A falta de cinco partidos para finalizar el Todos contra Todos del torneo, América está en descenso directo junto a Tigres, que hace varias fechas se hizo a la idea de su regreso a la segunda división.

Con 126 puntos y a dos unidades del Cortuluá, su inmediato rival en la tabla del descenso, al equipo americano no le queda más que sumar al menos el 80 por ciento de los puntos en disputa para salvarse de un nuevo infierno a menos de un año de su sufrido ascenso, luego de cinco en la segunda categoría.

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Sobre el papel, la localía ante Patriotas (penúltimo del torneo) tendría que suponer tres puntos, sobre todo porque el resto del calendario no hace más que aumentar la preocupación de la hinchada escarlata, toda vez que América tendrá que enfrentar en las fechas finales al Cali en Palmaseca, Independiente Medellín como local, a Santa Fe en el Campín y finalizará ante Bucaramanga en el Pascual Guerrero ante su hinchada, la misma que no aguantaría presenciar otro descenso como local y mucho menos cuando la noche de pesadilla de aquel 11 de diciembre de 2011 ante Patriotas que los envió a la B, aún sigue doliendo como una herida abierta.