Un gran número de liberales está muy indignado por la forma antidemocrática como se está manejando el Partido Liberal. Anuncian que harán un frente para recuperar la colectividad roja.
Contrario al fervor y al entusiasmo que despertó la consulta liberal de 1990, aumenta cada vez más la indignación de muchos colombianos de pensamiento liberal por la consulta que está programada para el 19 de noviembre y que puede ser un golpe mortal de opinión nacional para el aporreado Partido Liberal.
En un comunicado a la opinión pública un grupo de liberales desconcertados y molestos rechazaron la falta de democracia y de apertura con que ha venido siendo conducido su partido de siempre.
De ese bloque hacen parte, entre otros, los senadores Juan Manuel Galán, Sofía Gaviria, los dirigentes Juan Manuel López, Alfonso Gómez Méndez, Jaime Castro y Jorge Bustamante.
En concepto de estos liberales indignados “esto ha hecho que el Partido Liberal haya dejado de ser el partido con el que se siente identificada la mayoría de los colombianos y haya pasado a convertirse en una estructura excluyente, antidemocrática e ilegítima".
Dicen que fieles al pensamiento de los fundadores y de los grandes ideólogos liberales colombianos, se han unido para hacer valer la historia del glorioso Partido Liberal así como para rescatar la dignidad de su ideario, y se proponen conseguir el cese de las prácticas antiliberales que se han venido presentando en el partido.
“Rechazamos lo derivado de un “Congreso Liberal” que fue citado y que tomó “decisiones” en contra de los requisitos legales y de los estatutos del Partido”, dijeron.
Así mismo, no aceptan la Consulta Liberal programada para el próximo 19 de noviembre. Consideran que es ilegal, ilegítima y antidemocrática y deploraron que haya excluido al grueso de los seguidores del partido y, en particular, la participación de la mujer. “Los requisitos que, para la misma, estableció la antiestatutaria dirección actual, son absolutamente inconstitucionales”.
Manifestaron, además, que dicha consulta es obscenamente inadecuada, no sólo por el costo de $40.000 millones de todos los colombianos, sino porque se ha organizado de manera racista y clasista, de modo que en la misma no puedan participar quienes residan en la ruralidad, cuyo bienestar, precisamente, ha sido el objeto del programa liberal de siempre.
“Este elemento antidemocrático no tiene ningún sentido en una consulta liberal, que, por el contrario, debería tener como objetivo fundamental el de fortalecer la democracia. El Partido Liberal que concebimos es el de los campesinos, el de las víctimas, el de los afros, el de los indígenas y el de los más vulnerables, que serán acallados en esta consulta", señalaron.
Expresaron que su interés es que la sociedad colombiana sepa de su compromiso por recuperar las banderas liberales de la pluralidad, del libre pensamiento y del ejercicio democrático de la política.