuarán las cosas cuando llegue el fin de este largo paréntesis. Habrá concluido el intento de frenar el avance de la pandemia por medio de la medida extrema del aislamiento, pero el coronavirus seguirá siendo la misma amenaza si el comportamiento colectivo no lo aísla, cumpliendo con el reiterado libreto de sana distancia e higiene sin tregua. 

Limbo también en el caso de la educación, porque los hogares continúan por ahora como precarios sustitutos de las instituciones educativas, mientras las entidades oficiales se replantean el futuro escolar.  Una cosa es cierta; las respuestas están en construcción y el espacio abierto, más allá de las fronteras, para nuevas búsquedas. Antes era difícil por la lentitud de la comunicación y el intercambio en tiempo real limitado al teléfono o los viajes.  Sólo ese elemento, sin entrar en más detalles, obliga a mirar lejos y hurgar en el repositorio educativo de todas las latitudes, quién hace qué, con qué resultados; qué nos puede servir y qué no.

He aquí dos experiencias que, apoyadas en la tecnología intentan nuevas opciones más allá de las fórmulas tradicionales. Una busca acercar culturas, abrir oportunidades de conocimiento y estimular la participación, acortando grandes distancias geográficas; la otra, desafiar la imaginación infantil haciendo del aprendizaje una fascinante aventura donde el maestro es un activo mediador.

Connected North (www.connectednorth.org) es un programa canadiense destinado a jóvenes de comunidades aborígenes remotas del agreste y frio norte del país, interesado en fomentar su participación y contribuir a mejores resultados educativos. Llega a 41 colegios y 10 mil estudiantes utilizando una plataforma de teleconferencia de alta definición ofrecida por la empresa Cisco, que abre nuevas e inagotables oportunidades a las escuelas participantes, tanto al conectarlas entre sí como al aproximarlas a valiosas opciones de conocimiento por medio de una programación concertada con las escuelas.

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Por ese medio acceden a recursos educativos, viajes virtuales de campo, visitas a museos, clases de cocina, entrevistas con atletas, escritores y mucho más. El pequeño colegio de  Artic Bay, 3,279 kilómetros al norte de Toronto, puede interactuar con otras instituciones educativas y apropiarse de la riqueza de saberes que la plataforma pone a su disposición. Connected North construye relaciones, refuerza la cultura y el sentido de pertenencia de docentes y alumnos aborígenes, con amplio respeto a ellos.

La idea del programa “De crianca para crianca” (De niño para niño) es de un grupo privado que quiere darle nuevo aire a la educación brasileña utilizando una fórmula simple y efectiva. Al llegar a la escuela que les abre las puertas, DCPC capacita a los docentes combinando juego y tecnología.  ¿Cómo funciona este programa? El maestro prepara la clase prevista según la Base Nacional Común Curricular. Ya en la sala de aula promueve una conversación animada sobre el asunto. La clase discute ampliamente y luego elabora un texto sobre el cual construye una historia que el grupo ilustra. Con la narrativa y los diseños elaborados, los estudiantes organizan la lectura del relato que el profesor se encarga de grabar con un celular. “De niño a niño” recibe en su plataforma la historia, dibujos y locución y produce un dibujo animado corto.  El grupo revisa el dibujo animado y aprueba la versión final lista para ser compartida. Va a Youtube, donde ya hay más de mil videos y se convierte en patrimonio educativo disponible para alumno, maestro o escuela -dentro o fuera de Sao Paulo- que la quiera aprovechar.  Entre los muchos producidos están animaciones como, El mundo de las matemáticas, La ciudad de la lengua portuguesa, Cuidado del agua, Consumo consciente, etc.

En ambos casos la tecnología es sólo el medio. Puede ser más o menos potente, pertenecer al mundo de las teleconferencias, el diseño animado, o cualquier otra opción informática. Sin embargo, lo importante son los objetivos, contenidos y resultados. La clave está en la constatación de su impacto en el proceso educativo y en la forma como contribuye a la formación de seres humanos acordes con su tiempo y con las fortalezas necesarias para el esquivo futuro que nos espera. Estos son sólo dos ejemplos cuyo mérito es atreverse a sondear nuevas opciones.