Este viernes se cumplieron 30 años del asesinato de Héctor Abad Gómez, Leonardo Betancur y Luis Felipe Vélez. Ellos, en compañía de Pedro Valencia Giraldo, asesinado el 14 de agosto de 1987, fueron algunos de los impulsores de la Marcha de los claveles rojos que se hizo en Medellín el 13 de agosto de ese fatídico año.

Es por esto que el colectivo #NoMatarás decidió conmemorar estos asesinatos con la entrega de 1.000 claves que entregaron en varios puntos de Medellín durante el día.

Mayra Duque, líder del colectivo #NoMatarás, explicó que con este acto “queremos recordarlos a ellos como personas muy valientes que arriesgaron su vida por la defensa de los derechos y queremos recordarle al país que la situación de los defensores de derechos humanos hoy es de alto riesgo”.

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Los organizadores señalaron que es una marcha no convencional, pues “las personas que lleven un clavel en cualquier parte de su cuerpo estarán marchando por la defensa de la vida”, señaló Duque.

Las flores se regalaron en cuatro puntos de la ciudad: en La Alpujarra, en la Plazoleta Barrientos de la Universidad de Antioquia, en Eafit y en el Parque Berrío.

En un principio, los organizadores tenían la intención de entregar claveles rojos, pero no pudieron conseguirlos, por lo cual estuvieron entregando flores blancas.

Edgar de Jesús Argüelles Betancur, primo de Leonardo Betancur, se unió a la entrega de claveles y señaló que “es una labor poética, un gesto para recordar los asesinatos de las personas que han luchado por los derechos humanos. Me parece que hay que buscar la reconciliación porque estos asesinatos no pueden seguir sucediendo”.

Sandra Londoño, una de las transeúntes que recibió la flor, aseguró que “es algo muy bonito y de verdad que sí deberíamos recordarlos no una vez después de 30 años, sino cada año porque esto reivindica el valor de la vida y los derechos humanos, que era por lo que ellos luchaban”.

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Natalia Velásquez Osorio, especialista en salud pública que se unió al acto en La Alpujarra, afirmó que “iniciativas que nos permitan resinificar la vida y dejar de normalizar la muerte es lo que necesitamos todos los días para cambiar lo que está pasando en la ciudad. Que, como decía Héctor Abad, tengamos la expectativa diaria de morirnos de viejos”.

En este contexto, Duque resaltó que esta jornada también busca llamar la atención sobre la necesidad del diálogo. “Queremos reiterar que es fundamental iniciar un proceso de diálogo colectivo, pues se ha venido dando de forma sectorizada pero tiene que ser una conversación de ciudad donde las posturas más diferentes encontremos formas de proteger la vida”, dijo.