El policía capturado registró en vídeos el enfrentamiento que sostuvo con las autoridades y se dirigió a sus hijos para señalar que todo lo había hecho por los niños de Venezuela.
Las autoridades venezolanas desarticularon este lunes el grupo liderado por el policía Oscar Pérez, acusado de "ataque terrorista" al Supremo hace meses, en una operación en la que murieron al menos cinco de los miembros de ese grupo, según informó el Ministerio del Interior de Venezuela.
"Los integrantes de esta célula terrorista que hicieron resistencia armada fueron abatidos y cinco criminales fueron capturados y detenidos", informó el Gobierno venezolano en el canal estatal VTV. En la operación murieron también dos policías y otros cinco resultaron "gravemente heridos", según el comunicado del Ministerio del Interior venezolano.
El texto, que no ofrece mayores detalles sobre los detenidos y los integrantes del grupo que fallecieron, señala que los funcionarios que murieron fueron "alevosamente atacados" por esta banda.
"Estaban fuertemente apertrechados (listos) con armamento de alto calibre" y "abrieron fuego contra los funcionarios encargados de su captura e intentaron hacer detonar un vehículo cargado de explosivos", relata el Ministerio de Interior que asegura que este grupo tenía la intención de explotar "coches bomba en lugares públicos".
Pérez, que se hizo conocido en julio de 2017, cuando en medio de las protestas antigubernamentales lanzó, según el Gobierno, varias granadas desde un helicóptero de la policía científica contra dos edificios gubernamentales en Caracas, informó en horas de la mañana que las autoridades lo habían localizado tras más de seis meses de fuga.
El policía publicó una serie de vídeos en Instagram en los que señalaba que las autoridades lo tenían cercado a él y al grupo que lo acompañaba. En varios de los audiovisuales Pérez aseguró que se quería entregar a las autoridades, pero afirmaba que no dejaban de disparar pese a su disposición.
En su último vídeo, se observa al policía con manchas en la cara, que parecen sangre, y gritando: "Nos vamos a entregar, no sigan disparando". Pérez aseguró en ese último audiovisual que tenían heridos.
En otros vídeos indicó que las fuerzas de seguridad les dijeron que los querían asesinar y que no querían que se entregaran. También se dirigió a sus hijos para señalarles que lo había hecho por ellos y por "todos los niños" de Venezuela. Asimismo, pidió ayuda humanitaria e internacional por la situación que atraviesa Venezuela y exhortó al pueblo de su país a ir a la calle, "es la única salida".