El harakiri uribista de Sabaneta

21 enero de 2020 - 03:53 PM

Un alcalde apoyado por una coalición de sectores liberales, de Cambio Radical y el trujillismo azul, y debido a los líos internos del Centro Democrático, comenzó a gobernar y tiene el reto de descongestionar y ordenar el inusitado crecimiento poblacional y urbanístico de esta municipalidad.

El abrazo que le propinó el alcalde saliente del Centro Democrático, CD, Iván Alonso Montoya a Santiago Montoya en su posesión como nuevo alcalde de Sabaneta, quien no estaba avalado por ese partido de corte uribista, indica a las claras que en la política del municipio más pequeño de Colombia, pasaron grandes o inmensos hechos políticos que tendrán profundas consecuencias en el cuatrienio gubernamental que comenzó.

Hace cuatro años el CD debutó en esa municipalidad del Aburrá Sur arrebatándole el poder a sus hermanitos conservadores con el triunfo de Iván Alonso Montoya, pero para los comicios de alcalde de octubre del 2019 ambos partidos fueron unidos, apoyando a un candidato uribista enfrentado a un rival de la coalición Somos Sabaneta, en la cual se juntaron liberales de Envigado, La Estrella y propios, cambiorradicales y otros conservadores de municipios vecinos, que en un apretado e inesperado final se quedaron con la alcaldía con un poco más de 500 votos y que está en la actualidad en las manos de Santiago Montoya Montoya, un exconcejal, comerciante y propietario con su familia de varios parqueaderos en Sabaneta.

En ese agitado y congestionado municipio por el llamativo o sorprendente, otros dirán exagerado, desarrollo urbanístico por la construcción de grandes y altos edificios, pero pocas vías, al nuevo alcalde lo llaman cariñosamente Santi Montoya, un sabaneteño nacido el 3 de julio de 1983. Es abogado, especialista en gerencia y se le considera por algunos un líder político y social.

Efectivamente fue concejal en el periodo 2012 – 2015 y luego adquirió experiencia administrativa municipal por su desempeño como asesor del alcalde anterior y su paso como secretario de Despacho.

Montoya Montoya presentó su nombre para la alcaldía y previamente derrotó al eterno candidato liberal y conocido concejal Juan Carlos Bustamante, hoy de flamante asesor del nuevo mandatario. Su aspiración fue rodeada por el liberalismo de Envigado con el congresista Julián Peinado, por el senador rojo Julián Bedoya, por dirigentes de Cambio Radical y por el conservatismo trujillista de Itagüí, para de ese modo competir como un candidato de coalición.

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Líos uribistas

Este candidato tenía en el papel la muy difícil y complicada misión de competir por la Alcaldía de Sabaneta con el Centro Democrático, que manejaba la administración y tenía candidato único y propio con Carlos Mario Cuartas Palacio.

Pero lo que no trascendió en octubre pasado, vino aflorar con la derrota del CD y recientemente con la posesión de un alcalde no uribista en el municipio considerado por muchos como uno de los más uribistas de Colombia. Y allí se escucha entre desanimados militantes del CD que entre los mismos dirigentes de ese partido se hicieron el harakiri o suicidio político y electoral.

Los problemas con el aspirante uribista a la Alcaldía partieron desde la misma nominación que se disputó entre tres precandidatos: Daniel Márquez, Daniel Galeano y Carlos Mario Cuartas, lo que se complicó por las inocultables diferencias entre “los paolos” de la senadora Paola Holguín y el sector de Fabio Valencia dentro del CD.

Ambos matices intervinieron en la escogencia del candidato único, pero el pulso lo ganó los valenciacosistas sobre “los paolos”, que expresaron su malestar por el hecho que la senadora Holguín tenía derecho a avalar candidato en Sabaneta que es su patria chica, como si lo hicieron otros legisladores en sus municipios de origen. Pero no pudo poner aspirante y la candidatura fue para Carlos Mario Cuartas, a quien apoyaba Fabio Valencia y lograron el apoyo conservador, que retiró a su candidato Gonzalo Arango, quien se reservará para otros momentos.

La senadora Holguín respaldaba a Daniel Galeano, hoy concejal, y le solicitó al senador Álvaro Uribe que le aceptara objeción de conciencia para no apoyar a Cuartas, con quien tiene diferencias políticas y personales. La propia congresista aceptó que no lo apoyó, pero también es muy enfática que tampoco al otro candidato de origen liberal Santiago Montoya a la postre alcalde.

El caso es que Cuartas perdió por unos 500 votos, al tiempo que Daniel Galeano sacó más de 1.000 votos que no jugaron a favor del CD, pues ella asegura que se “pararon” electoralmente.

Por eso fue muy comentado el abrazo el pasado primero de enero entre el alcalde saliente Iván Alonso Montoya, amigo de “los paolos”, con el mandatario entrante y también el saludo entre Paola Holguín y el también actual alcalde en el acto de instalación del concejo, lo cual ella atribuye a un hecho normal de personas civilizadas, aunque sus contradictores insisten que dos personas muy cercanas a “los paolos” fueron nombradas en Fovis (vivienda) y en servicios públicos. La senadora admite que los conoce, pero precisa que no hacen parte de su equipo.

Y ya montado en el trono municipal Santiago Montoya comenzó una gestión que debe tener la prioridad de descongestionar vialmente a este municipio y a sus veredas, y ordenar el acelerado crecimiento de este hacinado municipio.

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