Esta fina alineación con los Objetivos del Desarrollo Sostenible ODS, envía un fuerte mensaje al capitalismo basado solamente en el beneficio económico
El pasado mes de agosto, la organización Business Roundtable (La mesa redonda de los negocios) que reúne a 200 CEO de poderosas empresas de Estados Unidos, como Amazon, Apple, Exxon Mobil, AT&T, Ford, JP Morgan Chase, entre otras y que cuentan con más de 15 millones de empleados y unos ingresos anuales superiores a los USD 7 billones, se pronunciaron mediante una Declaración sobre el propósito de la empresa actual y la nueva forma de actuar en sus negocios: Responsabilidad hacia la sociedad.
Dentro de los principios consagrados están ayudar a desarrollar nuevas habilidades para un mundo que cambia rápidamente, fomentar la diversidad y la inclusión, la dignidad y el respeto, innovar, tratar de manera justa y ética a proveedores y apoyar a las comunidades donde operan generando valor compartido a largo plazo.
Esta fina alineación con los Objetivos del Desarrollo Sostenible ODS, envía un fuerte mensaje al capitalismo basado solamente en el beneficio económico, necesario pero no suficiente para perdurar en el futuro. Se replantean así los objetivos que han regido al capitalismo, especialmente promulgados por el nobel Milton Friedman, quien en su libro “Capitalismo y libertad” expresa que las compañías tienen 3 objetivos: sobrevivir, crecer y dar utilidades siendo su compromiso con los accionistas y no con la sociedad.
En buen sentido, está visión está dirigida a repensar y airear al capitalismo, para que sobreviva a los cambios que nos depara el futuro: crecimiento de las empresas a la par con el desarrollo de los territorios.
La revista The Economist, resaltó que hay una tendencia entre las empresas a no conformase con que los negocios marchen bien, sino que también tengan un propósito superior con impacto positivo en su entorno y transciendan en beneficios para la humanidad donde se integren las acciones económicas, sociales y ambientales.
Colin Mayer, en el libro La prosperidad, habla de empresas transformadoras, que contribuyen a cambiar su entorno de operación y son generadoras de capital social, humano y natural, impulsando condiciones básicas para que surjan nuevos negocios más productivos, competitivos e innovadores.
En Colombia las empresas cada vez más se alinean a estos propósitos. Para mencionar solo algunos ejemplos como Celsia, empresa líder en el sector de las energías renovables con apuesta hacia la conservación de la naturaleza y estrategias de protección del recurso hídrico, conservación de la biodiversidad y participación social de las comunidades; el grupo Corona que no solo trasforma entornos sino vidas, con excelentes ejemplos de operación y cierre de minas en el altiplano de oriente, también conocido como valle de San Nicolás o de Rionegro.
En el caso de operaciones metalíferas se cuenta con empresas como Continental Gold que con sus programas y estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, busca el desarrollo integral de las comunidades de sus áreas de influencia, el fortalecimiento de las capacidades locales y la promoción del capital humano, brindando herramientas y acceso a mejores oportunidades, a través de la educación y el apalancamiento económico, en alianza con entidades y gremios como el cafetero; Gran Colombia Gold, con su iniciativa “Educación para el Desarrollo”, el proyecto hacienda Curuná dando impulso al sector agroindustrial; Mineros SA que impulsa proyectos apícolas, de caucho, parcelas ecoproductivas entre otros, con alto impacto en transformación económica y fortalecimiento social y Anglo Gold Ashanti, con su amplia acción en Minera Quebradona, que incluye programas con enfoque educativo y cultural, fortalecimiento comunitario, desarrollo productivo y de infraestructura y que ante la afectación de muchas familias y daños locativos que se produjeron por el desprendimiento de parte de la montaña de Las Nubes y Los Aguacates, ocasionado por fuertes lluvias el pasado 4 de noviembre, actuó en primera línea con personal y equipo para recuperar a la bella Jericó.
Otros buenos ejemplos los encontramos en empresas como Cerrejón, con su Fundación enfocada en desarrollar programas sociales, protección de cuencas, soluciones de acceso al agua para comunidades, fortalecimiento de capacidades comunitarias e institucionales convirtiéndose en el gran aliado de la Guajira; Cerro Matoso, con fuerte financiación en educación, red de acueductos rurales, escenarios deportivos y aporte de terrenos para la construcción del Centro de Integración Ciudadana, un verdadero coequipero en el desarrollo local y regional. También para resaltar la labor de Argos, comprometidos con el camino hacia la sostenibilidad y constructor de sueños de vivienda e infraestructura en armonía con el medioambiente y en equipo con los clientes y las comunidades, generando oportunidades para todos a lo largo del país.
Entre las principales responsabilidades del Estado están el fortalecimiento de la inversión privada, primera generadora de crecimiento económico y de trabajo digno, con creación de condiciones de seguridad física y jurídica para la operación empresarial, los inversionistas y sus recursos.
La familia es a la sociedad como la empresa es a un país. Las empresas grandes y pequeñas son mecanismos ilimitados contra la pobreza. Los ingenieros estamos para evitar y minimizar riesgos y los proyectos mineros son una inmensa oportunidad de desarrollo integral sustentable.
Desarrollada en el marco de la Alianza Minería