Se ha convertido en una alternativa creativa, lúdica, social y académica, para transformar y construir una nueva realidad educativa y cultura
Adriana María Medina Jaramillo, es una educadora que lleva el idioma español en las venas; la lengua castellana (como suena mejor al oído de quienes tenemos en ella nuestra materia prima de trabajo y de vida), es su escudo de batalla y de compromiso con la educación. Ejerce la docencia desde hace 30 años, 28 de ellos, en el municipio de Betulia, porque pertenece a esa estirpe feliz de aquellas gentes que viven obedeciendo a su vocación y a su llamado de servir a la comunidad.
Hoy se puede decir, atendiendo a su bello oficio de maestra y a su eterna vocación de servicio a la comunidad, que es una betuliana de alma. Y por eso digo que Betulia le apuesta a la lectura, porque ella es Betulia todos los días del año, cuando día a día, da vida a un proyecto tan bello, como: Tienda Semilla Lectoras. El proyecto nació el 27 de octubre de 2014, como “una estrategia para dinamizar los procesos de lectura y escritura hacia la transformación y comprensión de la realidad de los niños, jóvenes y adultos de la Institución Educativa San José, del municipio de Betulia, Antioquia”.
Con el apoyo de la Red de Lenguaje de la Secretaría de Educación de Antioquia; el Ministerio de Educación Nacional, con su plan de lectura y escritura, Leer es mi cuento; Davivienda, y su programa “Cultivarte”; la rectoría y el equipo docente de la Institución Educativa San José; la Dirección local de salud con el grupo de gerontología del municipio; la Biblioteca municipal y la Alcaldía de Betulia, el proyecto avanza con resultados visibles en la comunidad educativa y en las instancias municipales: a cuatro años de su inicio, se ha convertido en una alternativa creativa, lúdica, social y académica, para transformar y construir una nueva realidad educativa y cultural, a partir de la formación de los ciudadanos, desde el respeto por el pensamiento de los otros, el aprovechamiento de los textos de todos los tiempos, el rescate de volver a leer en familia, los encuentros intergeneracionales mediados por la tradición oral, el plan padrino de lectura con los niños de preescolar y primaria, la toma de los parques como espacios de ciudadanía alrededor de la palabra, los campamentos literarios, la escritura de libros inéditos como aprendizajes significativos en la formación de seres humanos críticos y responsables, y, La Tienda, como un espacio de emprendimiento, ejemplo de organización, sana convivencia y sentido de pertenencia institucional, donde se aprovecha la gran Colección Semilla: Libros para sembrar y cosechar, bibliotecas escolares, entre otras estrategias de lectura, escritura y goce de la literatura infantil, juvenil y población en general.
Mención especial, merece la estrategia de manejo de los recursos bibliográficos y de prensa, denominado “La Tienda”, porque ella ha permitido transformar el viejo formato de biblioteca, en una “tienda”, que ha dado como resultado el empoderamiento de habilidades sociales, como el “atender” con respeto y asertividad; mejorar el nivel de escucha en la solicitud de los pedidos; registrar con responsabilidad y orden las “ventas” de cada día; gestionar, con habilidad comercial, recursos para el negocio; prestar atención al público con dificultades de aprendizaje, generar un ambiente comercial y académico mediado por el crecimiento intelectual y personal, la apropiación de roles direccionados a la edificación de los proyectos de vida de los estudiantes, rescatar la tradición oral del pueblo, el reconocimiento de los “mejores vendedores y compradores” y el aprovechamiento del tiempo libre, para bien de la lectura, la escritura y el crecimiento social.
En una visita al querido municipio de Betulia, saludé a la Profesora Adriana María Medina Jaramillo y a su equipo de muchachos y muchachas, y encontré en cada uno de ellos, la emoción de un proyecto que transforma vidas. Ahora, conociendo el impacto del proyecto, recordé las palabras del expresidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy: "Si esta nación es tan sabia como fuerte, si queremos alcanzar nuestro destino, entonces necesitamos más ideas nuevas, más hombres sabios, más libros buenos en más bibliotecas públicas. Estas bibliotecas deben estar abiertas a todos, excepto al censor. Debemos saber todos los hechos, escuchar todas las alternativas y oír todas las críticas. Acojamos libros polémicos y autores controvertidos".
Sin duda, una sociedad que lee, mi querida Adriana María Medina Jaramillo, apreciado alcalde Benjamín Alonso Suárez Castillo, es una sociedad que crece día a día, para bien de la comunidad. Desde esta columna, mi voz de aliento y de felicitación por el camino que lleva.