Mientras el precio del café sigue en caída libre en la Bolsa de Nueva York, donde cerró este martes a 96 centavos de dólar por libra, el Gobierno Nacional y los cultivadores aglutinados en la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), empezaron a tomar medidas para salir al rescate de las más de 500.000 familias que viven del grano en el país, a quienes hace una semana se les está pagando la carga por debajo de los $700.000.

La decisiones se conocieron tras la reunión celebrada en la mañana de este martes en Bogotá, donde los representantes de los quince comités departamentales, la gerencia general de la FNC y los ministros de Agricultura y Hacienda analizaron la coyuntura y expusieron las medidas de corto, mediano y largo plazo para lograr que la caficultura vuelva a ser una actividad rentable.

Desde el Gobierno, los dos anuncios más importantes fueron la reorientación de los $95.000 millones que sobraron de la crisis del año anterior para reactivar el Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (Igec) y la revisión de la cartera de los cafeteros con el Banco Agrario para buscar alternativas de alivio a los deudores.

Desde la Federación, el gerente Roberto Vélez Vallejo dijo que se estudiará la posibilidad de que el café colombiano deje de cotizarse en la Bolsa de Nueva York pues los precios a estos niveles no reflejan la realidad y calidad del café colombiano. “A estos niveles de precio, nuestra caficultura no es sostenible”, dijo.

Incentivo vs Fondo de Estabilización

Tras la reunión del Comité Nacional de Cafeteros, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla explicó la decisión de reasignar los $95.000 millones de pesos que quedaron del Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (Igec) que se creó en octubre pasado, cuando el precio internacional del café también se situó por debajo de un dólar por libra.

De los $100.000 millones que el Gobierno destino a ese Fondo, solo se usaron $4.000 millones, según cifras de la FNC. Sin embargo, en el Congreso Nacional Cafetero celebrado en diciembre, el presidente Iván Duque comunicó su decisión de destinar esos $95.000 millones como capital semilla del Fondo de Estabilización de Precios, cuya creación hace tránsito en el Congreso de la República.

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“Vamos a encontrar la manera de canalizar esos recursos hacia la atención de este momento tan difícil”, señaló Carrasquilla, quien añadió que el uso de los mismos se haría bajo el mismo esquema del año anterior, es decir, “con el mismo disparador de los $700.000 por carga”.

Cuando habla de “encontrar la manera” de reasignar los recursos, se refiere a que como ya esos dineros habían sido “asignados para otros propósitos”, también cafeteros, “hay unas disposiciones casi que de naturaleza legal que  hacen necesario un  análisis jurídico, pero esta es una urgencia que no da espera”, enfatizó.

Sin embargo, dejó claro que por ahora se suspende la asignación de recursos al Fondo de Estabilización de Precios. “La falta de recursos es un impedimento para hacer las dos cosas al tiempo”, puntualizó.

Sin embargo, el ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, no fue tan pesimista y expresó que “ya después miraremos para ver de dónde podemos suplementar esos recursos que vamos a gastar hoy”.

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“El Fondo se va a crear, está en trámite en las comisiones económicas del Congreso y vamos a seguir adelante. El ministro de Hacienda ha planteado varias soluciones alternativas y en ese sentido no podemos descartar la posibilidad de que los recursos tengamos que restituirlos”, expuso.

Una mirada a las deudas

Durante el Comité Nacional también se trabajó la situación de los caficultores que, en los últimos meses, han incurrido en mora en el pago de sus créditos con el Banco Agrario.

“Tenemos una cartera que con el Banco Agrario supera los 1,2 billones de pesos, ha habido unos aumentos en la cartera vencida por parte de este sector, particularmente en algunas zonas del país como el departamento del Huila, y nosotros nos comprometimos a revisar esa cartera, a mirar cómo están los días de mora, cómo podemos proceder con un congelamiento de intereses, tenemos que revisar caso a caso teniendo en cuenta que hay un número muy importante de caficultores que hoy en día tienen créditos con el Banco Agrario”, expresó el ministro Valencia Pinzón.

Frente al pedido casi permanente de los cafeteros de un apoyo por parte del Gobierno para la renovación de los cultivos, Valencia Pinzón expresó que “estamos de acuerdo en que hay que continuar con el proceso de renovación” pero, añadió, “hoy día la prioridad de corto plazo es ver cómo podemos dar un apoyo al precio, cómo podemos pensar en hacer la caficultura un poco más rentable a través de otros incentivos, o por lo menos reducir los costos”.

La FNC presentó ante el Comité indicadores que muestran, según citó el ministro de Agricultura, que ha habido un rezago en las hectáreas que se han debido renovar en los últimos años. “Hay más o menos 96.000 hectáreas que se dejaron de renovar por debajo del indicador técnico con el fin de mantener una caficultura joven y más productiva”, explicó.

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Finalmente, frente a declaraciones de cafeteros del país que dicen que prefieren tumbar los cafetales y dedicarse a la ganadería, el ministro de Agricultura expresó que “no hemos descansado de trabajar con la Federación en soluciones que hagan viable la caficultura”.

Caficultores, no mendigos

Por su parte, el gerente de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, explicó que la actual caída de precios obedece a varios factores, lo que incluye un superávit mundial en el mercado, con una producción en Brasil de entre 60 y 65 millones de sacos.

En cifras concretas, en 2018 el mundo produjo 174 millones de sacos mientras el consumo total alcanza 168 millones de sacos.

“La industria se sienta bien abastecida”, dijo el Gerente, quien añadió que la cotización internacional del grano ahora depende en gran medida de lo que ocurre en Brasil y que en los próximos cuatro años no se prevé que la cotización mejore sustancialmente, lo que lleva constantemente a pedir al Gobierno medidas de urgencia como el apoyo directo al precio.

Ante este panorama, Vélez Vallejo consideró la posibilidad de que el café colombiano deje de cotizar en la Bolsa de Nueva York, pues los precios a estos niveles no reflejan la realidad ni calidad del café colombiano.

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“El que quiere café colombiano pagará lo justo, es decir, los costos más una pequeña rentabilidad”, anotó el Gerente, aclarando que la mediad aún debe ser consultada con los propios productores y con la industria. “Los cafeteros de Colombia no pueden seguir siendo mendigos, esa no es nuestra caficultura”, subrayó.

Adicionalmente, Vélez Vallejo enfatizó en que la FNC mantendrá sus esfuerzos para elevar la rentabilidad de los productores, lo que incluye “insistir en la importancia de la corresponsabilidad de la industria global para una cadena sostenible”.

Tres objetivos guiarán las acciones de la Federación. En primer lugar, aumentar la productividad de los cafetales, en segundo lugar reducir los costos de producción y, finalmente, elevar el consumo interno de café.

Los dos primeros objetivos se enmarcan en el programa “Más Agronomía, Más Productividad”, que ha sido el eje de la actual administración cafetera y gracias al cual “el 81% del área en café ya está sembrada en variedades resistentes, la productividad es de 18,83 sacos de café verde por hectárea y la edad promedio es de 6,8 años”, explicó el dirigente, pero insistió en que, para mantener estos buenos resultados, cada año debe renovarse al menos 10% del área sembrada, pues, además, esta es la primera línea de defensa contra la roya.

“El año pasado se logró renovar 9,4% del área total, un buen indicador, pero que confirma que la renovación sigue siendo un reto sólo alcanzable si se conjugan la voluntad del productor, campañas de divulgación y acceso a fuentes de financiamiento, con lo cual la institución sigue comprometida”, dijo. Frente a la reducción de costos, recordó los procesos de recolección selectiva con ayuda de mallas en el piso y la derribadora de café, desarrolladas por Cenicafé, lo que “fue un gran paso en esa dirección” y por lo cual la FNC “seguirá trabajando en impulsar la adopción de estas tecnologías entre un mayor número de productores”.

En cuanto al tercer objetivo, Vélez Vallejo explicó que destinar al consumo interno de café buena parte de la oferta de exportación ayudará a mejorar el precio internacional del grano, un reto mayúsculo por cuanto, mientras en Brasil se consumen 5,5 kilos per cápita al año, en Colombia la cifra no llega ni a 2 kilos per cápita al año.

El Gobierno Nacional y el Congreso trabajan en un proyecto de ley que estimula el consumo interno del grano mediante la compra por parte de las instituciones públicas y la inclusión de la bebida en los desayunos que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) brinda a los niños, finalizó el dirigente gremial.