La reparación a las víctimas y la garantía de verdad, justicia y no repetición fue un punto del acuerdo entre el Gobierno y las Farc calificado como central durante los más de cuatroaños que tomó proceso de negociación. Hoy las víctimas cierran 2017, el primer año de implementación de los acuerdos, en medio de un clima de insatisfacción que las ha llevado a considerar como falaz el discurso que las ubica “en el centro del acuerdo”.

Herbin Hoyos, presidente de la de la Federación Nacional de Víctimas de las Farc (Fevcol), destacó el 2017 como un año en el que se logró visibilizar que “las víctimas nunca estuvieron en el centro del acuerdo” y que por el contrario, se favoreció a las Farc hasta el punto de permitirles su llegada al Congreso de la República sin debatir con quienes son su interlocutor válido. “Llevar a las Farc solas al congreso es llevarlas a debatir con congresistas que no las conocen, que no saben cómo operan y ahí se está excluyendo a las víctimas que son quienes de verdad saben como operan pero no se les está dando participación directa en el Congreso sino que se pretendía someterlas a la puja electoral cuando no tienen el presupuesto ni la infraestructura política y logística de las Farc”, señaló Hoyos.

Al referirse a los logros de esta población en el año que concluye, el directivo de Fevcol destacó la modificación que se logró hacer en el Congreso de la República a varios puntos del acuerdo, “entre ellos destacamos haber logrado que los delitos sexuales sean juzgados por fuera de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), porque el hecho de garantizar que estos delitos pasen a ser juzgados por la justicia ordinaria muestra que la violencia sexual no tiene relación alguna con el conflicto y que de ninguna manera es un acto que contribuya a doblegar al enemigo”.

Al respecto, Yolanda Perea, representante de las víctimas de violencia sexual, apuntó que ha sentido la ausencia del Gobierno, “hemos venido trabajando desde las organizaciones de base, denunciando lo que pasa en los territorios porque después de la firma de los acuerdos, donde antes estaban las Farc han ido llegando otros grupo armados y se ha incrementado la violencia contra lideres y lideresas que trabajamos por la reconstrucción del tejido social”. Perea también se refirió a la ausencia de las víctimas en el Congreso y señaló que “ahí también se ve que realmente las víctimas no estamos en el centro de este proceso, yo personalmente he dicho que prefiero este acuerdo imperfecto que una guerra en permanencia, pero no es posible que para aprobar que las Farc tuvieran curules todos los legisladores se movieran, pero a la hora de darnos la voz a las víctimas los políticos no se movieran y dejaran ahí, en veremos, nuestra participación. Eso demuestra una falta de compromiso”.

Teresita Gaviria, presidenta de la organización Madres de la Candelaria, coincidió en referirse al 2017 como un año difícil para las víctimas del conflicto armado “hubo muchas trabas, en nuestro clamor por la verdad el avance fue muy poco y el acompañamiento, especialmente para las víctimas de desaparición forzada, no se vio. Este año nos dejó desesperanza”.

Perea agregó que a pesar de las adversidades que han enfrentado, las organizaciones de víctimas han asumido la tarea de hacer seguimiento a lo acordado entre Gobierno y Farc y velar por la garantía de no repetición en los territorios “aunque el Gobierno no escucha a las organizaciones, nosotros estamos rescatando la historia de estos acuerdos, porque cada vez que se inicie un diálogo con un grupo armado debe haber quedado el aprendizaje del acuerdo anterior y aunque digan que los riesgos de los líderes son por líos de faldas, vamos a seguir trabajando y haciendo nuestra movilización”.

De cara al 2018, Herbin Hoyos explicó que el trabajo se centrará en velar por la participación política de las víctimas, “cuando esto se dé vamos a poder hablar de las víctimas representadas en el acuerdo, pero lo que está claro es que esto se logra a través del debate público, porque ni el Gobierno ni las Farc han mostrado voluntad para reconocer a las víctimas”. Teresita Gaviria señaló que el 2018 lo ve con grandes Expectativas, mientras Yolanda Perea coincidió con Hoyos en señalar 2018 como el año en el que se debe dar la discusión que ubique a las víctimas en el centro de lo acordado.