Su llegada a Antioquia fue, la antesala que le permitió mostrar todas sus capacidades técnicas, humanas y morales.
“Es evidente que el agente esencial al desarrollo social, son las vías de comunicación que llevan a todas partes, los productos de la inteligencia y también los del trabajo material”, Francisco Javier Cisneros
“Todo el alfabeto del progreso, nos fue enseñado por él”, Aníbal Galindo
La Plaza de Cisneros recibió ese nombre por la Ordenanza que se dictó con el fin de rendir justo homenaje al ilustre ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, artífice de la iniciación de la construcción del Ferrocarril de Antioquia, entre otras obras, que adelantó desde Puerto Berrío hacia Medellín.
Grandes facetas se derivan del conocimiento sobre Francisco Javier Cisneros, bien como el hombre nacido de ilustre familia de Cuba, descendiente de linajudas familias españolas allí radicadas, con una educación académica óptima, y una formación familiar de alto nivel moral y cultural, para posteriormente manifestarse su gran personalidad, su don de gentes y figura atrayente donde se presentaba; además, de su poder de convocatoria y persuasión ante sus semejantes.
Al iniciar sus trabajos profesionales, se forjó otra faceta muy importante de su vida: la libertad de su patria, que lo llevó a grandes batallas, y a lograr sobrevivir a las persecuciones y situaciones supremamente arriesgadas de su vida, hasta el punto de habérsele condenado a la pena de muerte, lo que esquivó con suma inteligencia.
Más adelante se dio su nacionalización en los Estados Unidos, y el inicio de toda su trayectoria profesional, que como ingeniero civil, inducido en el sistema férreo especialmente, viajó por varios países en donde se vinculó a importantes proyectos férreos y de otra índole.
Analizando las páginas de las diferentes historias que se han escrito sobre los ferrocarriles en Colombia, se encuentra a menudo que el protagonista de muchos de éstos fue el ingeniero Cisneros, quien dedicó muy buena parte de su vida a colaborarle a nuestros gobernantes en trabajos de por sí difíciles, y se proyectó durante veinticinco años en la búsqueda del desarrollo económico de Colombia.
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Cisneros llegó a Colombia con toda la energía propia del ingeniero que ya había incursionado, no solamente en el área de su profesión, sino también en los proyectos políticos revolucionarios que buscaron la independencia total de la isla caribeña de dominios extranjeros. En una y otra forma luchó por eso, y precisamente esta tarea fue la que lo vinculó inicialmente a Colombia, cuando logró la cooperación de un grupo de valientes hombres en el departamento del Cauca, que lo acompañó en las tareas de independencia de su isla.
Su participación en proyectos ferroviarios en el vecino país del Perú, lo acercaron a Colombia, a donde llegó por medio de diferentes contactos personales que tenía. Su llegada a Antioquia fue, la antesala que le permitió mostrar todas sus capacidades técnicas, humanas y morales.
Las valiosas labores que adelantó Cisneros en Colombia, fueron lo que motivó el reconocimiento que se le hizo en Medellín con la Plaza de Cisneros y su estatua, en cuyo pedestal se puede leer: ESFUERZO, TRABAJO, TRIUNFO.
El pasado nos interroga: ¿por qué borrar con el codo el reconocimiento a personajes y hechos tan importantes del pasado, para darlo a cosas del presente sin mucha trascendencia? En el caso de: Plaza de Cisneros o Plaza de la Luz ¿Qué opina el Concejo de Medellín?