Las máscaras se usan en el teatro como un elemento de transmisión de emociones, sin embargo, para Antonio Fava, actor italiano, estas representan un recurso que va más allá en el arte de la actuación.

En sus palabras, son sinónimo de vida en escena, y lo dijo así porque su estilo propio, el mismo que confesó ha venido moldeando por treinta años, resignificó la esencia misma de esas máscaras, al convertirlas en el objeto teatral, la vida misma de las tablas cuando él está ante el público.

Cuando de hablar del arte de las caretas en la actuación se trata, Fava alardeó de ser un “explorador vivencial”; él, director de la Escuela Internacional de Actor de Cómic, en Reggio Emilia, al norte de Italia, e instructor de la técnica Commedia dell'Arte en institutos, universidades y academias dramáticas de todo el mundo, es todo un diestro diseñando y creando máscaras. 

Es decir, en su arte encontró el éxtasis al darle vida a los personajes que interpreta desde la creación de la careta a la que le dará vida en escena, ya que “sólo concibiendo desde el origen a la máscara misma, es que los actores podemos encarnar todo lo que es ella ante el público, nos volvemos un espejo del alma, somos transparentes con el espectador”, narró.

De esa misma vocación quiere contagiar a sus estudiantes, pues considera que sólo estando desde los momentos iniciales en la creación de las caretas o máscaras, los actores logran adquirir la habilidad innata de representarlas en el escenario y ante el público, “como bien debe ser”, recalcó.

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Hijo de una familia de artistas, sus hermanos se inclinaron por la pintura y el dibujo, su padre era actor de ópera y su madre compartía ese espíritu de interpretación, de allí es que él se vale para justificar la perfección de su técnica, pues como bien dijo, pudo haber elegido cualquier otro arte, de tantos que hay en este mundo, y se inclinó finalmente por aquel en el que pudo brillar con luz propia, como se lo habían pedido sus padres desde que era tan sólo un niño.

Ese arte al que se ha logrado dedicar gran parte de su vida le ha permitido aportar como formador de los nuevos talentos, por ello, él expresó que las caretas son su vida misma.

Una careta que atrae

El arte de las caretas en el teatro es llamado también el estilo de máscaras contemporáneas o la comedia en la actuación de las tablas. 

Explicó Antonio Fava que una máscara es una pieza de material, usado sobre parte o la totalidad de la cara. Sus formas varían así como el material del que esté hecho, tela, plástico, yeso, madera, papel, entre muchos más; “si la máscara está bien elaborada y su creación constituyó el ritual ideal, poniendo todos los sentidos en ese elemento de arte, ya se tiene hecho casi todo el trabajo en escena, la otra parte del trabajo depende de la habilidad misma del actor”, declaró.

Las caretas son una técnica a la que muchos actores le temen, contó Jader Guerra, director del Teatro La Polilla y del Festival de Mimos y Clowns de Medellín, Mímame.

Ese miedo circunda en algunos actores al desestimar el tener la cara tapada en el escenario, explicó Guerra que una careta puede llegar a captar el doble de la atención del público, pues históricamente posee un “efecto imán” entre la audiencia. 

En consideración de Antonio Fava, al tener la cara tapada, los actores deben tener una conciencia corporal plena para este tipo de teatro, y a ello, el actor añadió otros elementos a cuidar en escena como la concentración, los impulsos, la gestualidad y el juego de movimientos.

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En la concepción de la Commedia dell'Arte o comedia del arte italiano, un tipo de teatro popular nacido a mediados del siglo XVI en ese país y conservado hasta comienzos del siglo XIX, las caretas y el teatro están “íntimamente unidos”, explicó este artista que esa conexión yace en el sentido mismo de la unión entre tragedia y la comedia.

En sus rutinas, Antonio Fava ha construido guiones de amor y desamor, de miedo, con historias ecológicas y con vivencias de la muerte, todas ellas, expresó, las pueden ver tanto grandes como chicos, y “las disfrutan igual”, relató.

En el teatro existen las máscaras neutras, con las que el actor no muestra ningún tipo de gesto; también las caretas de la Comedia del Arte, en las que se muestra medio rostro, y la máscara japonesa, del teatro lírico japonés, quizá la más difícil de interpretar, pues los expertos estiman en lo mínimo diez años de experiencia para actuarla a la perfección.

De todas ellas, Fava prefiere las segundas, obviamente, su escuela, el arte con el nació y creció, y el que lleva varios años exhibiendo ante el mundo, tarea que lo trajo a Medellín, en el desarrollo del Festival Mímame, para dictar talleres a actores consagrados de la escena local y además presentará su obra El Pulcinella Enmudecido, este viernes 9 y sábado 10 de noviembre, en la Casa Teatro El Poblado, a partir de las 8:00 p.m.