Cocoliso se coronó como rey del 13 Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín, que tuvo su final en la plaza Gardel el pasado viernes.

Sin saber que al final de la noche serían coronados como rey y virrey, respectivamente, los trovadores Cocoliso y Guacuco fueron los encargados de abrir la primera tanda de la final, versando en una ronda de Tema Libre en la que no faltó Belén de Bajirá y el reto que impuso Cocoliso a Guacuco para que explicará en verso el origen de su nombre; así el auditorio supo que el remoquete utilizado por el joven de Urabá rendía homenaje a un pez de río. 

Continuaron Mecato frente a Pichingo y posteriormente Cacao y Alacrán, los más experimentados de la noche, quienes mostraron sus pergaminos con una trova cordial en la que se fueron complementando para permitir un diálogo fluido. 

La primera ronda la cerraron El Paisita y Juan José, quienes centraron sus versos en temas alusivos al Papa Francisco y la petición de un recinto de mayor capacidad para albergar la final, a la que según el verso de El Paisita: “Le quedó pequeña la Plaza Gardel”.

Cocoliso tuvo el turno de abrir nuevamente la tanda de Tema Impuesto, esta vez frente a Cacao, quien a la postre sería príncipe, luego de de batirse con Guacuco y Cocoliso en la Ronda del Diablo

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Respondiendo al tema impuesto de: ¿a quién le daría un consejo? Los trovadores le dieron recomendaciones a Juan Manuel Santos, Donald Trump, Alvaro Uribe y hasta a James Rodríguez y Daniela Ospina.  

Alacrán y Guacuco trovaron sobre el tema “De  qué quisieran descansar”, y en cada verso brotaron temas como el hambre, la inclemencia, las narconovelas y hasta el reggaetón.

Pichingo y Juan José trovaron sobre “Aquello que quisieran ser y no han podido”. Fue ahí cuando Pichingo y Juan José mostraron su espíritu festivo. Pichingo dijo que anhelaba ser alcalde para decretar ferias de un año, y Juan José que quería ser millonario para disfrutar de múltiples placeres. 

Paisita y Mecato cerraron la última tanda en la que se vieron ocho trovadores en tarima para hablar de “Lo que se nos está acabando”, y ahí hubo versos para el amor, la palabra como sello de garantía, el bambuco y hasta el buen fútbol. 

El jurado determinó que Mecato y Juan José no continuaban en la búsqueda de la corona y los seis trovadores restantes volvieron a la tarima para medirse nuevamente en Tema Libre, en el que los repentistas apelaron al aspecto emotivo del público con temas que pasaron del orgullo regional, a la solidaridad con Venezuela y el agradecimiento a quienes ocuparon la Plaza Gardel para presenciar esta final.

El momento de la trova basada en una imagen marcó un punto de quiebre en la velada, debido a la destreza que mostró el trovador Guacuco, quien a pesar de ser invidente, pudo construir versos sobre la imagen que León Felipe Duque, veedor del Festival, le describió antes de su presentación.

De ahí en adelante el público en la Plaza Gardel adoptó a su favorito y Guacuco hizo uso de la autoreferencia como recurso para aprovechar la aceptación que había logrado entre la concurrencia.

A la Ronda del Diablo llegaron Cacao y Guacuco, quienes venían, cada uno, de proclamarse ganadores en su respectiva semifinal y hasta allí los acompañó Cocoliso, trovador que venía de ubicarse tras Guacuco en la segunda semifinal. 

El Ratoneo abrió la Ronda del Diablo y ahí empezó un complemento entre trovadores, en el que cada uno interpretaba dos versos de los cuatro que componen la trova paisa para que los contrincantes completaran los siguientes.

Una innovación que tuvo este Festival fue la de retar a los tres finalistas en duelos troveros que se basaran en un titular de prensa y así discurrieron por asuntos de actualidad como el fichaje del futbolista Neymar por el París Saint German hasta asuntos como las sanciones a Uber.

Los tres trovadores cerraron la jornada con una ronda de Tema Libre en la que Guacuco y Cacao acudieron a duelo personal, en un acto que le aportó emoción a la final, por la calidad de los versos que cada trovador construía en su ataque y le dio además la oportunidad a Cocoliso de ser una parte neutral, éste aprovechó la posibilidad para interactuar con ambos trovadores y propiciar diálogos en los que pudo construir un fraseo armonico con el que redondeó una noche de buenas salidas en cada tanda que enfrentó.

Al final, Cacao fue declarado príncipe y anunció su retiro del Festival para dar paso a las nuevas generaciones de trovadores, Guacuco en medio de aplausos fue proclamado virrey y el máximo galardón de la noche fue para Cocoliso, quien a las 2:00 a.m. le manifestó a EL MUNDO su emoción por lograr, el que en su concepto es, el festival de trova más importante del país.