Este domingo se celebra el Día de la Tierra, fecha de conciencia para pensar en las diferentes formas que tenemos para cuidar el planeta y sus recursos naturales. Aquí conocerá de qué forma usted puede contribuir al cuidado de los recursos naturales desde su hogar.
Ahorrar energía se ha convertido en todo un hábito para la familia Hurtado Gómez, del barrio Buenos Aires (oriente de Medellín). El mes pasado, por ejemplo, consumieron 256 kilovatios (kWh) de energía, según su factura de servicios públicos, mientras que para este mes bajaron a 250 kWh.
Y pese a que esta reducción en lo económico no signifique mucho para el bolsillo de esta familia a corto plazo, consideran que al ahorrar energía se le puede contribuir al cuidado del planeta.
Precisamente, Peter Alexis Londoño, profesional de la Unidad de Educación a Clientes y Comunidad de Empresas Públicas de Medellín (EPM), sostiene, cada vez que las personas le preguntan ¿cómo puedo ahorrar energía de verdad?, que la principal recomendación para lograr disminuir el consumo de electricidad es comenzar a modificar una serie de hábitos que de manera inconsciente realizamos y que terminan por hacer un mal uso de los servicios públicos.
Con generar comportamientos como el apagar las luces que no se están utilizando, no abrir la nevera innecesariamente, apagar el televisor si no lo estamos viendo y desconectar el cargador del celular, se puede lograr un ahorro eficiente de manera sencilla como sucede en la casa de los Hurtado Gómez.
Además, existen otros consejos para reducir la cantidad de electricidad que nos gastamos en nuestras casas. En el caso de la familia Hurtado Gómez, el primer paso para dejar de gastar energía fue cambiar todos los bombillos de la casa, que eran incandescentes, por ahorradores o led.
“Lo ideal es utilizar bombillos led. La energía que consume un bombillo tradicional es la misma que consume uno led durante seis horas. Además, un bombillo de los incandescentes dura máximo 3 meses, mientras que un ahorrador puede iluminar hasta por 4 años”, explica Londoño.
En este inicio también incorporaron la revisión a las conexiones de la casa para que no se presenten fugas de energía y siguieron las recomendaciones de no sobrecargar los tomacorrientes para evitar gastos no necesarios y reducir la posibilidad de un corto circuito.
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De la misma forma, Londoño recomienda que en las casas donde hay más de un televisor se debería prender sólo uno si se está viendo el mismo programa: “No es posible que haya lugares donde vean el mismo programa en diferentes televisores. Deberían reunirse todos, así ahorran energía y comparten en familia”.
Otra de las tareas que los Hurtado Gómez transformaron en un hábito fue el dejar de abrir la nevera cuando no era necesario, o de hacerlo varias veces para sacar los productos para preparar una comida.
“Cada vez que se abre una nevera se libera el frío y el motor tiene que trabajar más para recuperar su temperatura. Una nevera está conectada todo el día pero sólo trabaja 12 horas, aunque puede ser más si se abre con frecuencia”, asegura Londoño.
Marco Hurtado, el hijo mayor de esta familia, considera que “ahorrar energía en mi casa nos ha permitido actuar más conscientes frente a las acciones diarias que hacemos, a que no seamos tan mecánicos”.
El consumo de la energía eléctrica se mide en kilovatios/hora (kWh). En términos simples, los kilovatio/hora expresan la cantidad de energía que consumen los aparatos eléctricos de acuerdo con su capacidad o potencia y el tiempo que permanezcan encendidos.
A través de un medidor se registra la actividad de un mes y luego un lector de EPM analiza esta información para compararla con base en la diferencia que hay entre las lecturas de un mes y otro para establecer el consumo y los costos.
Sin embargo, la parte económica no debe ser lo único que nos preocupe, el cuidado de los recursos, como dice Marco, debe ser un tema en el que todos se comprometan para lograr un uso eficiente de los servicios públicos.