Un total de 37 partidos han jugado entre Roger Federer y Rafael Nadal, nueve de estas en finales de Grand Slam. Y sin embargo, Federer y Rafa nunca se han encontrado en Flushing Meadows. Ahora, en un US Open lleno de sorpresas, Federer espera que tanto él como Nadal eviten decir adiós antes de la posible semifinal entre ambos. En 2011 estuvieron a un punto de medirse en la final, con un Nadal que superó a Murray en semifinales y un Federer que no pudo convertir dos puntos de partido ante Novak Djokovic.

“Cuando ves a la cantidad de cabezas de serie, te centras en tratar que no te suceda a ti”, dijo Federer, hablando sobre las ausencias y las lesiones de los mejores del ranking mundial, y que este lunes dio un paso más al ganar en sets corridos a Philipp Kohlschreiber por 6-2, 6-4 y 7-5. 

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“Creo que durante muchos años para Rafa y para mí, hemos intentado llegar a cruzarnos aquí y no se ha dado. En 2011 estuvimos a un punto. Esta semana no siento la presión. Veremos cómo va. Habrá un finalista novel en la parte baja del cuadro, algo que es emocionante. En la parte alta del cuadro aún quedan muchos jugadores de gran nivel. Me alegra seguir en competición”. “Rafa luchó muy bien y me alegro por él. Ya veremos si se da nuestro duelo o no. Tengo curiosidad”.

Mientras jugadores como Alexander Zverev, Marin Cilic, Grigor Dimitrov o Jo-Wilfried Tsonga tuvieron tempranas despedidas, Federer y Nadal han ido encontrando poco a poco su tono y su nivel. Pese a que Federer por ejemplo, tuvo que renunciar a la gira de preparación previo al US Open por una lesión de espalda.

Para que el anhelado juego entre ambos en el US Open se vuelva al fin realidad, Nadal tendrá que superar al joven ruso Andrey Rublev, mientras Federer la tendrá mucho más difícil pues tendrá que dejar en el camino a Juan Martín del Potro, que dio una demostración inolvidable de espíritu deportivo al vencer al bravo Dominic Thiem remontando dos sets y con grandes problemas de salud.