Las grandes generadoras hidroeléctricas han sido cuestionadas por la huella ambiental que dejan durante su construcción, No obstante su proceso de generación es limpio y no se puede depender solo de energía eólica o solar.
El abastecimiento energético demandando por el hombre va incrementando cada año y según la Agencia Internacional de la Energía (AIE) este consumo aumentará hasta un 70% para el 2040. Frente a esa necesidad, los países se enfrentan a una disyuntiva: ¿cómo suministrar este servicio básico sin exponer demasiado el medio ambiente?
En este escenario comenzó a realizarse un comparativo entre todas las fuentes emisoras del fluido eléctrico; partiendo de un paralelo que enfrenta a las energías no renovables convencionales con las energías renovables no convencionales.
Científicamente está comprobado que la generación energética a través de hidrocarburos libera emisiones atmosféricas, principales causantes del calentamiento en el globo que preocupa a la comunidad internacional. Por esta razón, las energías limpias emergen como la alternativa para disminuir los impactos ambientales durante el abastecimiento eléctrico.
Mucho se ha cuestionado recientemente en Colombia la creación de grandes centrales hidroeléctricas por los señalados efectos negativos que tienen estas obras en las áreas sobre las que se construyen. Sin embargo, expertos en el tema aseguran que todos los mecanismos generadores traen afectaciones y es prácticamente imposible que una Nación dependa exclusivamente de sistemas eólicos o solares.
Según el director de planeación de generación de EPM, Santiago Villegas, las centrales hidráulicas ofrecen diversas bondades, entre ellas, el aprovechamiento de un recurso inagotable como el agua y una producción inocua, pues no contaminan.
Resaltó que en el territorio nacional se ha privilegiado este sistema por la abundancia del preciado líquido, una ventaja que según la ingeniería debe aprovecharse. Aunque reconoció que los impactos de estas centrales se manifiestan durante su construcción, cuando se da forma a los embalses para represar el agua.
“Construir una presa implica interrumpir el flujo natural del río, ese es un impacto significativo, pero la tecnología ha evolucionado lo suficiente para disminuirlo”, indicó el alto ejecutivo. Así mismo, sostuvo que la consecución de una licencia ambiental hoy día está sujeta al cumplimiento de rigurosos requerimientos.
Aclaró que en las hidroeléctricas con embalse los efectos principales están relacionados al cambio hidrológico en la corriente de los ríos utilizados para el abastecimiento, aunque en el caso de las Empresas públicas, aseveró Villegas, se dispone de instrumentos para la gestión de impactos.
El director de generación especificó la imposibilidad de obtener la electricidad acudiendo a una sola fuente limpia; todas ellas están condicionadas por variables climáticas que inciden en la producción, y esa dependencia pondría en riesgo la cobertura total del servicio.
En el caso de la energía eólica, si los vientos no soplan con fuerza, el fluido eléctrico decrece. En lo que a energía solar respecta, un día nublado merma la radiación que alimenta los paneles fotovoltaicos, por consiguiente la energía producida también decae.
De este obstáculo natural tampoco escapan las fuentes hidráulicas, en época de sequía las reservas de agua escasean, y raíz de esto, deben complementarse con otros sistemas generadores, que en el caso de Colombia, son mecanismos que toman como materia prima el petróleo, el gas o el carbón.
Pese a lo anterior, Villegas mencionó que la estabilidad de la hidroeléctrica es mayor en comparación a las demás energías limpias.
“Las noticias dan cuenta de que Costa Rica, durante un periodo determinado, fue abastecida solo por fuentes renovables. Pero ellos tenían centrales hidroeléctricas, centrales geotérmicas, parques eólicos y granjas solares”, citó el alto ejecutivo.
El profesor especialista en hidrogeología y geotecnia, Víctor Muñoz, coincidió en que es imposible surtir de electricidad a un país solo con fuentes no convencionales, pero apuntó que en Colombia se debe hacer una transición gradual hacia una producción mixta, con energía hidráulica, eólica y geotérmica.
El profesor citó que hace aproximadamente tres décadas las Naciones Unidas recomendaron a todos los países dejar de lado las mega centrales hidroeléctricas, advirtiendo que los daños socio-ambientales causados durante sus construcciones eran de gran consideración.
El académico relató que en ese entonces, la alternativa para continuar aprovechando el potencial hídrico, consistía en la construcción de micro centrales “que son conceptos muy viejos, se puede decir que un gran proyecto hidroeléctrico puede ser remplazado por 100 micro centrales”.
“Estas pequeñas generadoras tienen la ventaja de ser construidas gradualmente y de no necesitar grandes inversiones para hacerlo, se construyen relativamente rápido y tienen un impacto ambiental leve porque no inundan tierras”, dilucidó.
La desatención de esta sugerencia, indicó el experto, obedeció a factores políticos, recordó que la llegada del neoliberalismo afectó los lineamientos de desarrollo dictados por la ONU y se retomó la creación de grandes proyectos hidroeléctricos.
De igual manera, las energías no renovables continuaron imperado en el mundo hasta el presente. “Hoy día los países dependen del gas, el petróleo y el carbón para generar energía”, el 70% se obtiene a partir de hidrocarburos, aseveró.
Así las cosas, y acosadas por el calentamiento global, las naciones buscaron suplir sus demandas eléctricas con fuentes limpias, citó el profesor Muñoz, y añadió que “tal vez” no sean suficientes para abastecer a todo un país, “pero si pueden cubrir un alto porcentaje”.
Resaltó los casos de Italia y Nueva Zelanda, territorios que aprovecharon su potencial volcánico para obtener energía de allí. En este punto mencionó que Colombia tiene una posibilidad para explorar, puesto que sus volcanes ubicados en la zona sur podrían ser proveedores de energía.
Reveló que un grupo de profesionales cafeteros fueron enviados a Europa para profundizar en el campo geotérmico, a su llegada realizaron estudios en las cadenas volcánicas locales, sin embargo, por su alto costo la iniciativa fue archivada.
España, desde la perspectiva del profesor Muñoz, es uno de esos lugares modelos en cuanto a energía solar, destacó que hoy día una gran parte de la cobertura eléctrica en ese país es obtenida de granjas solares.
Llamó la atención sobre el crecimiento exponencial que ha tenido esta fuente, de acuerdo con su reseña histórica, en 1960 los combustibles fósiles ya hubieran podido transitar hacia su desuso con la complicidad del sol. Apuntó que en ese periodo la Universidad de Melbourne, Australia, desarrolló un automóvil impulsado con paneles fotovoltaicos.
Curiosamente, dijo el docente, Standard Oil Company -una de las petroleras más fuertes en aquel momento- compró la patente de aquel carro y no fue posible realizar ningún otro avance con ese proyecto.
En el caso de Colombia, advirtió, la energía solar apenas se está desarrollando. “Es un bebé que está creciendo rápidamente, aquí tenemos zonas para esas granjas de paneles porque no tienen mucha productividad agrícola”.
Enfatizó en que los especialistas pronostican un desarrollo acelerado en este tipo de fuente, al punto en que podría abastecer completamente a un país.
El profesor aseguró que la evolución hacia las energías limpias en el territorio nacional dependerá de los futuros gobernantes. “un buen Gobierno, sensato, y acorde con las necesidades mundiales, debe entender que es necesario hacer esa transición. Hay que buscar energías alternativas poco a poco”.
Insistió en que se debe acudir al ingenio para crear fuentes energéticas sin provocar grandes impactos en la salud del medio ambiente, pero cuestionó el hecho de que hallan recortado el presupuesto para Colciencias, dado que “la investigación es básica para que un país se desarrolle”, concluyó.