Las zonas selváticas entre estos departamentos son motivo de conflicto entre grupos al margen de la ley, por su posición geográfica estratégica que facilita la salida al mar.
Al menos 130 capturas, seis toneladas de cocaína incautadas, once de marihuana, la inmovilización de 91 vehículos y la destrucción de diez laboratorios para procesar coca, dejó una operación desarrollada en el último mes en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
Así lo aseguró el comandante de la Tercera División del Ejército, general Jorge Romero Pinzón, al detallar el balance del primer mes de la operación Atalanta efectuada en estos territorios.
"Hoy podemos dar cuenta de la captura de más de 130 bandidos de diferentes grupos armados, entre ellos alias mordisco del frente VI (de las disidencias de las Farc)", dijo el general Romero.
Aseveró que la operación, en la que también participa la Armada, busca "estabilizar y consolidar" estas áreas, otrora dominadas por las Farc y que actualmente se la disputan grupos narcotraficantes por su cercanía al mar, lo que permite la salida de cargamentos de drogas al Pacífico.
El alto oficial detalló que la región del El Naya ha sido "un bastión del narcotráfico" que está en disputa por grupos "que hoy persisten en tener el control de la cadena del narcotráfico que incluye los semilleros, laboratorios, transporte, y ubicación de la cocaína" para enviarla a Centroamérica, Estados Unidos y la Patagonia.
Aparte de combatir a los grupos de narcotraficantes, la operación busca darle seguridad a la población para que pueda realizar sus actividades normales, entre ellas votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo 17 de junio.
El general Romero aseguró que las tropas ya tomaron posiciones estratégicas en lugares en los que nunca antes habían estado y que se pretende, por orden del Gobierno, "estabilizar y consolidar la región".
Por su lado, el alcalde de la población de López de Micay, Wilmer Riascos, reclamó al Estado más inversiones en salud, educación, vías, y apoyos para los campesinos de esta parte del departamento caucano.
Aseguró que el Gobierno y las Farc no tuvieron en cuenta "a la tercera persona, o sea el pueblo que fue el que sufrió la guerra" cuando firmaron el acuerdo de paz.
Reconoció que la zona era dominada por la antigua guerrilla y que el Gobierno no entró a la región luego de que esas fuerzas se sumaron al acuerdo de paz.
Sin embargo, confió en que esa situación se pueda revertir con inversión en todos los sectores.