Mientras los partidos Liberal, Cambio Radical y un importante sector de la U mantienen su hermetismo institucional de apoyo a un candidato a la Alcaldía de Medellín, su homólogo conservador fue el encargado de ponerle emoción e interés, comenzando septiembre y ya a menos de dos meses para los comicios territoriales, a la actual campaña electoral en la capital de Antioquia.

En la actual competencia democrática por el primer cargo público de la ciudad siguen originando comentarios de diverso tipo el registro de quince candidatos por su Alcaldía, lo que nunca había ocurrido en los 31 años de la elección popular de mandatarios municipales en Colombia.

Contrario a la tendencia de elecciones pasadas, en las cuales otras municipalidades inscribían un llamativo número de aspirantes a sus alcaldías, Medellín figura en la actual coyuntura como el municipio de Antioquia con la más alta cantidad de alternativas.

Y el otro hecho que también llama la atención es que pasan los días, las encuestas y algunos “debates” y tercamente siguen con vida increíblemente la quincena de candidatos. Y lo curioso es que por ahora nadie ha mostrado interés en tirar la toalla, aunque hay sospechas de algunos.

Candidatos de diversos partidos al Concejo de Medellín que recorren los barrios y tienen contacto con el electorado efectivo revelan que la gente conoce muy poco a los candidatos a la Alcaldía y de ahí el porcentaje tan alto del voto en blanco y el de no sabe, no responde.

Y por eso no ha faltado el arrepentido de no haber inscrito un comité promotor del voto en blanco, que implica que si es mayoría, como pasó en Bello, se repetiría la elección sin los actuales candidatos.

Sin embargo, los eternos adivinos electorales vaticinan que ese ambiente de incertidumbre cambiará y se aclarará cuando se acerque octubre y los posibles 800.000 sufragantes que se calcula participarán en la elección del alcalde de Medellín, definan y concreten sus preferencias.

Por el momento y a la espera de las encuestas de los grandes medios informativos nacionales y que seguramente impactarán la campaña, el hecho político electoral por estos días lo acaba de producir el Partido Conservador, que aunque fraccionado en sus apoyos, está respaldando a dos candidatos a la Alcaldía de Medellín.

Por un lado los equipos Conservadores de vida, liderado por los congresistas Juan Diego Gómez y Nicolás Albeiro Echeverry, ya recuperado de sus quebrantos de salud, el sector del también legislador Germán Blanco y el resucitado Progresismo conservador que mantiene vivo el diputado David Jaramillo con antiguos seguidores de Jota Emilio Valderrama, siguen hasta ahora respaldo la candidatura de Juan Carlos Vélez Uribe.

A este exconcejal, exsenador y excandidato a la Alcaldía no le ha ido nada bien con las estadísticas electorales de julio y agosto pasados, muy distinto a lo ocurrido hace cuatro años, cuando comandó como candidato uribista todos los sondeos y sólo perdió, por estrecho margen, el definitivo de las urnas.

Encuentro de Juan Carlos Vélez con jóvenes de Medellín.

Vélez Uribe la metió toda en los últimos días en su trabajo proselitista y presidió tres masivos y significativos actos para mandar un mensaje que está aún muy vivo como candidato.

Estuvo en un encuentro con cerca de unos 1.000 jóvenes, firmó un pacto de protección animal con el que se comprometió al no regreso de las cabalgatas y de las corridas de toros y recibió el apoyo de los cabildos indígenas de la ciudad.

En estas actividades de plena campaña contó con el acompañamiento permanente de Conservadores de Vida, sobre todo del congresista Nicolás A. Echeverry.

Sin embargo, en este matiz conservador ya comenzó a hacer estragos la preocupación por los bajos porcentajes de intención de votos por Vélez Uribe y ya se oye que esperarán unos diez días más y las últimas encuestas para ver qué sucede con esta aspiración.

De no presentarse una reacción en las encuestas, Conservadores de vida podrían tomar otra decisión y bajarse del apoyo a ese candidato.

Es más, en las huestes de este movimiento azul ya hay fuertes presiones para dirigir su apoyo al candidato del Centro Democrático, Alfredo Ramos, quien ha venido liderando las encuestas, unas respetables y otras sospechosas.

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Trujillo con Chucho

El único matiz conservador que se apartó del apoyo a Vélez Uribe, fue el equipo que lidera el senador Carlos Andrés Trujillo González y el pasado lunes firmó un acuerdo programático, pero también con muchos ingredientes políticos y electorales, con el sorprendente aspirante a la Alcaldía de Medellín, el concejal Jesús Aníbal Echeverri Jiménez, a quien nadie ha podido bajar del segundo lugar en las encuestas y asusta permanentemente a Ramos.

De esa forma el itagüiseño senador azul se metió de lleno en la campaña por la Alcaldía de Medellín, donde en el 2018 tuvo para el Congreso casi 15.000 electores, a los que pidió votar por el popular Chucho.

El acercamiento y el apoyo electoral entre estos dos políticos se debió a un trabajo de filigrana del candidato conservador al Concejo de Medellín, Lucas Cañas, la única opción electoral del trujillismo, y quien construyó con Echeverri Jiménez una agenda sobre grandes y neurálgicos problemas y soluciones de ciudad.

Este candidato a la Alcaldía tiene su propio aspirante al Cabildo en la ciudad con Jorge Cardona, quien lidera la lista del Partido de la U a esa corporación, pero seguramente Cañas también recibirá una mano en las urnas y hasta se atreven a decir que sería entre 3.000 y 4.000 votos, que lo pondría a disputar una curul en la muy difícil lista conservadora al Concejo.

Jesús Aníbal Echeverri ha sido en los últimos 20 años uno de los mayores electores para el Concejo, con votaciones cercanas a los 14.000 sufragantes a favor y es un creíble endosador de votos y de eso puede dar fe el Flaco Mejía, a quien Echeverri transfirió votos en Medellín para la Cámara en marzo del 2018 y sacó 20.000 sufragios en la ciudad.

El acuerdo programático abarcó temáticas como la creación de un fondo de chaterrización para volquetas y camiones, subsidios nacionales para el adulto mayor, implementar una estrategia de seguridad contra la criminalidad, crear la Secretaría de la Familia, conseguir nuevos subsidios para un plan de vivienda, gestionar un hospital para animales, tramitar recursos para el tranvía de la 80 y más metrocables y revivir el Instituto Mi Rio.

En lo político el senador Trujillo solicitó a los otros partidos sin candidato a la Alcaldía de Medellín apoyar a Jesús Aníbal Echeverri, de quien dijo es confiable para los políticos y la política debe volver a gobernar a Medellín y no candidatos sin ninguna ADN partidista y sin responsabilidades políticas.