El brasileño Caetano Veloso arribará a Medellín para el cierre del MedeJazz 2019, este 16 septiembre, en el Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez, a las 8:00 p.m. Entradas en Tuboleta.com.
Caetano Veloso es un hombre sensible, familiar y, sobretodo, talentoso. Considerado uno de los grandes cantautores del siglo, estará por primera vez en Medellín en un concierto junto a sus hijos, Zeca, Moreno y Tom, y prometió hacer de esa cita, el 16 septiembre en el Teatro Metropolitano, una noche memorable.
En entrevista con EL MUNDO habló del tropicalismo, sus recuerdos con Gilberto Gil, su sensibilidad con el arte en general y su mejor “momento musical”, la gira Ofertorio, con la que precisamente recorre el mundo junto a sus tres hijos.
Usted se presentará en compañía de sus tres hijos, con quienes actualmente recorre Latinoamérica en un tour, ¿cuéntele a los lectores de EL MUNDO cuál es la magia que encierra el nombre Ofertorio, el título de la gira que lo traerá a Medellín y, además, una canción tan familiar?
Sí, Ofertorio es el nombre de una canción religiosa que yo hice para la misa de los 90 años de mi madre. Mi hermana Mabel, quien es católica y poeta, me pidió que compusiera el tema para el momento del ofertorio. Salió una cosa bonita, con las palabras como que dichas por mi madre dirigiéndose a Dios.
Cuando me vi cerca de mis hijos, quise cantarla, eso trae todo el sentido de nuestro árbol de familia. Además, aunque yo no sea religioso, mis hijos sí lo son.
Caetano, usted describió el próximo concierto en Medellín como una “reunión familiar”, pero también como “una noche para vivir los distintos momentos de la historia musical de Brasil. ¿Por qué?
Toda es una producción musical muy persona. Hablamos de nuestras relaciones, de mis padres, de las dos madres de ellos tres, de la formación cultural de esa parte de Bahía (estado ubicado en la región Nordeste de Brasil) de donde viene mi familia, de nuestras vidas.
Pero, claro que todo eso lleva a perspectivas de la historia de la canción brasileña. Tom quiso que cantáramos O seu amor, canción de Gilberto Gil del año 1970; yo le pedí a Zeca (el único de nosotros que nació en Río de Janeiro) que cantara un samba carioca típica; así es como se vivirán los diferentes aspectos del desarrollo de la música popular brasileña. Todo lo demás irá surgiendo aquí y allí.
¿Cómo será el concierto en el Medejazz?
Será básicamente como ha sido siempre la gira Ofertorio de Caetano Veloso, desde su estreno en Río de Janeiro. Pero, claro, siempre hay cambios.
¿Y le puede adelantar algunas de las sorpresas a los lectores de EL MUNDO?
Mis hijos son una permanente sorpresa para mí. Pero, bueno, les cuento que Moreno y yo somos quienes hacemos cosas en español o inglés, francés o italiano. Puede que hagamos algo en castellano.
¿Después de sus años como cantante podría transportarse a finales de los 60, para contar cómo es que se gestó el movimiento musical llamado el tropicalismo?
Fue en 1966 que Gilberto Gil y yo empezamos a cambiar la mirada crítica sobre la canción. Gil quedó interesado en el aspecto experimentalista de los Beatles, sobretodo la grabación de Strawberry Fields Forever", y yo, encantado con las películas de Godard y leyendo Edgar Morin sobre la mitología hollywoodiana, además de llevado por mi hermana María Bethania a escuchar Roberto Carlos y el ye-ye-yé nacional; me incliné a reflexionar sobre la cultura de masas y sus significados.
Por eses caminos, llegamos a una experimentación que se alejaba del postbossa nova, la canción de protesta y los prejuicios del "buen gusto".
Trajimos las guitarras eléctricas para mezclarse con instrumentos como el birimbao, la pandereta y una orquesta de chelos y violines. Y escribimos letras violentas, haciendo de cada grabación un collage de estilos diversos.
¿Conoce alguna música con tintes de tropicalismo hecha en Colombia?
Casi no conozco la música colombiana. Cuando era niño creía que Alma llanera era de Colombia, no sé por qué. Es de Venezuela.
Claro, que conozco a Shakira. Y ya oí cumbias. Pero, desafortunadamente, la canción colombiana no es algo que haya sido parte de mi formación musical del mundo.
¿Para algunos músicos es difícil lograr reinventarse en cada producción musical sin perder su esencia, en usted eso parece ser algo fácil?
Simplemente, hago lo que me viene a la cabeza.
¿Dibujo, pintura, poesía, música, usted tiene una relación especial con las expresiones artísticas?
De niño, yo dibujaba y pintaba. De adolescente, quería ser pintor. A los 18 quería hacer películas. Era capaz de escribir versos metrificados y rimados, pero no quería ser poeta.
Admiraba los poetas como cosa muy seria, lejana. Leer Drummond, Bandeira, Fernando Pessoa o Lorca era sentirme frente a algo más elevado que yo.
Las canciones eran cosa de todos los días. Pero el cine y los textos en prosa, además de la pintura, eran posibilidades para mí.
Aun hoy, veo y hago películas y tengo ganas de hacer una más. Volví a dibujar cuando mi hijo Tom era niño y me pedía que lo hiciera. Ya no tenía destreza en la mano. Pero él se encantaba.
Ahora, él creció, hace música y yo no tengo ganas de dibujar. Escribí un libro llamado Verdad tropical, donde experimenté el placer de la prosa. No sé si volveré a escribir tanto así. Pero leer es una cosa que hago todo el tiempo.
“Desde hace mucho tiempo he querido hacer música con mis hijos. Cuando eran pequeños siempre les cantaba antes de dormir. A Morena y a Zeca les gustaba, pero Tom solía a pedirme que parara. Aunque tomaron caminos diferentes, cada uno se acercó a la música en algún punto de su vida.
Cantar con mi familia es como una celebración que me llena de felicidad. Hace algunos años estuve de tour con Moreno y ahora se nos unen Zeca y Tom en este nuevo concierto llamado Ofertório. Vamos a interpretar algunas de nuestras canciones favoritas.
Soy el único que toca sólo la guitarra. Moreno, Zeca y Tom se turnan entre varios instrumentos. Es un concierto íntimo, nacido de mi deseo de ser feliz. Tener hijos es la cosa más importante que sucedió en mi adultez. Este concierto está dedicado a sus madres, a Cezar Mendes y a la memoria de mi madre”, Caetano Veloso.