5 p de la educación superior

Autor: Ricardo Ernesto Torres Castro
3 febrero de 2020 - 12:04 AM

Los profesores son el centro de las universidades y ellos reclaman fuertemente atención para seguir garantizando el mejor servicio y producto académico.

Medellín

Hace unos meses, en medio de un importante evento de innovación en Medellín, me volvía a encontrar con un gran amigo de infancia que hoy trabaja como docente en Barry University. Después de la intensa jornada lo invité a un café y, andando por la ciudad empezamos a hablar de educación, del mundo de las universidades y de lo que realmente es esencial en la gestión de la educación superior. Alternábamos la conversación con la admiración que le despertaba la ciudad, Medellín es bella, urbanizada, armónica entre sus montañas y el inmenso valle. Hablando entre Medellín y las universidades, sin darnos cuenta terminamos diciendo que aquellas características que admirábamos de la ciudad era lo mismo que creíamos importante en la gestión de las universidades, es más, lo sintetizamos con 5 P: propósito, proyectos, personas, profesores y pasatiempos. En estas cinco palabras, inspiradas de lo que es la ciudad de Medellín, encontramos aquello que realmente es fundamental para hacer que nuestras universidades avancen en la búsqueda de la calidad.

Lea también: La universidad que soñamos

Una universidad con propósito superior es aquella que ha logrado traducir eso que en la misión y la visión se declara. Hoy, las personas no necesitan ver textos complejos colgados en las paredes para entender qué se hace en determinada institución, tan solo que, de la manera más simple mostremos lo que realmente somos y aquello que buscamos. Una universidad con propósito logra unir los intereses de todos aquellos que la integran, desde un punto de vista que nunca ningún concepto del marco estratégico había logrado. Muchas veces hemos oído a algunos decir que el propósito de sus vidas es ser feliz, para otros es servir, para otros puede ser otra cosa. Aunque sea complejo, declararlo con simplicidad es importante para que todos construyamos en la misma dirección. No es lo mismo decir que nuestra misión es formar con calidad a nuestros estudiantes mediante las funciones de docencia, investigación y proyección social, así como decir que nuestra misión es que a determinado tiempo seremos los mejores, a decir que el propósito de nuestras universidades es educar a la generación que sacará adelante este país. Y ser coherentes con el propósito es mucho más retador, ya que de éste se desprenden los diferentes proyectos sobre los cuales las instituciones se desarrollan. Si vamos a educar a la generación que va a sacar adelante el país, los proyectos que se desprenden de este propósito son innumerables y retadores. Con un propósito superior y unos proyectos claros, es más fácil encontrar las personas que nos ayuden a hacer realidad ese propósito. Personas dispuestas a asumir riesgos, gestionables, innovadoras, emprendedoras. Hoy, gran parte de la gestión de las universidades está en lograr hacer que las personas se sintonicen con el propósito superior y dinamicen los proyectos que se tienen, de esta forma, las universidades son las personas que la integran y por lo mismo, es la “p” más importante.

Le puede interesar: Reflexionemos sobre nuestra situación educativa

Un capítulo especial tiene en el modelo de gestión los profesores. Por muchos años hemos escuchado decir que las personas más importantes de las instituciones de educación superior son los estudiantes. Pues no, no creo en eso. Si bien, el estudiante es el recepcionario de todo lo que hacemos, éste no puede estar en el centro de la institución, puesto que bien entendido su lugar, quienes garantizan realmente el proceso de enseñanza–aprendizaje son los profesores. Hoy por hoy, esta se convierte en el oficio más importante para la sociedad y en la universidad es quien garantiza que la misión se cumpla y el propósito superior sea realidad. Los profesores son el centro de las universidades y ellos reclaman fuertemente atención para seguir garantizando el mejor servicio y producto académico. Finalmente, como pasa con las ciudades, las universidades son también lugares para pasarla bien. A la universidad vamos a desarrollar nuestras habilidades comunicativas, afectivas, relacionales, de bienestar con la sociedad y consigo mismos. Las universidades son, en esencia, lugares placenteros, lugares para aprender a pasar bien el tiempo y conectarme con lo más profundo del otro, su propia humanidad. Las 5 P son el punto de referencia para hacer mejores nuestras instituciones.

 

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Estudiantes en la universidad
Columnistas

De lo innecesario a lo fundamental

¿Qué va a pasar con las universidades que no comprendan los desafíos de la educación? ¿seguiremos formando con modelos educativos que simplemente no se adaptan a...

Lo más leído

1
Superior /

Las mujeres en la ciencia, una historia marcada por brechas de género

Pese a los grandes avances de las mujeres dentro de las ciencias exactas, la ingeniería y la tecnología,...
2
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
3
Cazamentiras /

Nicolás Maduro, ¿colombiano?

Recientemente, usuarios en las redes sociales reavivaron la polémica en torno a la nacionalidad del...
4
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
5
Columnistas /

Cinco cosas a favor y cinco en contra sobre el comunismo extinto

Los comunistas son tan enfáticos en su convicción que con la mayoría resulta imposible hacer un diálogo
6
Cazamentiras /

La falsa carta de despedida escrita por Gabo

Desde hace más de una década, usuarios en internet han difundo un texto bajo el nombre de Gabriel García...