La extensión del virus al resto del mundo, combinado con la fallida respuesta de las autoridades en los Estados Unidos, ha creado el coctel perfecto para que continúe la agitación
Mas que las expresiones de rechazo a la muerte de George Floyd y las masivas protestas que se han observado a lo largo y ancho del país, lo que deja claro es la incompetencia, falta de liderazgo y caos en la Casa Blanca. No es solo Trump el que ha dado palos de ciego en esta crisis sino su círculo cercano, que como bien conoce la opinión pública, solo se limita a no contradecir a su jefe y nada ha aportado distinto a la idea de militarizar a la capital Washington. Un grupo de áulicos y serviles que denigran de su papel de orientar y en el mejor de los casos disentir de la opinión del presidente.
No es coincidencia que las pandemias, como lo destacan los historiadores, desestabilizan las sociedades y han producido revueltas. La extensión del virus al resto del mundo, combinado con la fallida respuesta de las autoridades en los Estados Unidos, ha creado el coctel perfecto para que continúe la agitación en muchas ciudades. Además, la enfermedad ha afectado más a las minorías, en particular a la comunidad afroamericana y latina, que a otros segmentos de la población.
Por otro lado, las pandemias tienden a ampliar las divisiones étnicas y sociales. Cuando la economía comience a recuperarse habrá una brecha entre anglos y negros, siendo aquellos, quienes reciban primero los efectos positivos. Las expresiones de rechazo al racismo sistemático que han imperado se van a traducir en un cambio en la forma como la sociedad y las fuerzas policiales han enfrentado los abusos y las divisiones raciales.
El racismo estructural se define como la forma en que las inequidades raciales se han enraizado en los sistemas políticos, económicos y sociales en los Estados Unidos. Resulta sorprendente que la violenta forma en que murió Floyd a manos de un policía blanco haya mostrado las injusticias y diferencias en la forma como uno y otro grupo racial es tratado por las fuerzas policiales y los jueces.
Un 75 por ciento de los afroamericanos encuestados ven la brutalidad policial como parte de un problema de más fondo. Una cifra muy similar en opinión de los hispanos que, entre otras cosas, han sido relegados a un segundo plano del movimiento Black Lives Matter (las Vidas Negras Importan). En las grandes urbes los hispanos también son acosados por la policía. La odiosa practica de la policía en Nueva York que en su momento se llamó “detener y revisar” a negros y latinos fue una muestra contundente de racismo que por fortuna fue demandada y abolida.
Veremos si esta masiva demostración en contra del racismo va a perdurar en el tiempo. De momento, demócratas y republicanos presentaron al Congreso su plan de reforma policial con diferencias significativas. La reiterada practica de someter a un detenido agarrándolo del cuello que fue la causa de muerte de Floyd y otros, no encuentra un consenso para su prohibición. Algo inexplicable y absurdo que la bancada republicana se oponga a su eliminación, demostrando una vez más, el sesgo racial del grupo de la extrema derecha de ese partido.
El movimiento Black Lives Matter ha logrado lo que parecía imposible: desmontar las estatuas de los personajes históricos representativos de la Confederación en la mayoría de las ciudades del sur del país. La líder demócrata Nancy Pelosi fue más allá retirando del Capitolio 4 pinturas de quienes fueron presidentes de la Cámara de Representantes, que en su momento juraron para ‘’ perpetuar y preservar la esclavitud’’.
No menos significativo ha sido la respuesta de grandes multinacionales comprometiéndose a aportar dinero a la causa de los negros. Hasta esta semana 50 de las principales compañías de la lista Fortune 100, habían donado un poco más de 2.000 millones de dólares para combatir el racismo y desigualdad. Quaker Oats sorprendió con la decisión de retirar del mercado la popular receta de pancakes Aunt Jemima reconociendo que “sus orígenes se basan en un estereotipo racista”.
Abraham Lincoln padre de la abolición de los esclavos negros dio su vida para que cesara el choque de civilizaciones con “mezquindad hacia nadie”. Trump por su parte en todo momento genera la división y confrontación con saña y confrontación hacia sus contradictores.
PD. Para que no quedara duda de la independencia de poderes, la Corte Suprema le asestó un golpe al gobierno Trump esta semana, protegiendo a la comunidad LGTB y a los Dreamers que no podrán ser deportados.