Con un acto simbólico, en el que participaron los ministros de Defensa y Justicia, quedó en firme la próxima caída de uno de los últimos emblemas del narcotráfico en la ciudad.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, hizo oficial este miércoles la demolición del edificio Mónaco y dio los primeros martillazos para echarlo abajo. Durante el acto simbólico estuvo acompañado por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas y el de Justicia, Enrique Gil Botero.
El mandatario medellinense recordó a la opinión pública que la Sociedad de Activos Especiales (SAE) ya aprobó el documento mediante el cual traspasa el inmueble a la Policía Nacional, de tal manera que la Alcaldía debe canjear uno de sus bienes para tomar posesión del Mónaco y así proceder a derrocarlo.
“Más allá de ser un edificio definitivamente es un símbolo, y no solo de una persona, sino de una época; oscura, de miedo, de dolor”, dijo el funcionario.
Expresó, además, que esta estructura representa “todo lo que no queremos para nuestra sociedad” y debe caer, así mismo, replicó que deben derrumbarse todos los emblemas de la ilegalidad.
Agregó que el fin de la edificación significa un paso “muy importante” en honor a las víctimas, en un territorio en el que muchas veces los victimarios estuvieron por encima de las personas vulneradas. “Cuántos no perdieron la vida en esa lucha ética en contra del narcoterrorismo”, remarcó.
“Lo que nosotros queremos hacer al demoler este edificio es hacerle un homenaje a ellos; porque son los héroes, no los victimarios, como muchas veces lo pintan. Es labor de todos los colombianos poner a las víctimas en su lugar, y a los narcotraficantes en el suyo”, recalcó Gutiérrez.
Agradeció la gestión de los funcionarios nacionales que aceleraron la liberación del predio para avanzar en el proceso de derrumbarlo. Y mencionó que ahora lo que sigue en el cronograma es “arrancar con todos los permisos”.
“Demolerlo no es para ocultar la historia, sino para contarla al derecho. Nos hemos equivocado como sociedad cuando hemos permitido que la historia la cuenten por nosotros. Quienes han venido contando ese relato son los victimarios y eso no puede pasar”, replicó.
Por su parte, el titular del gabinete de Defensa, manifestó que “hemos tenido el gusto de venir aquí, a este edificio Mónaco, que es el símbolo del miedo, de la amenaza, de la dependencia a la mafia, a entregar del Estado a la Policía y de la Policía a los medellinenses, a través de su alcalde este lote”.
Añadió que tras la demolición se dará vida a un parque de acceso público, que sirva para conmemorar a las víctimas y a su vez, un tiempo que “afortunadamente” ya es pasado.