En esta fecha del día en que la Virgen de Fátima hace su aparición, esta bella ciudad de Medellín se llena de recuerdos. Son 40 años y es más el montón de anécdotas y vivencias que decir es un día de gran celebración. Es el nacimiento de Amor por Medellín.
♦ Y se puede comenzar a contar el festejo de millones de recuerdos como comienzan los cuentos de hadas: Erase una vez…una linda ciudad rodeada de verdes montañas, con aroma de flores y cielo color de orquídeas a la que llamaban “Tacita de plata”. Era brillante y limpia, sin afanes, activa y con mucho empuje. Tan atractiva que de ella se enamoraron demasiado para hacer plata. Y mucha plata. Y la plata trae alegrías y lágrimas. Corrían los años 80 y eso de decir soy de Medellín daba pena, año de “mágicos y cartel”, de abundancia y muerte. “Algo hay que hacer” pensó y dijo el señor alcalde de ese año de 1980, don Bernardo Guerra Serna. En la ciudad un puñado de gente valiosa, amorosa por su casta de antioqueños, dirigentes de empresas que eran orgullo nacional, gente de valores familiares. Vengan… dijo el señor Alcalde que tengo que hablar con ustedes. Un día 13 de mayo de 1980 a las 5:30 de la tarde, saludando aquí y allá, unos 50 invitados hicieron presencia y quedaron sus nombres en el registro histórico de darle vida jurídica a la: Fundación Solidaridad por Medellín. Lo que es “Amor por Medellín”.
♦ ¿Qué quiénes eran estas distinguidas personas que presenciaron esta carta de amor? Porque la verdad que a un hecho que estaba ocurriendo tan oscuro, se le impuso una frase que fue de batalla e hizo reaccionar a la comunidad que estaba muerta del susto y de la pena: Quiero a Medellín.
Unos nombres porque no caben todos y a los que en esa época se les llamaba “vacas sagradas”: Reinaldo Arroyave, Pedro Javier Soto, Julio Ospina Ramírez, Darío Restrepo Rendón, Jaime Posada Ángel, Gabriel Fernández, John Gómez Restrepo, Monseñor Alfonso López Trujillo, Luis Alfonso Quintero, Ramiro Barrientos, Guillermo Hincapié Orozco, María Teresa Fernández, Monseñor Darío Múnera, Arturo Uribe Arango, Alfonso Núñez Lapeira, Jorge Valencia Jaramillo, Fabio Echeverri Correa, Fabio Rico Calle, Álvaro Uribe Moreno, Sofía Medina, Jorge Cárdenas Gutiérrez, Jaime Tobón Villegas y… Brigadieres y Coroneles de ese entonces.
♦ La ciudad se agitó, se alegró y empezó a tararear la famosa y todavía actual campaña de publicidad, creación del publicista Michel Arnau. Dale amor a Medellín….
La intención era tener una entidad que se volcara a sacar esos valores humanos, la paz, el respeto, el buen comportamiento, a sentir orgullo por su ciudad, sentido de pertenencia. De aquí las campañas cívicas las que siempre se han llevado a escuelas y colegios de la ciudad y de muchos municipios. Fue el renacer.
♦ La Fundación ha tenido en su Presidencia en estos 40 años a: Alfonso López, Olga Clemencia Villegas de Estrada, Luz Castro de Gutiérrez, María Cristina Echeverri y Didier Vélez. Doña Didier le ha entregado su alma y corazón durante 20 años… puro amor.
En la dirección ejecutiva han estado desde su creación: Mario Libardo Bedoya, Luxy Jaramillo de Mora, María Elena Restrepo de Afanador, Gilma Palacio, Martha Ligia Jaramillo y en la actualidad con 27 años de actividad, Ana María Echeverri Obregón.
♦ Siempre en todos estos años, se le ha tocado la puerta a los gobernadores y a los alcaldes, unos muy generosos como en los años de Pablo Peláez González quien impulsó la campaña: “Depende también de ti… darle amor a Medellín”.
Empresas de aquellos años que fueron generosas, personalidades como Jorge Molina Moreno con quien se realizó la campaña de arborización de la ciudad. Don Jaime Arango Vélez quien desde la fundación ha estado presente con sus ideas en la Junta Directiva. La Secretaría de Educación de Medellín que siempre ha apoyado las campañas educativas. Mucho es el trabajo silencioso que se ha hecho, muchos los afanes y dificultades económicas, pero sigue en el corazón de los miembros de junta ese “Amor por Medellín” que hoy recuerda sus 40 años. Años que están en una canción, en bolígrafos, en gorras, en camisetas, en vasos, en llaveros… souvenirs que venden de feria en feria.
♦ ¿Una sede? Nada, han caminado del timbo al tambo desde la primera acogida en el Museo de Arte Moderno cuando estaba en el Carlos E. Restrepo, luego en el edificio Vicente Uribe, más adelante en el Edificio Omni, salen de ahí para la Universidad de los Claretianos y ahora… lejísimos están en una sede del Inder en la Loma de Los Bernal… Amerita que por amor tengan techo propio.
Nota: Muchas de estas personas mencionadas descansan en la paz del Señor y muchas siguen llenas de Amor por Medellín.