Pese a las dificultades planteadas por la caída de los precios internacionales, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) presentó a sus afiliados un panorama optimista de la industria gracias a los favorables resultados de las estrategias encaminadas a agregar valor a los productores para elevar su rentabilidad.

Así lo manifestó el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, durante la presentación de su informe de gestión ante el 86 Congreso Nacional Cafetero, que se instaló este miércoles en Bogotá.

Como máxima autoridad e instancia de decisión, el Congreso convoca a delegados de los 15 comités departamentales del país para analizar la gestión adelantada desde la institucionalidad cafetera y fijar sus líneas de acción a futuro.

Lea también: Cafeteros dan la pelea por el precio del grano dentro y fuera del país

“La rentabilidad sostenible es el rumbo que este gremio se ha trazado y, para hacer frente a los retos, la legitimidad y la resiliencia son dos de sus mayores fortalezas”, expuso el gerente general haciendo relación al que ha sido su empeño desde que asumió el cargo.

Como hecho destacado, cabe anotar que este Congreso es presidido por tres mujeres, Martha Cecilia Redondo, del Comité del Tolima; Teresa Torres Agudelo, del Valle, y Flor Matilde  Sacristán, de Cundinamarca, en un hecho que ratifica la tendencia mostrada en las pasadas elecciones cafeteras, cuando la participación de mujeres en los comités departamentales subió al 15% -el doble con respecto a las anteriores elecciones- y en los municipales alcanzó el 24%.

Prueba superada

En su exposición ante el Congreso Cafetero, el gerente Vélez Vallejo resumió su balance con una frase: “Lo hicimos bien en un año muy complejo”.

La complejidad, como fue ampliamente informado por EL MUNDO, tuvo que ver con la drástica caída en los precios internacionales del grano la cual, reiteró el directivo, tuvo como causas más importantes la sobreproducción mundial de café, cuyo excedente se calculó en 3,1 millones de sacos, en buena medida gracias a una cosecha de 60 millones de sacos en Brasil; la devaluación del Real (moneda de Brasil) frente al dólar y, como consecuencia de esto, las ventas masivas de contratos futuros por parte de fondos de inversión, que llevaron a que el café tocara un piso de 92 centavos de dólar por libra en septiembre y que el precio interno cayera por debajo de los 700.000 pesos la carga.

Más allá de las gestiones de la Federación en el ámbito internacional para sensibilizar a los demás actores de la cadena a reconocer su responsabilidad en la situación, según el gerente Roberto Vélez Vallejo, para hacer frente a esta coyuntura fue esencial “no perder el foco y seguir trabajando intensamente en la estrategia que se ha trazado hace tres años para elevar la rentabilidad de la caficultura”.

Lea además: Comité de cafeteros de Antioquia se renueva

Tal estrategia se materializa en las líneas de acción de la campaña “Más agronomía, más productividad”, entre las cuales se cuentan la renovación de cafetales. A la fecha, según datos de la Federación, se han renovado este año 80.000 hectáreas y se terminará el 2018 con alrededor de 82.000 hectáreas intervenidas, cifra que se acerca al 10% del total sembrado en el país, que es de 880.000 hectáreas. El 90% de las hectáreas renovadas se hizo con variedades resistentes a la roya.

Otra línea de acción permitió aumentar la densidad de los cultivos, ubicándola en 5.201 árboles por hectárea y una producción de 18,6 cargas por hectárea.

En otro aspecto del proceso y gracias al apoyo de Cenicafé, este año se realizaron pruebas de campo para el uso de mallas para la recolección del grano y se puso a prueba la “derribadora”, una innovación que permite, por un lado, hacer frente a la crónica falta de recolectores y, por otro lado, reducir los costos de mano de obra.

Vale anotar que, como lo señaló el gerente general, desde el año pasado la falta de mano de obra no ha sido tan problemática debido a la presencia de venezolanos dispuestos a trabajar en la recolección. Sin embargo, las innovaciones “promisorias”, como las calificó Vélez Vallejo, están disponibles para cuando esa mano de obra venezolana no esté disponible.

Le puede interesar: Con $100.000 millones, Gobierno pasa a la acción en apoyo a cafeteros

Finalmente, la estrategia también contempla acciones en la comercialización, las cuales según explicó Vélez Vallejo, “siguen enfocadas en exportar y apoyar la comercialización de cafés con valor agregado, que se traducen en primas para los caficultores”.

Optimismo a corto plazo

La expectativa de una menor producción en Brasil para el año próximo, la presencia en el país de un Fenómeno del Niño moderado y la expectativa por la decisión que pueda tomar el Congreso de la República para aprobar la creación de un Fondo de Estabilización de precios, marcan un futuro optimista para el gremio, al menos en lo que se refiere al año 2019.

Una producción de menos de 60 millones de sacos en el vecino país es una buena noticia, puesto que se estabilizaría la balanza entre consumo y oferta. Según cifras del último año, el mundo produjo 167 millones de sacos de los cuales se consumieron 165 millones. En Colombia, la producción del año cafetero que inicio en octubre de 2017 y terminó en septiembre pasado, fue de 13,8 millones de sacos, 0,8 millones de sacos menos que en el período anterior.

Ahora bien, si los pronósticos se cumplen y el Fenómeno de El Niño que se espera es moderado, los cafeteros son optimistas por cuanto ello favorecería que la producción volviera a sobrepasar los 14 millones de sacos en 2019.

“Un fenómeno moderado a los cultivos les hace bien; un tiempo más seco de lo normal puede traer una cosecha cafetera mejor de lo que es habitual. Siempre recuerdo a un gerente técnico de la Federación que decía que el café sabe de todo menos nadar, lo que es malo son las lluvias excesivas”, afirmó Roberto Vélez Vallejo.

Frente al Fondo de estabilización de precios, hay expectativa entre los caficultores por las noticias que pueda traer al Congreso el presidente Iván Duque este viernes, en el acto de clausura. Por ahora se habla de que el Gobierno tendría voluntad de aportar los 100.000 millones de pesos que puso para ayudar a recuperar el precio interno, pues ante la recuperación del precio internacional, desde octubre, de ese dinero solo se usaron alrededor de 1.500 millones de pesos.

Sin embargo esto estaría condicionado a que la Federación también aportara, algo que no le suena al gerente Vélez Vallejo mientras ese gremio siga financiando el pasivo pensional de la Flota Mercante Grancolombiana.

Finalmente, y para mantener la idea de mejorar la rentabilidad, la Federación anunció una gran campaña para incrementar el consumo interno de café de calidad.

“Se necesita un cambio de mentalidad del consumidor colombiano para que consuma café de calidad. El día que eso pase todo el mundo pagaría un buen precio”, dijo y añadió que “internacionalmente el esfuerzo que debemos hacer es incrementar el consumo de café en los países productores; somos 50 países productores, si cada uno aumentara 100.000 sacos de consumo propio, serían cinco millones de sacos de consumo propio y el excedente fue de tres millones este año, con eso balancearíamos el asunto”, concluyó.

Cabe anotar que Colombia, aunque produce alrededor de 14 millones de sacos al año, importó en 2018 750.000 sacos. La razón es que de esos 14 millones producidos se exportan 13 millones y la demanda interna es de 1,8 millones de sacos, lo cual crea un faltante que se llena con compras de café al exterior un precio promedio de 50 centavos de dólar la libra.