A propósito del Día Mundial del Cáncer de Próstata EL MUNDO consultó al doctor Héctor Jaime Posso Valencia para despejar dudas en torno a esta enfermedad.
Es frecuente en hombres, cada vez se presentan más casos, no está del todo clara la forma de prevención y en Colombia se ubica entre las primeras cinco causas de muerte en hombres. El 90% de los pacientes con cáncer de próstata desarrollan metástasis ósea, y de ellos el 97% muere en un período de 5 años. Por esto, El MUNDO habló con el doctor Héctor Jaime Posso Valencia, epidemiólogo y asesor científico para Oncología.
¿Cómo está el panorama del cáncer de próstata en Colombia?
Lo primero es que el cáncer de próstata es el más frecuente en hombres, más de 11.000 casos nuevos por año se están diagnosticando. Casi la tercera parte de ellos van a morir por esta enfermedad, convirtiéndolo en la segunda causa de muerte por cáncer después del cáncer gástrico en Colombia y pareciera que a diferencia de otros países del mundo, sigue aumentando tanto en incidencia como en el riesgo de morir, distinto a otros sitios en el mundo donde se han hecho esfuerzos enormes para hacer detección temprana y manejo adecuado y tener tratamientos disponibles que sean más eficaces y seguros para esta enfermedad cuando ya está instalada.
¿Existen otros elementos que influyan en el aumento del número de casos?
Lo otro es que hay que ver que la expectativa de vida está aumentando y eso hace que la enfermedad aumente, de hecho la mayoría de los casos se presentan en hombres mayores de los 75 años.
También hay otros factores relacionados con el aumento en la población como son la falta de ejercicio físico, el consumo de carnes rojas que parece estar asociado y obviamente de dietas adecuadas, específicamente la exclusión de consumo de frutas y verduras que son las que deben estar dando factores protectores a la población.
Hablando de la importancia de la detección temprana de este cáncer, ¿existen signos de alertas que los hombres puedan identificar?
Hay una estrategias en eso, un hombre que tenga antecedentes familiares, ya sea un hermano, un tío o papá que hayan tenido cáncer de próstata debería empezar tempranamente a buscar la ayuda de un urólogo para que empiece a hacer evaluaciones antes de que la enfermedad aparezca. Pueden monitoreando su PSA, que es una manera de hacerlo, pues aunque hayan cambios mínimos son de mucha ayuda para los urólogos para poder diagnosticar o detectar tempranamente la enfermedad.
La otra es estar atento a señales de peligro que se confunden en personas de avanzada edad con signos de agrandamiento de la próstata pero que de alguna forma también están relacionados y es que por ejemplo el aumento en la frecuencia en las ganas de orinar, disminución en el chorro urinario, sangre en la orina, dolor en las relaciones sexuales. Debe acudir lo más pronto posible a un urólogo, porque debe ser tratado adecuadamente.
Es mito o realidad cuando se dice que los hombres en su edad joven pueden cuidarse por ejemplo con una posición al orinar.
No, es un mito que hay sobre eso, como el uso de brasieres con varilla en las mujeres. No tiene ningún sustento científico, simplemente se han propagado como mitos urbanos alrededor de esto, pero muchas gracias por la pregunta porque ya es importante dilucidarla.
¿Entonces la única manera de prevenir un poco es a travás de la alimentación y el ejercicio, como usted lo mencionaba?
Sí, también la cualidades del consumo de tomate, no sólo entero sino como pasta de tomate y otros productos que la contengan. Hay cosas como los antecedentes familiares que no son prevenibles pero que alertan a esas personas que los tengan son indicios para que acudanr de manera temprana al médico.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para los pacientes que padecen esta afección?
Hoy en día hay muchos tratamientos que son efectivos. Eso ha hecho que en algunos países del mundo la mortalidad ha disminuido y que estemos frente a que muchos pacientes con cáncer de próstata, incluso con metástasis, estén viviendo 4 o 5 años después del diagnóstico de la enfermedad metastásica y eso es una buena noticia.
Hay varios tipos de tratamiento, uno de ellos es la cirugía, que es la piedra angular del tratamiento, lo otro es la radioterapia, la quimioterapia y el tratamiento con lo que llamamos radiofármacos. Este último tiene un papel muy importante en pacientes en los cuales la enfermedad ya migró al hueso, es decir que hay presencia de la enfermedad en la parte ósea, lo que se conoce como metástasis ósea.
¿Cómo funciona la radioactividad moderna en las personas con cáncer de próstata?
Hay dos tipos de radiación, una es la radioterapia externa, que es la que conocemos hace muchos años, hace más de 100 años se vienen tratando pacientes con este método. Se ha estado haciendo con radio, entonces ya lo hacemos con cobalto o con otras cosas, pero la seguimos haciendo, es decir que irradiamos desde afuera al paciente la superficie corporal donde está el tumor.
La otra forma es a través de radiofármacos que se inyectan en el torrente sanguíneo y van específicamente al hueso, allí liberan energía en pequeñas dosis que de alguna forma matan las células cancerosas que están en el hueso, eso tiene un efecto localizado, potente y ayuda a mejorar síntomas como el dolor (muy frecuente en estos pacientes en enfermedad avanzada), y ayuda a mejorar la supervivencia de estos pacientes, incluso ayudándoles a mejorar la calidad de vida, siendo más seguro que otros tratamientos que hacen lo mismo.
¿Cómo funciona esta mejoría?
Hay un radiofármaco que llamamos "radio 223", que hace exactamente eso, se parece al calcio, va al hueso, libera energía y produce alivio y una mejoría en la supervivencia con muy pocos eventos adversos, eso es una opción de tratamiento para pacientes con enfermedad avanzada y que ya ha migrado al hueso.
¿Cómo se mejora la calidad de vida de un paciente que padece un tipo de cáncer como este?
Cuando el médico está frente al paciente tratando de definir qué tipo de tratamiento le debe dar, sólo tiene dos opciones en las que se centra: una es prolongarle la vida, pero también es cierto que esa prolongación de la vida no debe ir acompañada con un deterioro en su calidad de vida, porque de nada serviría que por prolongarla esa persona no tenga calidad de vida.
Por tanto, la calidad de vida se vuelve tan o más importante que la misma prolongación. Si yo encuentro algo que tenga las dos, esa estrategia se vuelve una muy importante para el paciente y el médico. Más de la mitad de los pacientes de este tratamiento mejora el dolor.
Hemos visto que en tratamientos puede haber innovaciones pero no son bien recibidas por parte de la comunidad médica o por las personas del común. ¿Qué tanta receptividad tienen estos tramtamientos?
Obviamente todas las cosas que son nuevas y que son innovadoras necesitan un tiempo para madurar. A veces la receptividad es alta al inicio, pero a veces se demora un poco en que la gente y en este caso quienes lo prescriben que son los médicos, entiendan el papel de una tecnología como esta con los pacientes.
Además, esto no es que vas y compras un medicamento en una farmacia, sino que hay que tener coordinación entre unidades de medicina nuclear, médicos tratantes, pacientes y una central nuclear que se encarga de hacerlo en Noruega; es una logística compleja. Ya llevamos más de un centenar de pacientes tratados.
Algún caso que pueda compartir...
Un paciente en Medellín nos dijo que ya pudo volver a subir Las Palmas, ya está volviendo a hacer ejercicio. Es decir se ve un cambio, las personas vuelven a su casa después de la aplicación y vuelven a interactuar con familias sin ningún problema debido a la misma naturaleza que tiene este tipo de terapias.
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