Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, también con Daniel Ortega siendo presidente.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) recordó este martes al Gobierno de Daniel Ortega que existe una salida no violenta para la crisis que atraviesa el país, y que ha dejado más de 350 muertos en actos de represión.
“Recordamos al Estado de Nicaragua que ya existe un marco para detener la violencia y abrir canales de diálogo que eviten más pérdidas de vida”, afirmó la Cidh en sus redes sociales.
El recordatorio de la Cidh se dio mientras las “fuerzas combinadas” del Gobierno aislaban la ciudad de Masaya y realizaban un fuerte ataque armado sobre la comunidad de Monimbó, una de las que mayor resistencia ha opuesto al presidente Daniel Ortega desde el estallido social de abril.
A nombre del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), la Cidh hizo un llamado al Gobierno nicaragüense a detener los ataques contra la población de Masaya.
“Meseni, Cidh, insta a evitar la ofensiva represiva en Masaya”, resaltó el organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA).
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El ataque de este martes fue el tercero del Gobierno realizado contra Masaya desde que inició el estallido social, el 18 de abril pasado. Al menos 35 personas han muerto en la ciudad de Masaya desde que iniciaron los ataques.
La Cidh y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país”, lo cual negó.
Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.