La ciencia ficción entendida como “género narrativo que sitúa la acción en unas coordenadas espacio-temporales imaginarias y diferentes a las nuestras, y que especula racionalmente sobre posibles avances científicos o sociales y su impacto en la sociedad”. (http://www.bne.es/es/Micrositios/Guias/NovelaCienciaFiccion/Introduccion/) ha contribuido al desarrollo de la imaginación del hombre en escenarios fantásticos y fantasiosos, muchas veces superando la realidad, pero, con los avances tecnológicos se puede decir que la “torta se ha volteado”.

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Este año se celebran los 50 años del primer alunizaje del hombre, acontecimiento ocurrido 104 años después que el escritor francés Julio Verne y tal vez uno de los más grandes autores de ciencia ficción, escribiera el libro De la tierra a la luna.

En 1966 la serie de televisión Viaje a las Estrellas inicia su emisión, con fantásticas aventuras en el espacio. En el presente, aunque no con naves tripuladas el hombre está explorando el universo, además, en el corto plazo inicia el turismo espacial.

El detective Dick Tracy salió a la luz pública en 1931, una de las características del personaje era el uso de su reloj telefónico, hoy los denominados smartwatch superan la ficción del personaje creado por Chester Gould. No se puede dejar de lado una de las series de comics futuristas, Los Supersónicos, como contribuyente de la transición de la ciencia ficción a la realidad. En fin, la lista es larga de escenas propias de la ciencia ficción que han sido superadas por la realidad.

Traigo lo anterior a colación gracias a la película Réplicas, en la que un científico investiga como “copiar” el cerebro humano en un robot, pero, el filme da un giro cuando este pierde a su familia y logra clonarla y “resucitarla”, jugando a ser Dios, pero, más allá de la trama, en el trasfondo está la ética de la vida o Bioética.

La preocupación de la bioética nace en 1971 cuando el bioquímico del cáncer Van Rensselaer Potter publicó su libro Bioethics: bridge to the future. El autor Ignacio Nuñez de Castro, SJ, en su libro La bioética, un camino para el presente cita a Van Rensselaer: “[…] contribuir al futuro de la especie humana mediante la promoción de una nueva disciplina, la disciplina Bioética. Puesto que hay dos culturas, Ciencias y Humanidades, que parecen incapaces de hablarse una a la otra, y si esta es la razón de que el futuro de la humanidad sea incierto podríamos fabricar un puente hacia el futuro construyendo la disciplina Bioética”.

Nelson Molina Rodríguez en su artículo ¿Qué es la Bioética y para qué sirve? Un intento de pedagogía callejera hace una breve correlación entre las diferentes ciencias humanas, la ética y la tecnología, invitando a una reflexión sobre el futuro de una humanidad “deshumanizada”.

En esa “deshumanización” del hombre, la inteligencia artificial está desempeñando un rol importante, en el cual está desplazando al hombre, tanto así que, los futuristas presagian la eliminación de varias carreras profesionales del presente o que serán ejercidas por robots inteligentes, sin la intervención del hombre, a donde llega inexorablemente la película en mención.

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Está clara la influencia de la ciencia ficción en el desarrollo de la realidad, pero queda un manto de dudas sobre el mensaje que se envía sobre los preceptos éticos, sobre todo cuando se trata sobre temas que atañen a la bioética.