En países americanos y de más allá de nuestras fronteras, ¿estamos mirando la tierra y el cielo con las debidas precauciones?
El cambio climático del que se sigue tratando, internacionalmente, desde meses atrás, ha de ser objeto de raízales y denodados estudios, tendientes a evitar en el mejor grado posible, el temido calentamiento, del que se afirma, es: “acción y efecto de calentar o la enfermedad esa que padecen las caballerías en las ranillas y el pulmón”, sin los árboles que olvidamos: tramos de ellos sin sembrados – álamos, abedules, cogollos y otros cultivos de variado color-, nos preocupa, sin la profundidad que los “sistemas de engranajes” demandan crucial y oportunamente.
Es tiempo que se trabaje en materia de “prevención de desastres”. Ya sabemos – a medias -, de lo que puede suceder, sin arrancar denodadamente, contra el enemigo natural que se anuncia y avecina. Los geólogos y otros sabios en asuntos de cambios atmosféricos, invocan – presumiendo- los comportamientos adecuados en orden a evitar desastres, ahora, de los que han de acaecer, pero sin prevención adecuada. ¿O si? ¿Cuáles son las zonas poblacionales con más riesgo, en la topografía habitada nacional, por ejemplo? Con razonados acentos, o asombros, se esperan temporadas de calentamiento, que también de tormentas…
En países americanos y de más allá de nuestras fronteras, ¿estamos mirando la tierra y el cielo con las debidas precauciones en orden a evitar zozobras, de las que originan extraños sucesos y calentamientos? Los cambios tienen efectos evidentes en “los procesos físicos y químicos” de los estratos terrestres. No conjeturamos acerca de cambios en las corrientes oceánicas ni sequías y desapariciones de ecosistemas, relacionados entre sí y, ¡por Dios!, los efectos en las cosechas y la producción de otros bienes fundamentales para sobrevivencias humanas. El calentamiento está causando modificaciones extremas de temperaturas, mientras en otros lugares hemisféricos, se captan inviernos muy fríos. Se debe, afirman meteorólogos, a que con el aumento de corrientes en chorro, se moviliza el flujo del aire caliente y en los hemisferios de la tierra, desembocan heladas y nevados fuera de temporada-
Afirman los fisiólogos que “aún estamos a tiempo de asumir acciones…y tomar conciencia de ello, y “apoyemos las iniciativas que buscan prevenir el avance del fenómeno y colaboremos a quienes desconocen esta realidad”. Los cambios de órbita terrestre alrededor del Sol, se dan en escala de tiempo, de milenios. O más largos. Pueden alterar la distribución estacional de la radiación recibida. La temperatura promedio de la superficie de la Tierra, ha aumentado alrededor de 0.8%...Y la velocidad del calentamiento, “casi” se duplica en la segunda mitad de dicho período.
Para paganos o no, reiteramos que “el aumento de la temperatura de la tierra, de la atmósfera terrestre y de los océanos, es lo que se ha conocido como calentamiento global”. La tala de árboles y falta de atención de los ríos, causan pérdida de biodiversidad y aumento de temperaturas, casi mortales. mortales.
P s. Sí hay preocupados por los fenómenos citados. Nos conmovieron Rubén D. Meza, Claudia M. Carvajal, Rocío Ramos y Gloria Córdoba, residentes en la Ciudad-cuna de D. Marco Fidel Suárez…