Por medio de una carta a la ONU, el embajador del régimen de Pyongyang, Ja Song Nam, precisó que la situación es una amenaza hacia el país.
Como “victimización” fue calificada la acción de Corea del Norte hacia la Organización de las Naciones Unidas tras enviar una carta en la que afirma que los portaaviones enviados por Estados Unidos a ese país generan un riesgo y una amenaza.
De acuerdo con el embajador del régimen de Pyongyang, Ja Song Nam, el hecho se considera "la peor situación que ha prevalecido en y alrededor de la península".
La dictadura alertó además que el despliegue de tres de esos buques de los Estados Unidos, que realizan simulacros navales conjuntos con Corea del Sur, están alimentando las tensiones y podrían llevar a una guerra nuclear.
"Está haciendo imposible predecir cuándo se pueda desatar una guerra nuclear debido a que el equipo nuclear de Estados Unidos" está tomando una postura de ataque, aseguró el embajador en su carta dirigida al secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El ejercicio de cuatro días inició el sábado en el oeste del Pacífico, con los buques USS Ronald Reagan, USS Nimitz y USS Theodore Roosevelt y siete naves de Corea del Sur.
Ante esto, el embajador dijo que Estados Unidos ha reactivado las salidas de bombarderos estratégicos B-52 y está haciendo vuelos frecuentes con bombarderos B-1B y B-2 en el espacio aéreo de Corea del Sur.
"Los ejercicios de guerra nuclear a gran escala y los chantajes… hacen concluir que la opción que hemos tomado era la correcta y que deberíamos avanzar por ese camino hasta el final", escribió Ja.
Estados Unidos encabeza la presión en el Consejo de Seguridad para imponer sanciones más duras a Pyongyang, tales como prohibir sus exportaciones para impedir que obtenga divisas y desarrolle su programa militar.
El embajador norcoreano acusó al Consejo de Seguridad de "hacerse de la vista gorda con los ejercicios de guerra nuclear de Estados Unidos, que está empeñado en llevar a la humanidad a un desastre catastrófico".