Cualquier parecido con lo que está ocurriendo con algunas “transformaciones” actuales en Colombia, no es una simple coincidencia
La adjudicación de los últimos premios Oscar del cine, al otorgar la distinción al mejor actor gracias a la gran campaña publicitaria que montaron, mostraron una especie de glorificación de un personaje, el Joker, o mejor el Guasón, uno de los malvados de mayor trayectoria como enemigo de uno de los héroes más conocidos de los comics: Batman. Esta “transformación” kafkiana parece que la están experimentando también muchos de los personajes del acontecer nacional.
Para darle seriedad y profundidad al tema es preciso recordar cuales son las artes.
Las Bellas Artes eran 6: Arquitectura, Escritura, Pintura, Música, Declamación y Danza, con el desarrollo de la humanidad aparecieron otras tres artes, a saber: el séptimo arte: el Cine, el octavo la Fotografía y el noveno las Historietas o comics.
Pues bien, parece ser que los guionistas del noveno arte se están quedando sin argumentos porque han matado y resucitado a los héroes varias veces, han viajado al pasado y al futuro, han ido al microcosmos y viajado a los confines del universo y últimamente han recurrido a presentar a los villanos o malvados de vieja trayectoria, como unas pobres víctimas de la sociedad y de la injusticia de la humanidad. Es que “No les tienen paciencia” al decir del Chavo del ocho.
Cualquier parecido con lo que está ocurriendo con algunas “transformaciones” actuales en Colombia, no es una simple coincidencia: es una cruda realidad. En general, el mamertismo es muy hábil y eficiente en fabricar toda clase de maquillajes o “transformaciones” para torcer la verdad y la realidad para propiciar el caos.
Al escribir esta nota se ha planteado, con la gavilla mediática a la cabeza, otra controversia consistente en que debe mantenerse fuera de la universidad a los uniformados (las fuerzas del orden). Resulta que hace mucho están haciendo y deshaciendo dentro de ella los “uniformados encapuchados” y la tal autonomía se “transformó” en terrorismo. También es lo que viene ocurriendo, por ejemplo, con las innumerables “víctimas del conflicto armado” que siguen apareciendo y exigiendo curules en el Congreso, lo mismo con los terroristas narcotraficantes criminales que aparecen ahora “comulgando con ruedas de molino” con la complicidad de la JEP.
También existen “transformaciones”, aunque muy esperadas y deseadas pero que a la postre no ocurren. Esto parece ser lo que ocurre con los frutos del pacto de La Habana, porque la anhelada paz parece estar cada vez más distante. Asimismo, parece ser que es lo que está ocurriendo con el Gobierno Nacional. Bastaría mirar, por ejemplo, lo que ocurrió con el nombramiento del nuevo fiscal. Se volvió a presentar el caso de una “terna de uno”, característica bien conocida del gobierno anterior. Algo similar parece estar ocurriendo con la “búsqueda de la gobernabilidad” y la comunidad tiene el temor de que retorne la repartición santista de mermelada.
Ciertamente no es de esperar una “transformación”, para bien, de algunos estamentos como el Congreso y las cortes.
Con los cambios de gobierno. ocurre que a pesar de que aparentemente vienen grandes cambios o “transformaciones”, porque “cada torero viene con su cuadrilla”, es decir que se “cambian” los equipos de gobierno de alto nivel, resulta aquello de que “todo cambia para que nada cambie”. En el campo nacional es claro que el santismo “sigue por ahí”, y, claro, sigue el incremento de los cultivos ilícitos, la minería ilegal, la inseguridad, la impunidad, los vandalismos escudados en los paros de las protestas dizque justas, y así por el estilo.
En el campo local, es preciso reconocer que el departamento afronta el problema de la inseguridad reinante en grandes zonas, pero “no temáis”, entre las primeras propuestas está la de buscar una “transformación” aumentando la burocracia (¡!).
En el municipio de Medellín es de destacar que una de las primeras intenciones, buscando lograr la anhelada “transformación” es la “Construcción del plan de desarrollo”. Para ello con la colaboración de la U de A y la U Nal, en la medida que los “retozos” revolucionarios estudiantiles lo permitan.
Para ello se desarrollarán, entre muchos otros eventos, 21 foros territoriales con las siguientes líneas estratégicas: “Recuperación Social, Transformación Educativa, Ecociudad Sostenible, Valle del Software y Gobernanza y Gobernabilidad”. Cada una de estas líneas tiene innumerables temas específicos a tratar y se pretende con dichos foros, con una larguísima duración, que la comunidad intervenga como una demostración de democracia participativa.
Se corre el peligro de caer en un abismo de palabrerías populistas y demagógicas, cantos a la bandera y lugares comunes que la comunidad no puede digerir.
Se olvidaron de que: “Solo lo simple es cierto”.