Claudicaciones

Autor: Eufrasio Guzmán Mesa
6 marzo de 2019 - 09:04 PM

Estamos en el tiempo de los mesías falsos, de los idiotas útiles y de la claudicación de la inteligencia para abrirle paso a las múltiples formas de control que lo destruyen todo en su nicho.

La humanidad ha claudicado en la tarea decisiva de cuidar el alma y así hacer la vida digna de ser vivida.

Sí hemos de atender a las ideas antiguas de cultivo del alma o a la idea moderna de enriquecer el psiquismo, a partir del contacto con la obra humana, los ensayos, la literatura, el canto como forma primera de la poesía, la historia, el arte y las ciencias, tendremos que reconocer que estamos viviendo momentos de pobreza extrema. Y todo ello no obstante la enorme cantidad de medios de comunicación, la producción editorial, los museos, las salas de concierto, las posibilidades inéditas de viajar antes solo disponibles para las elites. Sin embargo, vivimos momentos donde nadie, al parecer, lee más de 50 palabras, se ha impuesto la brevedad arbitraria y se ha generalizado la simpleza, la inmediatez y la puerilidad en el juicio, la ceguera.

Lea también: Nuestra tarea

Ya la conversación no es el resultado de la síntesis de ideas y el debate, sino que es el prurito despreciable de un acto fugaz y evanescente que consiste en repasar las novedades de la parroquia y despotricar. La comunicación ha perdido toda profundidad, las clases dominantes, los dirigentes y los políticos hacen su agosto difundiendo lemas vacíos, frases cortas, tonterías con apariencia de sabiduría; la banalidad está destruyendo toda forma de profundidad psíquica, de habilidad para la visión comparativa, de desarrollo de perspectiva histórica y de habilidad para toda posibilidad de matización. Se ha simplificado todo esfuerzo por distinguir y cuestionar dotados de una visión orgánica de la vida y de la historia.

Con la superficialidad reinante estamos llegando al reino de la tontería generalizada, nadie quiere pensar ni construir, todo lo quieren comprar hecho y sencillamente se adoptan desgraciadas ideologías torpes que conducen a la obediencia ciega, a la esclerosis del discurso, a la citación irreflexiva para caer en la acción inmediatista y la precipitación. Todo está llevando a una cárcel enorme donde no hay opciones y la obediencia es la forma de la ignorancia y de la incapacidad de pensar por sus propios medios. Se ha impuesto un abominable recurso a la más primitiva estrategia de dominación y control; una claudicación de la racionalidad y del espíritu crítico están reinando por doquier y la ciudadanía desapareció mientras crece el rebaño que dejó de lado la capacidad de controvertir y examinar para volverse gremialización, sectorización arbitraria e inmediatista, agrupamiento ciego y pérdida total en la capacidad de tomar decisiones por sí mismo. Así la democracia es una utopía lejana. La principal claudicación es la del intelecto cuando, siendo capacidad natural de discernimiento, no se usa y se toman posiciones ciegas solo por convicciones elementales o simples y se depositan energías en defender esa posición. Esto lo podemos entonces llamar la polarización y el germen del desastre.

Lo invitamos a leer: Pasarse de inocente

Estamos en el tiempo de los mesías falsos, de los idiotas útiles y de la claudicación de la inteligencia para abrirle paso a las múltiples formas de control que lo destruyen todo en su nicho, ese que es el germen de la destrucción de la sabiduría orgánica, de la inteligencia viva que dan lugar al sentido limpio del cual resultan acciones nobles y duraderas.

 

Compartir Imprimir

Comentarios:

Edgar
Edgar
2019-03-07 17:53:18
Tiene, el articulista, mucha razón en cuanto que las nuevas generaciones van al ritmo de un clic, sin detenerse a pensar lo que se reenvía, y ahí sí estamos fritos. La falla está en los padres de familia, por un lado y en los docentes, por el otro, cada cual debería influir en los muchachos en la búsqueda de la verdad, inculcando el gusanito de la investigación, leyendo, confrontando ideas, sanamente, contestando honestamente preguntas. Es del día a día.
JOHN JAIRO
JOHN JAIRO
2019-03-07 09:36:19
Exclente Artículo, aunque demasiado negativo, plasma la situación actual de una sociedad carcomida por las inteligencias que se ocultan para ir aciegas tras de los que se autodenominas Mesías y Salvadores de una democracia cada vez más esquiva pero maquillada por los que aspiran al poder sin importar los medios.

Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Sectarismo que nos ahoga
Columnistas

Sectarismo que nos ahoga

Así comenzamos el año, con la esperanza de que por medio de la política superemos ese sectarismo y por medio del derecho resolvamos las diferencias y con valor...

Lo más leído

1
Oh! /

Una historia de amor maternal

Desde la prehistoria, sociedades tribales resaltaron la importancia de la mujer por su papel progenitor. No...
2
Columnistas /

Historia de Medellín a cuentagotas 4

El asentamiento humano de agricultores-ceramistas más antiguo descubierto en el valle de Aburrá se...
3
Artes Plásticas /

¿Cuál es el valor artístico y arquitectónico de Notre Dame?

De la catedral parisina se dice que ha sido epicentro histórico de importantes acontecimientos en la vida...
4
Urbanismo /

Los artesanos claman por un lugar para pintar y tejer la historia

En medio de difíciles condiciones de trabajo y la necesidad de ser reconocidos y valorados como actores...
5
Derechos Humanos /

ONU pide liberación de cuatro desaparecidos en el Alto Naya

En el lugar en donde se reportan las desapariciones, habitan minorías directamente afectadas por la...
6
Columnistas /

Fue muerto por la Policía ¿o matado?

Si entendemos la conjugación “muerto” en su sentido habitual, la oración dirá que al delincuente...