La coyuntura debe servir para que se revivan los debates, se continúen los procesos de análisis de reforma, se descongelen los diálogos intelectuales y políticos en torno a estos temas, pero siempre con la precaución de no promover pequeños golpes de estado.
Hace menos de un año publiqué un libro cuyo nombre es: ¡Reforma política ya! Por ello muchas personas creen que yo estaría de acuerdo con hacer reformas políticas en estos momentos, pero no es así. Como he dicho reiteradamente en este y otros medios, considero que en tiempos de crisis no se debe hacer mudanza, según decía el fundador de los jesuitas: San Ignacio de Loyola.
Pero también es cierto que ello no significa descuidar el debate como dije recientemente en mi canal de YouTube: David Roll, POLITICA para extraterrestres.
En él explico cómo llevo más de 1/4 de siglo escribiendo sobre la reforma política, dando clases sobre ella y asesorando instituciones públicas en ese tema, por lo cual es evidente que yo sí creo en la necesidad de reformas políticas para mejorar la gobernabilidad democrática.
Por supuesto habrá que hacer algunos cambios en estos tiempos difíciles, pero de carácter transitorio y sobre todo para afrontar los obstáculos que supone la pandemia. Pero no creo que es momento de modificar el sistema electoral, ni mucho menos el ordenamiento territorial de manera radical.
Lo que sí aplaudo son los esfuerzos que se están haciendo en las altas cortes, en la Registraduría, en las universidades, etc. Hay muchos líderes y muchas personas trabajando en la reforma del código electoral, en ir pensando una mejor reforma política para obtener mayor legitimidad y otras cuestiones similares.
Lo que quiero significar es que esos procesos no se deben frenar, pero tampoco acelerarlos por motivo de la crisis de salud y económica.
El mensaje final que he expresado en mi canal de YouTube es mi gran conclusión en esta columna: la coyuntura debe servir para que se revivan los debates, se continúen los procesos de análisis de reforma, se descongelen los diálogos intelectuales y políticos en torno a estos temas, pero siempre con la precaución de no promover pequeños golpes de estado sin la debida deliberación colectiva en torno a un tema.
Me preguntan mucho en los medios si la relaciones entre los gobernadores y los alcaldes deben modificarse constitucionalmente, y la respuesta mía ha sido que por ahora no. Recientemente en la emisora de la Universidad Nacional expresé en este sentido que, por supuesto, nuestro ordenamiento territorial debe repensarse y que la descentralización que iniciamos en el 91 necesita una reestructuración, pero que en la actual coyuntura lo que debemos hacer es regirnos por lo que dice la Constitución y lo que ordenan las leyes.
En síntesis, y como explico en el video que aquí anexo, la reforma política es necesaria, pero debe ser un proceso de decantación deliberativa muy serio, sin afanes imprudentes, pero tampoco con dilataciones permanentes.
Ver el video en: https://youtu.be/RJcLd_y2GEI
@DavidRollVel