Sólo en el primero de los dos ataques presentados en Siria este domingo se ha logrado establecer la responsabilidad de Estados Unidos a través de un vehículo no tripulado.
Al menos cinco supuestos miembros de Al Qaeda murieron este domingo en un bombardeo de un dron estadounidense en la provincia yemení de Marib, a unos 190 kilómetros al norte de Saná, informaron fuentes tribales.
El avión no tripulado interceptó un vehículo en el que viajaban los cinco supuestos terroristas en el distrito de Raguan, en el norte de la provincia, según las fuentes. El automóvil quedó carbonizado y fallecieron todos sus ocupantes, cuyas identidades aún no han sido confirmadas por las autoridades de la zona, que está bajo el control del gobierno del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Hadi, presidente reconocido internacionalmente, recibe el apoyo de la coalición árabe capitaneada por Arabia Saudí y de Estados Unidos y se enfrenta a los rebeldes hutíes chíes, que desde finales de 2014 controlan la capital, Saná.
Este domingo también murieron al menos ocho civiles y varios más resultaron heridos en un bombardeo ejecutado por aviones no identificados contra un mercado en la localidad siria de Marat al Nuaman, en la provincia septentrional de Idleb, controlada casi totalmente por facciones islamistas, informaron activistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos advirtió de que la cifra de muertos podría aumentar porque hay varios heridos graves. En un mensaje en las redes sociales, la Defensa Civil Siria, conocida como "los cascos blancos" también informó de la muerte de ocho personas en ese ataque y de la presencia de "muchos" heridos.