Cinco candidatos del partido Liberal en Antioquia son los favoritos para intentar mantener las cuatro curules del 2014, lo que no es imposible, pero si difícil.
Dos enormes desafíos enfrentará el Partido Liberal en Antioquia con la ya casi inminente elección de los 17 representantes a la Cámara por esta región.
El primero de ellos es la batalla de este partido por mantener su representación o curules alcanzadas en marzo del 2014, cuando en una apretada competencia con los conservadores alcanzó cuatro escaños y se ubicó en segundo lugar en número de congresistas tras los seis del Centro Democrático y relegar al tercer puesto a sus legendarios “hermanitos” los azules, que se quedaron con tres.
Y la segunda batalla se registrará dentro de la propia lista liberal a la Cámara entre los candidatos por salir elegidos a esa corporación.
A los liberales les irá bien este 11 de marzo en caso de conservar sus cuatro curules, regular si pierden una, muy mal si se reducen a dos, al tiempo que lograrían un éxito si conquistan cinco escaños, lo que parece imposible.
Hace cuatro años la lista liberal, que inscribió a los 17 candidatos posibles de proveer, contabilizó en total 232.664 votos, y como la cifra repartidora se ubicó en 58.067, le dio para elegir a cuatro representantes a la Cámara por Antioquia.
El grueso de la votación roja recayó en ocho de los candidatos de su lista, que en conjunto aportaron casi 208.000 sufragios, a lo que se suma los casi 19.000 votos sólo por el partido.
Esos ocho aspirantes fueron Iván Agulelo (41.327), Julián Bedoya (35.084), John Jairo Roldán (34.947), Óscar Hurtado (24.966), quienes fueron los integrantes del cuarteto que aún hace parte del Congreso, más las votaciones de Jaime Garzón (24.798), Hernán Gómez (17.279), Víctor Yepes (13.513) y Carlos Arturo Piedrahíta (7.897).
Los restantes nueve candidatos, entre ellos siete mujeres, sacaron votaciones inferiores a los 4.000 votos, pero también contribuyeran en sus posibilidades a que este partido lograra estar entre los que se distribuyeron las 17 curules en juego.
Ahora, cuatro años después de estos resultados en las urnas, sólo dos de los actuales representantes liberales en ejercicio legislativo, se le medirán a la reelección.
Uno de ellos es el político bellanita John Jairo Roldán Avendaño, quien con esta ajusta su tercera candidatura a la Cámara en forma consecutiva y parte como uno de los favoritos para renovar su presencia en el Congreso colombiano.
El otro es Óscar Hurtado, quien en su trayectoria legislativa desde el 2006, luego de ser alcalde de su pueblo natal Tarso, ha sido dos veces congresista y en otra se quemó, concretamente en el 2010. Hurtado ahora la tiene otra vez muy complicada para regresar a su escaño, pese a que muestra un trabajo muy liberal y social en el Legislativo.
Los otros dos actuales representantes liberales y los dos mayores electores del 2014, Iván Agudelo y Julián Bedoya, precisamente por los importantes guarismos que obtuvieron hace cuatro años y otras consideraciones, optaron esta vez por aspirar al difícil Senado.
Así las cosas, los restantes catorce aspirantes en la lista liberal son todos primíparos, pues aunque inscribieron los 17 posibles, en diciembre falleció una de las candidatas mujeres, Luz Marleny Toro, y no será sustituida.
Entre esos catorce candidatos que lo hacen por primera vez, sobresalen tres que más los dos repitentes, integrarán el quinteto que competirá por las curules que podría obtener el liberalismo antioqueño.
Uno de ellos es el abogado y político, ya muy fogueado en el trajín electoral y público, pues ha sido diputado y concejal de Medellín, además de funcionario municipal y departamental, Carlos Mario Mejía Múnera.
El popular Flaco Mejía encarna una muy interesante opción electoral al Legislativo porque es la gran oportunidad que tiene el Liberalismo Socialdemócrata de recuperar su presencia en el Congreso, donde desde su fundación han tenido representación con Óscar Marín y Eugenio Prieto Soto, los dos conductores de esta tendencia roja seccional, pero que hoy están inhabilitados por fungir como funcionarios.
Además hicieron en esta oportunidad una sensata y llamativa coalición con Participación Liberal, grupo que alberga a tres políticos de prestigio seccional, como son Fabio Rivera, el actual mayor elector de Medellín para el Concejo Municipal; Jaime Garzón, secretario de Agricultura, pero quien siempre ha tenido un trabajo electoral muy significativo en los municipios y su actual aspirante al Senado, Omar Hoyos.
Esto, sumado al trabajo subregional y en el Área Metropolitana del Liberalismo Socialdemócrata y a los muchas adhesiones que ha recibido el Flaco Mejía en las últimas semanas, como el apoyo de un mayoritario sector de votantes de otro gran elector de la ciudad, el concejal Jesús Aníbal Echeverri y del jefe natural liberal de Rionegro y exalcalde Hernán Ospina, hacen de él una muy atractiva aspiración para llegar al Congreso.
Los otros dos favoritos para pelear un cupo legislativo a la Cámara son el exalcalde de La Estrella, Juan Diego Echavarría y el exconcejal de Envigado, Julián Peinado.
Echavarría, quien es hoy un buen elector en su municipio, se subió al coche del aspirante al Senado, Julián Bedoya, quien de la noche a la mañana resultó un fuerte elector mediante un proyecto político muy misterioso, pues dejó de hablarle a la prensa sobre sus andanzas por la política.
Entre tanto, el liberalismo de Envigado, municipio que desde las épocas del médico René Mesa y después con Jorge Mesa, comenzó a tener vocería en el Congreso, y en los años 90 hasta senador y representante a la Cámara al mismo tiempo, tiene la enorme tarea de recuperar la curul de Cámara con Julián Peinado, de la mano de una camada de liberales que tienen que ser leales a esta causa, y sobre todo al mando del jefe local de ese partido Héctor Londoño.
La angustia liberal en Antioquia frente a las urnas de este 11 de marzo, es que hace cuatro años tenían a ocho candidatos jalando duro la lista, pero ahora solo motivan siete, si también incluimos al prestigioso luchador en favor del sector de la salud, Luis Alberto Martínez, en quien el guerrismo liberal puso sus ojos en busca de su resurrección legislativa, al tiempo que no se puede descartar que Sergio Durán aporte votos como fórmula de la senadora Sofía Gaviria.
Los otros y las otras que componen la lista tienen el papel, dentro de sus posibilidades, de ayudar a que los liberales hagan una digna presentación electoral, poniendo votos.