María Hortensia recorre palmo a palmo toda la geografía de Urabá buscando la noticia, ella es la cronista, la fotógrafa, la opinadora.
La labor periodística no es fácil y desarrollarla en la bonita, pero compleja región de Urabá es una titánica misión propia de verdaderos héroes. Hace cincuenta años, el 10 de junio de 1967, Sigifredo Betancur Betancur tuvo la osadía de fundar El Heraldo de Urabá, el que dirigió hasta su muerte, cuando lo sucede una mujer carismática, luchadora y persistente, María Hortensia Castro Hernández, quien lleva ya más de treinta y cinco años al frente del periódico y que se formó en sus propias canteras, como que antes dirigió la parte comercial del medio.
El Heraldo fue inicialmente fundado en apoyo a la causa municipalista de Apartadó, cuando aún era territorio de Turbo y ha mantenido una posición crítica y constructiva frente al desarrollo y los acontecimientos de la región. El azote inicial de la violencia guerrillera y luego los padecimientos con la presencia paramilitar, fenómenos que tan duro han castigado a Urabá, respetaron las posiciones independientes de Sigifredo y posteriormente de María Hortensia y permitieron que este esfuerzo periodístico prosperara. Podemos significar que ni los fenómenos violentos, ni la tecnología del internet, han sido bemoles para que semanalmente cinco mil periódicos circulen en todos los municipios de ese fértil territorio narrando sus principales noticias, dando cuenta del acontecer nacional y departamental y opinando sobre las realidades regionales.
María Hortensia recorre palmo a palmo toda la geografía de Urabá buscando la noticia, ella es la cronista, la fotógrafa, la opinadora. Es indudablemente una mujer meritoria que le ha entregado su vida al periódico y con él a una región a la que llegó muy joven desde su natal Copacabana.
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Son ya seiscientas once ediciones de El Heraldo de Urabá y día a día crece en calidad, circulación e información. Los comerciantes, los bananeros, los líderes políticos y los dirigentes cívicos del territorio no han sido ajenos al nacimiento y consolidación de este esfuerzo periodístico. Casi todos ellos, muchos ya no entre nosotros, tienen su aporte valioso a la causa. El Heraldo se ha convertido en algo propio de los urabaenses y semanalmente sus habitantes lo esperan con ansias y lo leen con respeto y dedicación.
Los antioqueños reconocemos la dispendiosa labor de María Hortensia y de todos sus colaboradores en esta misión periodística y le deseamos una larga, muy larga vida, a un medio de comunicación que ha permanecido en el tiempo por su compromiso con Urabá y sus gentes y por interpretar con absoluta imparcialidad y objetividad el querer de los habitantes de tan rica comarca. Largos años de vida es lo que esperamos para este medio periodístico.
Notícula. Un abrazo solidario y de admiración para María Hortensia Castro y un reconocimiento a su trayectoria periodística. Muchos años más de vida a El Heraldo de Urabá y una voz de aliento a los habitantes de Urabá para que apoyen este esfuerzo ya cincuentenario.