Griezmann encabezará la ofensiva de Francia para el amistoso de este viernes ante Colombia en el estadio de Saint Denis.
“¿Líder de la selección francesa? No me interesa serlo”, responde el jugador del Atlético Madrid en la concentración de Francia, donde todo el mundo le espera para encabezar la búsqueda del segundo Mundial de los bleus.
El día en que cumplía 27 años, Francia se desayunó con una entrevista del atacante en el diario L'Équipe y, por la tarde, compareció ante los medios en la fortaleza de Clairefontaine.
Francia necesita un líder y ningún otro jugador aparece con mejor disposición para serlo que Griezmann.
Siempre que ganaron un trofeo o consiguieron un logro, había un atacante que se echó a la espalda la responsabilidad del equipo: Raymond Kopa en el bronce del Mundial de 1958, Michel Platini en la Eurocopa de 1984 y Zinedine Zidane en el Mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000.
“Me queda mucho por hacer en esta selección para estar a la altura de los grandes. Por el momento ese no es mi objetivo. Ya haremos cuentas cuando acabe mi carrera”, afirma Griezmann, quien ante Colombia el próximo viernes completará su partido 50 con la camiseta bleu.
Reconoce que, pese a su juventud, es un veterano en un equipo que ha abierto la puerta a una nueva generación, liderada por Kylian Mbappé, de 19 años, a la que Griezmann se compromete a mostrar el buen camino.
Convertido en un buen soldado a los pechos de su entrenador en el Atlético de Madrid, Diego Simeone, el francés rechaza que el camino hacia el Mundial se recorra con caudillismos y apela al “esfuerzo colectivo”.
“Siempre me preguntáis si soy el líder. A mí eso no me interesa, yo quiero estar libre en el campo. Es verdad que he ganado en experiencia, en el Mundial de 2014 y en la Eurocopa de 2016. Pero ahora tenemos un nuevo desafío, un nuevo sueño, y todos tenemos que buscarlo, los que jueguen y los que estén en el banquillo”, aseguró.
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Rusia aparece como una gran etapa, la que puede consagrarle. Griezmann asegura que la mejor forma de llegar a tope es “estar bien con el club cada día”, algo que, además, “hay que hacer por respeto a los aficionados y al entrenador”.
“No me preocupa la fatiga. En el Atlético de Madrid hacemos un gran trabajo en julio y agosto para llegar bien al final de temporada”, señaló.
Tampoco quiere llegar a Rusia con cuentas pendientes, por lo que asegura que cerrará su futuro “mucho antes” de que empiece el Mundial.
“El club lo sabe y mi hermana (que es su representante) también. No sé si se acaba una etapa, estoy bien allí. Este año el inicio fue difícil, pero las cosas van mejorando, me encuentro bien en Madrid, las cosas avanzan”, afirma.
“Quiero ir Rusia con el espíritu libre. Le dije a mi hermana que me quede o no, tiene que solucionarse antes”, afirmó antes a L'Équipe.
Siempre agradecido a Simeone, asegura que quiere ganar un título con el Atlético de Madrid y seguir aprendiendo del técnico argentino. En el horizonte se perfila la Liga Europa, propulsada a principal objetivo del Atlético de Madrid esta temporada.
Después vendrá el Mundial, en el que, pese a lo que dice, tendrá que ser la locomotora de Francia.
Su peso en la selección ha ido creciendo y ya es el segundo máximo goleador, con 19 dianas, y el mejor pasador, con diez asistencias.
De los supervivientes en la selección es el que más partidos ha jugado desde su debut en 2014.
Cuartofinalista en Brasil 2014 y finalista en la Eurocopa que organizó su país, Griezmann está llamado a liderar a Francia. Lo quiera o no.