Parece que para la RAE usarla es un error, salvo que haya un riesgo de ambigüedad enorme. O sea, salvo que realmente la idea no se entienda.
Ya van 10 años y aún muchos se pelean. Muchos siguen tildando esta palabra cuando funciona como adverbio (solamente). Y está bien, cada quien. Quiero contarles por qué las academias decidieron borrar del sistema esta tilde tan amada.
La tilde sobre “solo” entró formalmente al sistema en 1880, pero tenía seguidores y usuarios desde antes. Y ahí empezó la pelea: la RAE la ha considerado costumbre, opción no obligatoria, de uso obligatorio en sus 140 años de existencia (existencia de la tilde sobre “solo”). El criterio mismo de la academia ha cambiado en todos estos años y hasta que en 2010 la expulsó del sistema, aunque todavía hoy la norma no es clara clara del todo. Parece que para la RAE usarla es un error, salvo que haya un riesgo de ambigüedad enorme. O sea, salvo que realmente la idea no se entienda.
Vamos a ver las razones de su salida del sistema ortográfico, queridos lectores:
1. La tilde diacrítica entró al sistema hace unos, mal contados, 270 años (270, sí) para solucionar un problemilla: “el vino de Chile” puede significar que el vino es chileno o que un fulano llegó de Chile. La verdad es que el contexto siempre aclara. En todo caso, se inventaron la diacrítica para diferenciar monosílabos tónicos de átonos. Los primeros fueron dé, sé y sí, frente a de, se y si (átonos, los decimos sin fuerza). “Solo” siempre es tónico (lo decimos con fuerza siempre, sea de soledad o sea de solamente), así que de entrada rompe el principio (tónico vs. átono).
2. La tilde diacrítica no sirve para indicar que una palabra pertenece a una categoría gramatical: “solo es adjetivo y sólo es adverbio”. No, una tilde no tiene esa función, se supone. O sea, aunque él es pronombre y el es artículo (dos categorías gramaticales diferentes), la tilde no está ahí para decirnos eso, sino que está ahí para decirnos que “él” es tónico y que “el” es átono, punto.
Realmente, la tilde diacrítica (ninguna) no es necesaria porque el contexto siempre aclara.
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Barraganía. Esta palabra aparece fácilmente en textos antiguos: “En dulce barraganía dos amantes engarzados estuvieron largo tiempo,
mas llegó el desengaño a la dama” (fue escrito en 1637). Barraganía significa amancebamiento: cuando dos personas establecen una relación marital (se van a vivir juntos) sin casarse.