Venezuela atraviesa una grave crisis económica y social marcada por la hiperinflación, la escasez de comida, medicamento y otros productos básicos.
Cuatro personas fallecieron por disparos de bala entre el miércoles y el jueves en el estado venezolano de Mérida (oeste) tras una ola de protestas por la falta de alimentos, algunas de las cuales degeneraron en saqueos, informó este viernes el gobernador de dicha entidad regional, Ramón Guevara.
Guevara aseguró que las muertes han sido "producto de carros que andan armados disparando" y aseveró que las víctimas no participaban "directamente" en ningún saqueo ni protesta. "Confirmadas hay cuatro muertes, más de quince heridos, y hay aproximadamente unos doce detenidos", dijo el opositor tras explicar que los disturbios llegaron a su estado en una "operación envolvente" de protestas que comenzó el martes y ha alcanzado ya cuatro municipios de Mérida, todos gobernados por el chavismo.
El dirigente de Acción Democrática (AD) explicó que los hechos se han producido en localidades limítrofes con los estados Trujillo y Zulia, y detalló que el primer fallecido fue un vendedor ambulante de café que estaba en un bulevar donde manifestantes alegaban la falta de comida como razón para protestar en la calle.
"El miércoles en la noche y jueves se produjeron tres muertes más en condiciones parecidas", prosiguió tras precisar que la "gran mayoría" del total de heridos también recibieron impactos de bala, aunque no especificó detalles sobre el estado de los lesionados.
El gobernador señaló también que en las últimas 48 horas "más de 200 reses han sido descuartizadas" por vándalos que irrumpieron en fincas de la zona alegando tener hambre, y cifró en doce el total de camiones cargados de alimentos que han sido saqueados cuando se trasladaban hacia "varias partes del país".
"Este desbordamiento es producto de las clases sociales más desposeídas de la zona (...) hasta altas horas de la noche de ayer esto llegó al límite", remarcó Guevara para luego ponderar como calmada la situación de este viernes en la región aunque, reconoció, hay "mucha preocupación" de los lugareños y empresarios.
El gobernador opositor recordó que la policía del estado está intervenida por orden del Ejecutivo desde octubre pasado, cuando asumió su cargo como gobernador, por lo que el resguardo de la seguridad y el orden público ha quedado en manos de la Guardia Nacional Bolivariana y otros cuerpos policiales y militares dependientes del Gobierno central.
Venezuela atraviesa una grave crisis económica y social marcada por la hiperinflación, la escasez de comida, medicamentos y otros productos básicos y los retrasos en la entrega de los alimentos subsidiados de los que dependen millones de venezolanos.
Protestas espontáneas y saqueos ante la imposibilidad de acceder a comida y a otros productos y servicios básicos han sacudido en las últimas semanas a municipios de todo el país.