El anuncio de la cadena alemana de supermercados Aldi, de reducir entre 50 centavos y un euro el precio de compra por caja de banano a partir de 2019, puso en alerta a todos los productores de Colombia, Ecuador y Costa Rica, quienes buscan estrategias para contrarrestar la amenaza.
Un nuevo capítulo en la larga historia de batallas que ha tenido que librar la industria del banano frente a la Unión Europea comenzó a escribirse la semana pasada, después de que la publicación especializada en tendencias de mercado Reefer Trends publicara que la cadena alemana de supermercados Aldi planeaba reducir hasta en un euro el valor a pagar por cada caja de banano importado.
Las voces de rechazo ante el anuncio no se hicieron esperar. En nuestro país, la Asociación de Bananeros de Colombia, Augura, y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria, Sintrainagro, publicaron un comunicado conjunto en el que explicaron los alcances de la medida unilateral. En términos similares se expresaron 32 organizaciones del sector agrícola del Ecuador y la Corporación Bananera Nacional de Costa Rica, Corbana.
Este martes en Ecuador, representantes de los productores de banano de Colombia, Ecuador, Costa Rica y Guatemala se reúnen, además, para diseñar una estrategia unificada para enfrentar la situación.
Los motivos por los cuales la reacción a este anuncio ha sido tan contundente, tienen que ver con las estrictas normas, certificaciones y regulaciones que la Unión Europea ha obligado a cumplir a los países productores, que si bien han permitido elevar la calidad del producto y el bienestar de todos los actores de la cadena, también han elevado los costos de producción. Así pues, reducir el precio de compra, “significaría destruir todo el trabajo que la industria ha logrado en los últimos años” y “revertir todos los esfuerzos de sostenibilidad” realizados hasta la fecha, lo que afectaría directamente a los trabajadores, las prácticas ambientales y la rentabilidad del negocio, según la misiva enviada por los gremios del Ecuador a Aldi.
En su comunicado conjunto, Augura y Sintrainagro hacen hincapié en que la reducción unilateral del precio de compra de la caja de banano “vulnera la competitividad de un sector con amplio compromiso tanto social como ambiental, que ha traído la paz y la estabilidad socioeconómica a las regiones productivas de banano en Colombia”, como son Urabá, Magdalena y La Guajira, donde se generan alrededor de 130.000 empleos entre directos e indirectos.
Ambas organizaciones citaron la convocatoria realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para que todos los actores de la cadena bananera tengan mejores salarios, algo que en Colombia, según cifras de Augura, es una realidad dado que los trabajadores del sector son los mejor remunerados del agro nacional.
“Por más de 30 años hemos trabajado en equipo por el bienestar de quienes hacen parte de nuestro sector. El 98% de los trabajadores están sindicalizados y 15.000 cuentan con vivienda propia. En materia de remuneración, cubrimiento en seguridad social integral y prestaciones extralegales, estamos a la vanguardia de los países productores”, señala la comunicación.
Pero más allá del impacto en el empleo, la decisión de Aldi y el riesgo de que otros distribuidores sigan la misma línea, tendría impactos en lo ambiental puesto que “la mayoría de nuestras fincas cuentan con múltiples certificaciones y cumplen con planes de manejo ambiental que exigen los estándares internacionales, los cuales cada vez son más exigentes en los componentes de suelo, agua y aire”, explicaron Augura y Sintrainagro. Y añadieron que “la implementación y mantenimiento de tan importantes programas ha representado cuantiosas inversiones por parte de los productores y comercializadoras en los países de origen de la fruta”.
“Toda esta sostenibilidad social, ambiental y económica se ve seriamente amenazada con este tipo de políticas comerciales, que desconoce la importancia del equilibrio económico en el valor de la caja de banano como un justo reconocimiento a una actividad empresarial que se preocupa por el bienestar de los trabajadores, sus familias y las regiones productivas”, continúa el comunicado.
Además, las organizaciones de productores y trabajadores resaltan otros costos asociados a la producción para rechazar una eventual rebaja en el precio de compra, tales como el cartón, los fertilizantes, el combustible y las inversiones “imprescindibles para el respeto por el trabajador y las regiones donde operamos”.
En diálogo con ELMUNDO.COM, el presidente de Augura, Juan Camilo Restrepo Gómez, expresó que el objetivo de las agremiaciones es “prevenir que se generen daños”.
“Estamos haciendo un llamado para que no ocurra algo que si se llega a dar se nos vendrían grandes perjuicios. Me refiero a bajar el precio de compra de nuestra fruta, entre otras cosas porque los costos del sector todos los días van en aumento y el anuncio de Aldi pone en riesgo la estabilidad del sector y la generación de empleo”, reiteró.
A juicio de Restrepo Gómez, el anuncio de la cadena alemana, “se debe a un desconocimiento” del impacto en la estabilidad del sector.
“Estamos advirtiendo para que otros no sigan el mismo camino. Este es el primer campanazo y no nos podemos sustraer, es mejor prevenir que lamentar, como se dice en el argot popular”, finalizó.
Por su parte, el presidente de Sintrainagro, Guillermo Rivera, señaló a la Unión Europea de querer comprar la fruta en mercados más cercanos.
“Hay una sobreoferta de banano y entonces el de Colombia no puede competir con otros mercados porque estamos más lejos que otros países para llegar a Europa. Se aprovechan de eso para rebajar el precio, sin tener en cuenta que no están perjudicando al productor solamente sino a más de 60.000 familias que dependemos de la producción y exportación del banano”, dijo en diálogo con ELMUNDO.COM.
Para hacer frente a la situación, Rivera señaló como necesario “buscar alianzas estratégicas con amigos y con gente allá para que nos ayuden a que la EU entienda que esa política le hace daño a un país que está construyendo la paz y el desarrollo”.
El dirigente sindical recordó que hace doce años hubo un problema similar cuando la Unión Europea quiso subir el arancel de 75 a 275 euros e “iban a acabar con la producción de banano colombiano”.
“Como organización sindical nos tocó ir a Europa a convencer al Parlamento Europeo y a los consumidores, de que no era posible que subiera ese arancel. Afortunadamente, con los aliados que tenemos en Europa, logramos que el arancel volviera a los 75 euros”, recordó y expresó que es el momento de hacer una campaña similar.
Tanto Juan Camilo Restrepo Gómez como Guillermo Rivera coincidieron, y así lo expresaron en el comunicado conjunto, en que el consumidor final europeo desconoce y seguramente no respaldaría una política comercial “que anula los innumerables esfuerzos que realizan productores en los países de origen para poner en sus manos una fruta de alta calidad, producida con equidad social y responsabilidad ambiental”.
“Hacemos un llamado respetuoso a los compradores para que revisen sus políticas comerciales, teniendo en cuenta la producción sostenible, la responsabilidad social empresarial y la conservación del medio ambiente que siempre nos ha caracterizado”, puntualizaron.
En carta enviada a los directivos de Aldi, los gremios ecuatorianos expresaron que ese país ha recorrido un largo camino para construir la sostenibilidad de su industria.
“El país tiene leyes laborales muy estrictas que garantizan los derechos de los trabajadores y salarios dignos. Los propietarios de las granjas han invertido cantidades de dinero para obtener certificaciones de sostenibilidad. Hoy la mentalidad es diferente”, señala la misiva y añade que, en línea con la mentalidad de los consumidores, “los cultivadores, exportadores, transportistas e importadores comprenden la importancia de las buenas prácticas”.
Los gremios del vecino país lamentan que “después de todo el trabajo y los logros realizados para mejorar las prácticas de producción”, los principales minoristas de Europa han ido disminuyendo su precio de compra de año en año al mismo tiempo que “siguen demandando más inversión en sostenibilidad”.
Por su parte, la Corporación Bananera Nacional de Costa Rica, Corbana, coincidieron con los ecuatorianos en señalar que “esta no es la primera vez que cadenas de supermercados intentan bajar los precios al banano producido en América Latina, aun cuando según datos de la FAO, ellos obtienen el mayor porcentaje de ganancias en la cotización de la fruta”.
El documento conocido por ELMUNDO.COM acusa a los supermercados de querer “iniciar una nueva guerra motivada por intereses comerciales.
Al igual que en Colombia y Ecuador, en Costa Rica los productores han realizado “grandes esfuerzos económicos para mantener el 99% delas fincas certificadas en el tema ambiental, social y laboral, precisamente para ofrecer una fruta producida en armonía con el ambiente y con los trabajadores”, señala el documento.