Encicla o Medellín disfruta en bici

Autor: Alejandro García Gómez
2 septiembre de 2017 - 12:05 AM

El sistema Encicla ha tenido variantes que –sobre la marcha- han mejorado la propuesta inicial estudiantil

El proyecto Encicla nació en 2011, al concretarse por la alcaldía un trabajo académico de tres estudiantes de Ingeniería de Diseño, en 2010. Antes se hablaba bastante sobre el tema a raíz de la asfixia en las vías por hacinamiento vehicular, contaminación, y el resto de argumentos que siempre se tienen en cuenta al abordar estos temas; nada más. El sistema Encicla ha tenido variantes que –sobre la marcha- han mejorado la propuesta inicial estudiantil durante estos casi 6 años de funcionamiento.

Vea también: Celebrar la sostenibilidad

Encicla es un sistema gratuito de bicicletas públicas, que se pueden tomar en una estación hasta por una hora, luego se la debe dejar en la misma o en otra o refrendar el préstamo, hasta las 9 pm, cuidándose de renovarlo antes de que se cumpla la hora. Para inscribirse, se lo hace por internet, con la tarjeta de usuario del sistema Metro (la cívica). El sistema comenzó con una prueba de 6 estaciones piloto –todas manuales- y 105 bicicletas. En 2014 se llegó a 51 estaciones, 32 automáticas y 19 manuales. Las bicicletas son de diseño único y fabricación exclusiva colombianas. “El Sistema de Bicicletas Públicas (SBP) EnCicla se encuentra proyectado en el Plan Maestro Metropolitano de la Bicicleta del Valle de Aburrá PMB2030 (Acuerdo Metropolitano No. 17 de 2015), el cual tiene como visión que en el año 2030 el 10% de los viajes totales del Valle de Aburrá se realicen en bicicleta, así mismo, se espera que en el año 2020 el territorio de río y llanura del Valle de Aburrá cuente con más de 100 estaciones EnCicla y una flota de 3500 bicicletas”. El horario es, lunes a viernes, de 5:30 am a 10 pm; sábado 6:30 am a 4 pm. En junio de 2016 había alrededor de 40.000 usuarios.

A raíz del crecimiento de Encicla, se comenzó a tener en cuenta la exigencia de más ciclorutas en los planes urbano. Pero, además, este mismo crecimiento hizo proliferar su preferencia como medio particular de transporte. Diariamente se observa una inmensa masa de estudiantes que se trasladan hacia y desde sus centros de formación, seguida por adultos de clase media y obreros; de ambos sexos. No sólo lo hacen en las bicicletas públicas, sino que muchos utilizan su bicicleta particular. Y “crece la audiencia”, como diría el poeta. Este incremento ha obligado a implementar por parte de muchos entes –gubernamentales o no- el respeto por el ciclista. Es verdad que aún nos falta mucho por aprender a comportarnos, ante todo a los conductores de carros –grandes o pequeños- y a los motociclistas y, por qué no a los mismos ciclistas. Pienso que la administración municipal se ha quedado un poco corta en esto. A su haber tiene la televisión municipal, regional, las redes, etc. El sentido de los mensajes – además de otros- podría ser: a los conductores bajar la agresividad –puede ser un hijo nuestro el ciclista-; a los motociclistas y ciclistas a bajar la temeridad y a subir la prudencia.

Otro tema en el que la administración gubernamental se ha ido quedando corta es en la creación de nuevas rutas y en la mejoría e implementación de las existentes. El aumento de ciclistas la ha desbordado. Eso los ha llevado a utilizar cualquier andén peatonal –sin demarcación como cicloruta-, en el centro de la ciudad o en los barrios residenciales, como su pista. Muchos jóvenes imprudentes manejan a la velocidad que da su vigor y temeridad en andenes de calles y carreras del centro, aun en las señalizadas con las características de piso para invidentes. P. ej. la calle (¿47?) de debajo del viaducto del metro y paralela a la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, hasta la estación Floresta –con señalización para invidentes- se ha convertido en peligrosa cicloruta, a grandes velocidades, como señalé. Respetuosamente, señor Alcalde Federico –y el resto de alcaldes metropolitanos-, de usted (es) depende que este soñado avance cívico, no se nos convierta en la pesadilla para los peatones, porque las administraciones municipales no estuvieron a la altura. Estamos a tiempo aún.

Vea además: Los bigotes del gato de Botero

Nota Cultural.- Comienza el XI Festival “El teatro se toma a Bello”; información en  corporaciontecoc.org.

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