Con el discurrir de las semanas, hasta de los meses, las gentes se dan clara cuenta de si las quejas y lamentaciones ciudadanas exhibidas mediante prensa escrita o radial, han sido acatadas y resueltas oportunamente por las entidades públicas o privadas, según el caso. Al columnista le consta algunos desacatos y otros se los han enrostrado, como si fuese el responsable de cuanto falta o falla en veredas, poblaciones y ciudades de esta patria nuestra. Nos han recordado, verbigracia que:

Colombia, con el 0.7% de la superficie del planeta, concentra el 5% de la riqueza hídrica del mundo. Claro que “nadamos en agua, pero no será por siempre, si no la cuidamos”. Y no faltará como los demás recursos naturales.

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Colombia, en este siglo, ha tenido un desarrollo social significativo, con una reducción de la pobreza y ascenso de la clase media. No obstante, están presentes restricciones que si no se renuevan o remueven, han de afectar el avance de la sociedad. Se consideran elementos negativos, por ejemplo, el incremento de las economías ilegales, el aumento de la corrupción, las disparidades regionales, la informalidad laboral y empresarial, los costos tributarios que desestimulan la actividad empresarial, los desastres y el cambio climático, entre otros.

Los grupos armados ilegales, sabotean proyectos de servicios públicos esenciales para las comunidades rurales. Redes eléctricas y acueductos, son destruidos por presión de las bandas que buscan mantener en el atraso a los campesinos y limitar su producción…

 Un minuto histórico. “Aquel viernes 9 de abril de 1948, no fue un día más para los colombianos, ni siquiera un viernes como el del 20 de julio de 1810. “Los godos” no eran “chapetones” y en lugar de un pueblo en rebeldía contra naciones o tiranías extrañas, desfilaba por la Calle Real, una turba furiosa, enloquecida y salvaje…

A la 1 y 15 de la tarde, cuando salía de su oficina, en el cuarto piso del edificio Agustín Nieto, el jefe único del liberalismo y candidato a la presidencia de la República, doctor Jorge Eliécer Gaitán, recibió tres disparos de revólver, hechos a quemarropa por Juan Roa Sierra, oscuro sujeto que inmediatamente fue detenido por un agente de la policía y quien se refugió momentáneamente en la droguería Granada: víctima de la multitud que le dio muerte a empellones y golpes, para luego conducir su cadáver por la antigua calle Real hasta el Palacio de Nariño, casa oficial del primer mandatario, que lo era el doctor Mariano Ospina Pérez. Gaitán murió diez minutos después, en la Clínica Central, cuando se iniciaba la operación quirúrgica. Y fue el 9 de abril, que duró prácticamente siete días…” (Apunte tomado de El Correo de Medellín de 7 de Abril de 1968).

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(El próximo 9, se cumplirán 71 años del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán) ¡Qué horror, dolor y lástima).