El máximo jerarca de la Iglesía Católica hizo un llamado para que "no se combata un mal con otro mal".
El papa Francisco calificó hoy de "inhumana" la situación que se vive en la región siria de Guta Oriental, cercado bastión opositor en las afueras de Damasco, y realizó un llamamiento para que se detenga la violencia.
"En estos días mi pensamiento está dirigido a menudo hacia la amada y martirizada Siria, donde la guerra se ha intensificado, especialmente en Guta Oriental", señaló el pontífice ante los fieles que le escuchaban tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.
El pontífice recordó que "este mes de febrero ha sido uno de los más violentos en siete años de conflicto con cientos, miles de víctimas civiles, niños, mujeres, ancianos" y denunció que "han sido atacados hospitales, la gente no tiene nada que comer".
"Todo esto es inhumano. No se puede combatir el mal con otro mal, y la guerra es un mal. Por eso, dirijo mi dolorido llamamiento para que cese inmediatamente la violencia, se permita el acceso de ayudas humanitarias -comida y medicinas- y puedan ser evacuados los heridos y los enfermos", dijo.
Acto seguido instó a los fieles a rezar para que esto suceda "inmediatamente". Guta Oriental ha sido escenario en la última semana de una escalada de ataques por parte de fuerzas del régimen de Bachar al Asad y de la aviación siria y rusa, lo que ha provocado la muerte al menos 510 personas, entre ellas 127 menores, según los datos del Observatorio sirio de Derechos Humanos.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó anoche una resolución en la que se exige a todas las partes beligerantes un cese de las hostilidades humanitario durante 30 días en todo el país, incluyendo de forma expresa Guta Oriental.
Sin embargo, la resolución excluye del alto el fuego a los grupos terroristas Estado Islámico y Organismo de Liberación del Levante, alianza creada en torno del Frente al Nusra, nombre de la antigua filial siria de Al Qaeda que, según el Gobierno sirio, está presente en Guta Oriental.
El sábado, antes de la votación del Consejo de Seguridad, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, dijo que la Santa Sede apoya la tregua y que presiona para que se ponga fin a la violencia, se permita el acceso a la ayuda humanitaria y se llegue a una solución negociada, en declaraciones recogidas por los medios.