Colombia recordó este viernes al médico y activista por los derechos humanos Héctor Abad Gómez, cuya vida y asesinato plasmó su hijo Héctor Abad Faciolince en “El olvido que seremos”, cuando se cumplen 30 años de su homicidio en Medellín.
Para recordar su vida, un grupo de personas repartieron en Medellín claveles, una de las flores que cultivaba Abad Gómez, aficionado a la floricultura.
Además, de ese modo recordaron la “Marcha de las Flores” que centenares de personas hicieron el 13 de agosto de 1987 para protestar contra la violencia que vivía Colombia y a la que acudieron Abad Gómez, Pedro Valencia Giraldo, Luis Felipe Vélez y Leonardo Betancur, todos ellos asesinados ese mes.
Los homicidios se produjeron en medio del llamado exterminio de la Unión Patriótica (UP) en las décadas del 80 y 90, cuando grupos paramilitares y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado asesinaron a por lo menos 3.500 miembros de ese partido de izquierdas, del que, sin embargo, no formaba parte Abad Gómez.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Todd Howland, se encontró con la viuda de Abad Gómez, Cecilia Faciolince, a quien ratificó “su compromiso de seguir trabajando por el derecho a la salud y agua potable” en el país.

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Desde su labor como médico experto en salud pública, Abad Gómez reclamó mejores condiciones higiénicas, acceso al agua potable y una cobertura médica mejor para la sociedad.
Entre los homenajes que se realizaron a la memoria de Héctor Abad Gómez se destacó el que realizó la Universidad de Antioquia en la Facultad Nacional de Salud Pública, denominado Pluralidad y tolerancia, que incluyó homenajes, exposiciones y la proyección de la película Carta a una sombra, realizada por su nieta, Daniela Abad e hija del reconocido escritor Héctor Abad Faciolince.