No tiene nada que ver con una tía. La atutía es óxido de zinc y ha servido como ungüento, como crema medicinal, mejor dicho.
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“Hasta Borré reconoció que apenas lo rocé”
La ortografía no siempre es tan estricta y, a veces, una misma expresión tiene más de una escritura. Más de una puede ser, también, más de dos (como cebiche, que tiene cuatro escrituras correctas. O sea, todas las posibles). Apenas voy a contarles que este adverbio también se escribe separado y que su uso/significado es el mismo. Entonces, el redactor bien pudo escribir “a penas lo rocé”, es igual.
Pero cuidado: en “¿no te apenas por tu mal comportamiento?” estamos ante el verbo apenar(se), siempre en una sola palabra.
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“No hay tutía”
No tiene nada que ver con una tía. La atutía es óxido de zinc y ha servido como ungüento, como crema medicinal, mejor dicho. Es una vieja palabra: aparece ya en un texto de finales de los años 1400. Aún usamos el óxido de zinc en cremas para quemaduras o irritaciones leves, como las que produce un pañal en la colita del bebé. Por eso “no hay tutía”, le quitamos la a hace varios siglos, es “no hay remedio”, “no hay nada que hacer”, “estamos paila”, “nos jodimos”. Nos llegó del árabe hispánico attutíyya.