Ya se tenía a Black Sabbath y Judas Priest más el sonido reciente de Iron Maiden y Motörhead, pero en Estados Unidos se estaba escuchando el rock adulto contemporáneo (Journey, Styx, etc). El thrash metal surgió de un movimiento subterráneo que tomó fuerza en San Francisco, Nueva York y Los Ángeles, fortificado por el intercambio de cassettes, revistas, radio, tiendas de discos y sellos discográficos independientes.

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¿Cómo empezó todo? Músicos como Gary Holt (Exodus) y Kirk Hammett (Metallica) coinciden que el empuje estuvo con el programa de radio Rampage Radio en KUSF en la Universidad de San Francisco. Los metieron en la nueva ola del heavy metal británico y escuchar por ejemplo la aspereza de Venom los enrutaría a formar bandas locales.

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Brian Slager, fundador de la Metal Blade Records conoció al joven danés Lars Ulrich (luergo baterista de Metallica) y miró su gran colección de discos europeos. Eso lo motivó a descubrir más de esas bandas. En New Jersey había una caseta con discos británicos importados que Scott Ian (Anthrax) espulgaba. Su dueño era Jonny Z, fundador de Megaforce Records. Cuando un día le llegó un álbum de Angel Witch por error, se impactó y comenzó a traer todo lo británico, como Raven y Diamond Head.

El trueque de cintas fue muy importante para la escena del thrash. Era más o menos el equivalente de lo que Internet es hoy. Sin las bandas haber sacado un álbum, el público en los conciertos ya se sabía las canciones. Fue la Metal Blade quien agrupó bandas y las lanzó en el famoso recopilado Metal Massacre, que tuvo varios volúmenes.

Megaforce Records fue quien publicó el álbum de Metallica Kill ’Em All en 1983, demostrando que se podía tocar más rápido y pesado que cualquier género anterior. Se vendieron al instante 1.500 copias, luego otras 3.500 en una semana. Decía Hammet que aparecieron bandas que tocaban ritmos más rápidos y realmente agresivos como Possessed, súper satánicos y muy jóvenes. De 1983 a 1986, el thrash (o "speed metal", como otros lo llamaron) evolucionó a un ritmo vertiginoso, las cosas se movieron increíblemente rápido. De clubes pequeños, ya las bandas tocaban ante 5000 personas y luego en festivales.

El debut de las bandas pioneras del thrash fue contundente: el Kill 'Em All, Fistful of Metal (Anthrax), Show No Mercy (Slayer), Killing Is My Business (Megadeth) y Bonded by Blood (Exodus). Un hecho importante en 1984, fue cuando firmaron Anthrax a Island, Raven a Atlantic y Metallica a Elektra. Fue también la época de rivalidad hacia el género hair/glam metal del momento, donde surgió la frase Kill the Posers (muerte a los exhibicionistas o posadores).

¿La paz se vende, pero quien la compra? es el segundo álbum de Megadeth de 1986

La combinación sonora de bandas de punk extremas con el metal incidió en la creación de grupos de hardcore, donde los términos “mosh” y “diving” reflejaban la reacción corporal del público en un pogo y el salto desde tarima, y que fue adoptado por el thrash. Scott Ian, con la imagen del zombie, crea S.O.D. y su album Speak English or Die de 1985 tiene suficiente metal y bastante hardcore para complacer ambos gustos.

Con Reign in Blood de 1986, Slayer pudo lograr mucha pesadez con excelente producción

1986 fue un año de oro para el thrash estadounidense. La música se estaba volviendo más popular y mejor que nunca con el lanzamiento de tres álbumes clásicos: Master of Puppets de Metallica, Peace Sells... But Who's Buying? de Megadeth y Reign in Blood de Slayer, pero penoso por la salida de Paul Baloff de Exodus y la muerte del bajista de Metallica, Cliff Burton. Este músico parecía dejar un vacío, no solo en su propia banda sino en el thrash metal. Decía Hammet que de repente, todos querían ser progresivos y mostrar sus habilidades, aparte de la presión de las disqueras grandes para moldear su música. El And Justice for All (Metallica) y el South of Heaven (Slayer) habían cedido de alguna manera, solo tocar rápido y pesado pasó a un segundo plano. El thrash atrajo la atención de Headbangers Ball de MTV, programa que contribuyó a la gran popularidad del género y también impulsó muchas bandas como Testament y Overkill.

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Todo inicio de década parece sorpresivo, y los géneros como el Alternativo y el Grunge de los noventa empezaron a llamar la atención a las disqueras y de 200 emisoras de metal quedaron quedaron por decir unas 20. Fue un declive del thrash, que afortunadamente tuvo su resurgimiento para el nuevo milenio y que es otra historia. Fueron muchas otras bandas y sucesos que por espacio no se alcanzan a mencionar, pero que sea un motivo de autogestión cultural, repasar la historia y escuchar los álbumes.

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