Las expresiones que titulan este escrito, son especialmente aplicables en las épocas preelectorales como la que se presenta este año.
Si cosecha es, como se define en el diccionario: “recolección de frutos de la tierra” o el “tiempo en que se hace”, o el “acopio de ciertas cosas”, podrá aparecer que no se aplica a ciertos hechos o acontecimientos. Pero resulta que si se le suele aplicar a muchos hechos de ocurrencia en el devenir histórico.
Por ejemplo, durante el gobierno del expresidente Santos es evidente que una “caterva de pillos” o pandilla de politiqueros inescrupulosos, hicieron una gran “cosecha” de mermelada. También podría hablarse de que una “plaga” asoló al País entendiendo que plaga es: “calamidad pública y grave”, que, en este caso, se aplica a todos los políticos inescrupulosos que usufructuaron la mermelada. Las “cosechas” pueden ser buenas, (como la “cosecha de mujeres” de que habla la canción) regulares y malas o peores, y entonces puede hablarse de “plagas”.
Las expresiones que titulan este escrito, son especialmente aplicables en las épocas preelectorales como la que se presenta este año. En efecto, fuera de la multitud de movimientos políticos que existen, aparece una gran “cosecha” o “plaga”, como lo quiera interpretar el lector, de candidatos de toda “clase, tamaño y condición” como diría Marañas. Le queda entonces a la comunidad el trabajo de analizar profundamente las propuestas, muchas veces mentirosas que presentan los eventuales candidatos a ocupar las distintas posiciones de gobierno y dirección.
Especialmente crítico, es el análisis de las propuestas de muchos dirigentes del pasado, que, haciendo gala de una especie de “viudez del poder”, pretenden seguir influyendo en la toma de decisiones de la comunidad, la cual, con frecuencia, adolece de una gran amnesia, ignorando las trapisondas del pasado de algunos personajes. Es incomprensible, por ejemplo, como, en el campo nacional, siguen apareciendo los expresidentes Samper y Gaviria, lo mismo que algunos de los negociadores del esperpento de la Habana como Humberto de la Calle y los exministros Cristo y Rivera.
En el ámbito local es evidente de que tanto algunos exgobernadores como exalcaldes, no ocultan su deseo de volver a ocupar los cargos de antaño, bien sea personalmente o por interpuesta persona, abusando de la fragilidad de la memoria de los ciudadanos. Deben recordarse desaguisados como las Pirámides de la Avenida Oriental y la Biblioteca España, lo mismo que los Parques del Río, mientras la ciudad se ahoga en contaminación y permanece inmovilizada por la carencia de vías. El que entendió, entendió.
También algunos exdiputados y exconcejales han emprendido la carrera para ocupar las primeras magistraturas a nivel departamental y municipal, y habría que analizar sus trayectorias en dichos cuerpos legislativos.
Cambiando de tercio, existen otro tipo de acontecimientos que producen cosechas y/o plagas. Bastaría considerar el caso de la “contingencia” de Hidroituango. Es claro que los hechos han demostrado que, lo primero que se presenta, es una verdadera “cosecha” o “plaga” de expertos y genios, dando toda clase de declaraciones, recomendaciones y juicios sin conocer la totalidad de los hechos.
A estas alturas, lo único que está claro es que: “pasó lo que no debió pasar”, y que bajo consignas desorientadoras como: “Hay que salvar el proyecto” y “hay que rodear y defender a las EPM”, se va tendiendo una especie de manto o niebla espesa, que eventualmente, llega a ocultar o disimular las causas de la contingencia.
Son especialmente preocupantes los, por lo menos, extemporáneos “apoyos irrestrictos” de entes como el Comité Intergremial, cuando es claro que debieron esperar el informe de la firma chilena.
Sin entrar a analizar profundamente las declaraciones recientes del gerente anterior de las EPM, es evidente que el personaje, aparentemente, estaba muy desinformado y que, en su parecer, los responsables desde la misma concepción del proyecto Hidroituango, serán: “todos a una” como en Fuenteovejuna, porque repetidamente hace referencia a “los equipos técnicos del proyecto: board de expertos de EPM y del constructor”, también menciona a “los millones de neuronas de los mejores ingenieros, tanto de Colombia como del mundo” para finalizar con los beneplácitos de “las bendiciones técnicas en todas las cadenas de aprobación del proyecto”. Pero “no temáis” durante su gerencia, “los valores que retumban en los corredores de EPM son Trabajo y Rectitud”, el lema de la Facultad Nacional de Minas (¡¿?!).